¿Qué historias desconocidas de Gabriel García Márquez cuenta en ‘Gabo. Cartas y recuerdos’?
Supongo que muchas para quienes no hayan leído el libro.
¿Qué lo motivó a escribirlo?
Nació en una obra titulada La llama y el hielo, que recogía perfiles de personas afectivamente muy cercanas a mí, por ejemplo mi padre y amigos ya fallecidos, como Álvaro Cepeda Samudio y Carlos Franqui. El perfil de Gabo sufrió posteriormente cambios necesarios, hasta llegar a éste que incluye cartas suyas insertadas en el texto. No sobra advertir que el retrato es un género literario que me ha atraído siempre.
¿Cómo inició su relación con Gabo?
Lo cuento en el libro. Nos conocimos en un café de Bogotá a fines de 1947, pero nos hicimos amigos cuando llegó a París, donde yo vivía, a fines de 1955.
¿Qué momentos con Gabo le gustaría recuperar?
Tal vez a la época en que regresamos a Colombia y nos hicimos cargo de la agencia cubana Prensa Latina. Compartíamos trabajo, familia, inquietudes políticas y diversiones.
¿Cómo definiría su amistad?
Es la de dos viejos compañeros de ruta.
¿Y cómo definiría al desconocido Gabriel García Márquez?
El desconocido era pobre, ansioso, pero tenaz en su empeño de sacar adelante su vocación de escritor.
¿Qué es lo que más recuerda de él?
Los días que sus viejos amigos vivimos junto a él en Estocolmo, cuando recibió el Nobel.
¿Cómo está en este momento su relación con él?
Distante, a pesar nuestro, porque hace cinco años que no nos vemos.
¿Todo era mejor cuando el Nobel era pobre e indocumentado?
No creo, porque él pasaba muchos apuros. Pero sin la presencia de la celebridad era más fácil compartir vida y aventuras.
¿Cómo cree que sería la vida de Gabo si no hubiera ganado el Nobel?
Parecida a la de Borges; es decir, la de un gran escritor que lo merecía de sobra pero al que por una injusticia inaceptable no se le otorgó.
Además de Cien años de soledad, ¿qué otro libro de Gabo prefiere?
Todos, claro.
¿Qué factores dieron inicio a su desilusión del socialismo?
Conocerlo de cerca en nuestro viaje por Alemania Oriental, Checoslovaquia, Polonia y la Unión Soviética. Y en el caso de él, también Hungría.
¿Qué opina de las últimas fotos de Fidel Castro publicadas? ¿Se envejeció la dictadura?
Ambos, él y la dictadura.
¿Recomienda leerlo?
No lo recomiendo, pues no soy mi agente de ventas. Sólo espero que guste.
¿Cómo ve a la nueva generación de escritores latinoamericanos?
Muy bien, han entrado de lleno en la literatura universal.
¿A qué escritor hay que darle el Premio Nobel?
Varios están en la pista, pero no me atrevo a aventurar un nombre.