Germán Puerta, el fundador del Festival de Astronomía de Villa de Leyva

Es economista, pero desde 1986 se apasionó por la astronomía, de tal manera que diseñó una actividad que este 2020 llega a su edición 23.

El Espectador
20 de enero de 2020 - 02:00 a. m.
Germán Puerta ha realizado varias publicaciones dedicadas a la astronomía.   / Cortesía
Germán Puerta ha realizado varias publicaciones dedicadas a la astronomía. / Cortesía

Usted creó en 1998 el Festival de Astronomía de Villa de Leyva, ¿qué pensaba en ese entonces?

Yo estoy vinculado con Villa de Leyva desde que vi el cometa Halley, en 1986. En ese entonces me di cuenta de que había un gran interés de mucha gente por la astronomía, pero no existía la suficiente oferta. No había libros y la información era muy escasa, porque no había internet. Yo me fui metiendo en el tema y en 1998 hice alianza con Raúl Joya, y con el secretario de Cultura del municipio en ese entonces diseñamos el festival.

¿Qué se conserva desde el primer festival hasta la edición 23 del evento, que es la que realizará en 2020?

El formato se mantiene: fin de semana, durante febrero, en pleno verano y la Luna en cuarto creciente. Es temporada baja y eso nos garantiza que la asistencia es la de gente que va exclusivamente a disfrutar del evento. Siempre ha sido una actividad familiar y mantenemos el sábado como el día central. Desde hace cuatro años hay un invitado internacional, que este año es la experta argentina Cecilia Garraffo.

¿Por qué el tema en la edición 2020 del festival es “vida en otros mundos”?

Cuando hablamos de vida en otros mundos siempre aparece el tema de los platillos voladores y eso es porque es lo que los medios nos han entregado. Es un tema muy interesante de tratar para aclarar muchos aspectos.

¿Cuáles son las características geográficas de Villa de Leyva que permiten hacer este tipo de avistamientos?

El gran enemigo de la astronomía es la contaminación lumínica. En el Planetario de Bogotá se pueden ver muchos cuerpos luminosos, pero no se puede ver mucho más. No hay la posibilidad de observar nebulosas ni galaxias, lo que sí se puede hacer en un lugar como Villa de Leyva, que tiene cielos perfectos, porque hay menos capas de aire por la altura. Está a 2.200 metros sobre el nivel del mar y es seco.

En el evento hay conferencias y diversas actividades, ¿cómo se lleva a cabo la curaduría?

La Asociación de Astronomía de Colombia (Asasac), que tiene más de cincuenta años, se encarga de la conformación de esa agenda tan completa. Se hace una convocatoria amplia, porque se trata de tres auditorios simultáneos y en cada uno se realizan siete charlas. Por fortuna ya se sabe quiénes son buenos conferencistas y no es difícil seleccionar las charlas.

¿Cómo empezó a conceptualizar sobre la astronomía?

La astronomía tiene una particularidad y es que le gusta a todo el mundo: a los padres, a los maestros y a los niños. Por eso, es ideal para motivar a los más pequeños, porque tiene mucha relación con el arte, la cultura, la historia y las distintas ramas del saber. La astronomía es un pantano, porque cuando te metes ahí es muy difícil salir.

¿Cómo llegó usted a la astronomía?

Yo llegué como un aficionado. Yo hice lo que hacemos todos los aficionados: me compré un telescopio sin saber mayor cosa. La aparición de Halley fue fundamental para darme cuenta de que me apasionaba el tema y me gustaba enseñarlo. Desde entonces no he dejado de escribir libros sobre el tema. Ahora voy a publicar mi libro sobre ovnis, y es una producción propia.

Usted es economista, ¿vive solo de la astronomía?

Yo tengo ojos en el cielo, pero los pies en la tierra. La gran ventaja que tengo sobre otros divulgadores es que yo sé desarrollar proyectos. Eso lo aprendí de mi profesor Guillermo Perry.

¿Cuál es la conexión entre la astronomía y la astrología?

A mí me confunden mucho con mi hermano Mauricio y no tienen claras las diferencias entre carta celeste y carta astral. En realidad, la astrología y la astronomía durante milenios fueron una sola, porque el cielo era un enigma completo. En el siglo XVII todo cambió, cuando se hizo la revolución científica y con el telescopio se separaron. La astronomía quedó como la ciencia que estudia la estructura de evolución del universo, mientras que la astrología se quedó como la hermana rebelde y se convirtió en un arte adivinatorio.

¿Qué quiere que pase con el Festival de Astronomía de Villa de Leyva?

Quiero que tenga muy buena asistencia de grupos familiares. Este evento es muy inspirador, sobre todo para los niños. Muchos de nuestros científicos importantes en Colombia dicen que están ahí porque asistieron al festival y eso les cambió la vida.

¿En Colombia existen otros eventos similares?

Claro. Hacemos un festival similar en La Calera en agosto y hemos realizado otras actividades en Antioquia.

Por El Espectador

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