Luz Pinos, una voz del Ecuador

Luz Pinos está radicada en Estados Unidos y se abre paso a nivel internacional con su música. / Adriana Gómez

¿Cómo fue el proceso de creación de la canción “Mozo”?

Trabajaba en Nueva York en una casa disquera y se me ocurrió la melodía de la canción, entonces comencé a escribir de la nada, porque eso nunca lo había hecho, y al terminar se lo envié al pianista de mi agrupación y él le introdujo el sonido del piano. Nunca había escrito una canción tan rápido. Además, a la gente le gustó mucho.

¿Cómo llega Paquito D’Rivera a participar en su canción?

La gente de mi banda conocía a Paquito D’Rivera, que es un músico increíble. En una ocasión estuve en una fiesta en su casa y canté mi canción, entonces le quedó gustando. Fue así como le propusimos el proyecto y aceptó.

¿Siente que se pierde un poco el disco presentando solo un sencillo?

Es difícil, pero es así, por eso estoy presentando sencillos, ya que la gente consume muy rápido la música. En este mundo, donde todo avanza tan rápido, hay que adaptarse, aunque quisiera seguir haciendo la música desde el corazón y que siento real.

¿Por qué los videos de las canciones están conectados con la cola de un zorro?

Tengo esa cola de zorro en mi casa. Quería darle una continuidad a la fantasía en los videos. Además, lo hicimos con el objetivo de que la gente se sintiera conectada. En este caso fue para manejar la continuidad entre los videos de las canciones.

¿Por qué recurre a la sátira, la ironía y el humor para contar sus historias?

Soy muy seria e introspectiva, pero tengo un lado cómico; cuando en una canción me fluye, la dejo ser.

¿Qué estilo tiene su nueva producción musical?

Siento que estoy en una etapa de exploración de mi camino musical, aunque me gustaría que mis nuevas canciones se parezcan a las que grabé antes, porque es un estilo con el que la gente se conecta.

¿Su exploración musical tiene algo que ver con lo que está pasando en la industria?

Tiene que ver con el hecho de que la gente disfruta mucho la música movida. No voy a dejar de hacer música suave, pero estoy enfocada en realizar música que me haga feliz y me conecte con mis raíces.

¿Considera que los cambios en la industria musical son buenos o malos?

Creo que en el mundo de la música todo lo que estamos consumiendo es básicamente reguetón, es decir, el género más fuerte en este momento, lo que no está mal, pero es difícil ir de la mano de ese tipo de música, entonces siento que entre más auténtica y feliz esté con mi música me podré conectar con la gente.

¿Qué música la hace feliz?

La música que me hace feliz es la llanera y la folclórica. Esa es la música que me llena el alma y me hace muy feliz y me mantiene motivada a buscar otros nichos musicales.

¿Cuándo hizo su versión de “Amapola”?

Comencé a cantar ese tipo de música porque mi abuelito era mi fan número uno y cuando murió fue muy fuerte para mí, porque no me pude despedir de él. Entonces empecé un proceso de reconocimiento y en una ocasión escuché esa canción y me la aprendí. Solo quería cantarla, pero jamás imaginé interpretarla en conciertos.

¿Siente que la versión de “Amapola” que realizó le abrió el camino para que la conocieran?

Una amiga me grabó cantando la versión de Amapola, fue un momento mágico, entonces unas semanas después Juan Luis Guerra hizo un comentario en Twitter sobre mi versión y lloré mucho, fue muy bonito.

¿Por qué estudió jazz?

Me gusta mucho ponerme retos. En mi niñez no crecí escuchando jazz sino otro tipo de música, pero a los 16 años conocí el jazz, porque mi profesora de baile me había escuchado cantar y me motivó a presentarme en un concurso, en el que quedé seleccionada.

¿Por qué cree que los artistas ecuatorianos no son tan reconocidos internacionalmente?

Es una situación muy triste, porque en Ecuador hay unos músicos muy buenos. Lo que sucede es que es muy difícil que les den espacio a los artistas nacionales, ya que la gente consume música de artistas internacionales y eso hace que los intérpretes ecuatorianos desistan.