“Al son que me toquen bailo”, una película para bailar

El actor Variel Sánchez interpreta a Daniel García en “Al son que me toquen bailo”. / Cortesía

¿Cómo fue la experiencia de trabajar en “Al son que me toquen bailo”, la nueva película de Dago García?

Trabajar en esta película ha sido una de las experiencias más bonitas, conocí gente maravillosa y me reté a mí mismo como bailarín, como actor y como artista.

¿A qué personaje interpreta?

A Daniel García, un hombre al que siempre le gustó. Un rumbero que se enamoró de niño de la mujer que le enseñó cómo se bailaba vallenato, que por suerte se la volvió a encontrar en su vida, se casaron, formaron una familia y reanudaron el ciclo.

De acuerdo con la película, cada uno tiene una banda sonora que acompaña su vida, ¿cuál es la suya?

Creería que es Silencio, de Jorge Drexler, porque uno tiene que tener un minuto de silencio en su vida, vivimos con tanto ruido alrededor, con tanta locura, tanto afán y a mí me cuesta muchas veces estar en calma, por eso creo que es una canción apropiada.

¿Cómo se preparó para esta película teniendo en cuenta que tuvo que bailar casi todos los géneros musicales?

Tengo formación de baile desde muy pequeño, gracias a mi papá y a mi mamá. Mi papá tenía una escuela que se llamaba Cristalia Mariposa y ahí hicimos un par de musicales, recuerdo mucho uno que se llamó Estrellita navidad, para el teatro Leonardus. Después de adquirir mi conocimiento en el baile, empecé a dictar clases de expresión corporal en la academia de mi papá y de ahí aprendí a bailar varias cosas, entre esas tap. Sin embargo, para la película se logró todo gracias al coreógrafo y las miles de horas de ensayo.

La mayoría de su familia es reconocida en los escenarios artísticos del país. ¿Fue fácil crecer en un ambiente así?

En mi casa siempre se ha procurado que cada uno forme su carrera, y así nos ayudemos entre todos y saquemos adelante muchas cosas, para cada uno es importante sacar adelante su carrera. Para mí es maravilloso que me reconozcan como Variel Sánchez y no el hijo de Julio Sánchez, aunque me encanta ser el hijo de mi papá. Creo que es una experiencia que se puede pasar de generación en generación, porque ahora con mis hijos puedo mostrarles lo que hemos logrado con muchos años de carrera y compromiso con el arte.

¿La película, a parte de los bailes y las canciones, sobre qué más habla?

Al son que me toquen bailo es una película familiar, es la comedia romántica de un rumbero contada desde su relación con la fiesta. Una historia que inicia desde las reuniones en la casa paterna al ritmo de la música tropical, con la típica escena de la tía chévere enseñándole los rudimentos del baile; esa primera salida a la fiesta en la cuadra y luego la aventura de ir a otro barrio a danzar al ritmo de la música disco.

¿Qué tan rumbero es?

Soy muy fiestero y me encanta la fiesta, tomarme unos tragos con mis amigos, ahorita en esta faceta de papás es diferente la cosa, pero uno de los planes preferidos con mi esposa es salir a bailar salsa, que hace un rato no lo podemos hacer porque estamos criando.

¿Qué planes tiene para 2020?

Son muchas cosas. Primera, estar en calma y tranquilidad con mi familia, trabajar mucho. Quiero tener un cambio radical hacia el campo, que es lo que más quiero en la vida.

¿Y en temas de actuación?

Viene otra película, estar activo en la televisión y, sobre todo, con este boom de las series y de Netflix.