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“Con ‘El Juli’ siempre habrá rivalidad”

El maestro valenciano, que cumple 20 años de alternativa, recuerda sus mejores momentos en la Santamaría.

Rodrigo Urrego B. / Especial para El Espectador
14 de febrero de 2010 - 02:00 a. m.

Un esguince de muñeca, que se produjo mientras toreaba una becerra en su finca Cetrina, ubicada en una pequeña provincia de Jaen, conocida como Navas de San Juan, lo tuvo quince días sin vestir el traje de luces. No pudo cumplir dos compromisos en México. Pero, ya recuperado, y por encima de lesiones y percances, a su nueva cita con Bogotá no podía fallar.

Eso parece reflejar el rostro de Enrique Ponce, quien asegura que su plaza en Colombia tiene nombre propio: la Santamaría. Desde aquel 19 de enero del 92, han pasado 18 años. O mejor, 20 tardes en que torero y afición se han entregado el uno al otro, con sinceridad, y sin dejar ningún sentimiento en el corazón. El de este domingo será el paseíllo número 21 que haga Enrique Ponce en la primera plaza del país. Será su última estación americana antes de afrontar la temporada 2010, nada menos la que conmemora sus 20 años de alternativa.

Por primera vez en Colombia coincidirá en el mismo cartel con Julián López El Juli, ese joven madrileño con el que ha competido por la cima del toreo, y quizás, el actual dueño de la otra mitad del corazón de la Santamaría. Porque la primera mitad es de Ponce. Ponce ha cortado 29 orejas y ha salido a hombros en nueve ocasiones. El Juli, en 18 corridas, ha cortado 26 orejas y ha abierto 10 veces la puerta grande.

El domingo, el trono de la Santamaría puede estar en disputa. Ponce, el torero valenciano, habló en exclusiva con El Espectador sobre el significado de la corrida de este domingo.

¿Cuáles son esas imágenes, esos recuerdos que guarda en su corazón y que las estadísticas tratan de ocultar?

Afortunadamente han sido muchos. La Santamaría creo que ha sido posiblemente la plaza de Colombia en la que más veces he toreado y en la que mejor he estado. Tengo muchos recuerdos, tardes de indultos, muchos mano a manos con César Rincón en esos años 93 y 94, en fin, tardes de triunfos grandes.

Pero, ¿cuál es esa tarde que guarda con más cariño y que le gustaría que se repitiera?

Quizá por estar más cerca en el tiempo recuerdo la última, la de hace dos años. Porque era la despedida de César Rincón, y ese día también indulté un toro de su ganadería. Pero más allá de eso, porque para mí siempre será un orgullo haber estado esa tarde, la última de César. La verdad que tengo muy lindos recuerdos de la Santamaría. Están en mi memoria, y no se borrarán nunca.

Esta tarde tiene la particularidad de que se enfrentarán, o se verán las caras, con ‘El Juli’ por primera vez en Colombia. Y ustedes, desde que se despidió César Rincón, son los máximos ídolos de la afición de Bogotá. ¿Habrá una rivalidad más fuerte, o más notoria, cuando se enfrenten por ser los dueños del corazón de la Santamaría?

Rivalidad siempre existe. Pensé que alguna vez habíamos coincidido en Colombia, pero ahora caigo en la cuenta de que nunca. Pienso que es un cartel muy atractivo y más aún con ese aliciente. La verdad que es un cartel muy bonito, siempre habrá rivalidad en ese tipo de carteles.

El cariño que profesa la afición hacia usted y hacia ‘El Juli’ son únicos y ya adquieren matices históricos. Pero como nunca lo habían comprobado en la misma tarde, ¿cree que el público tomará partido por alguno?

No sé cómo pueda reaccionar la afición. Lo que es claro es que en toda Colombia, de muchos años atrás, siempre he tenido un cariñoso recibimiento. Bogotá no es la excepción y no me puedo quejar en absoluto de cómo me trata la gente. Soy muy afortunado de haber sido un torero que ha triunfado mucho en este país, y la afición me mira de una forma muy especial. Creo que no es producto de la casualidad, sino es producto de muchos años, de venir y de dar grandes tardes, de triunfar. Eso te da un aval, un crédito de cara a la afición para que te espere con ganas y con ilusión. De los países que me encuentro querido es en Colombia, no cabe duda.


Va a cumplir 20 años de alternativa, dos décadas en la que no sólo ha hecho época en el toreo sino que también ha batido récords. Uno de ellos señala que ha sido el torero que más toros ha indultado, 39 hasta el momento. ¿Será porque su toreo lo agradecen la mayoría de los toros?

La regla de la lidia clásica es no llevar a la plaza una faena hecha, sino darle al toro lo que el toro te va pidiendo. Por eso ha habido siempre toreros a los que les valen el 90% de los toros y otros diestros que hacen grandes faenas pero que, otras veces, no se acoplan a las condiciones del toro.

De los toros que ha indultado, cinco han sido en plazas colombianas. ¿Los recuerda?

Hubo un toro al que le guardo un especial cariño. Bolero, de La Carolina, que indulté en Manizales. Fue el primer toro que indulté en América. Eran los primeros años de mi carrera. Recuerdo un toro de Torrealta en Bogotá, en el 96, una tarde emocionante en la que César Rincón indultó otro toro. Y ya te mencioné el toro de Las Ventas que indulté en mi última tarde en Bogotá, que coincidencialmente, César Rincón también indultó otro toro.

Durante 20 años lo ha conseguido todo en el toreo, y muchos aficionados veían imposible que Enrique Ponce superara la barrera de la segunda década vestido de luces. ¿Qué motiva a un torero consagrado a seguir jugándose la vida?

La afición. Ser torero es mi manera de vivir. Me siento en mi mejor momento artístico. Sé que tendré que apartarme de los ruedos, pero nunca lo haré del toreo.

El ‘Juli’ cierra su temporada

Esta tarde en Bogotá Julián López, El Juli, culmina su faena por Colombia. Una temporada en la que, con su paso arrollador, ha abierto las puertas grandes de todas las plazas que ha pisado. Ésta la inició el pasado 28 de diciembre en Cali, donde cortó dos orejas. Repitió triunfo, cortando una oreja, en la tarde del 30 de diciembre en Cañaveralejo.

Su siguiente escala fue en Manizales el 8 de enero. Cortó tres orejas y salió a hombros. Medellín tampoco se resistió. Y el 23 de enero cortó dos orejas a un toro de Ernesto Gutiérrez. Un día más tarde, en la Santamaría de Bogotá, también cortó dos orejas y salió a hombros, conquistando su décima puerta grande en la historia de su paso por la primera plaza de toros del país.

Moreno Muñoz, nuevo matador

Otro de los alicientes de la tarde de este domingo será el nacimiento de un nuevo matador de toros. Se trata de Jonathan Muñoz Moreno, quien en los carteles se anuncia ‘Moreno Muñoz’. Es un joven bogotano de 19 años, quien hace seis temporadas irrumpió en el ambiente taurino como uno de esos niños toreros que ilusionó a la afición.

Tras haber toreado muchas novilladas en pueblos colombianos, así como en la plaza de toros de Bogotá, donde se dio a conocer, desde 2007 viajó a España a buscar el sueño de convertirse en matador de toros. Hizo tres paseíllos de novillero en la plaza de toros de Las Ventas, donde cortó una oreja. El domingo tomará la alternativa con un cartel estelar.

Por Rodrigo Urrego B. / Especial para El Espectador

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