Comprar una casa propia hace parte de los planes de cientos de colombianos. Sin embargo, aspectos como la inflación, las altas tasas de interés y el incremento del costo de los insumos son apenas algunos de los aspectos que inciden en que no se concrete esta meta dentro del proyecto de vida de cientos de capitalinos.
Por eso hablamos con la secretaria de Hábitat, Nadya Rangel Rada, sobre cómo avanza la apuesta de la Alcaldía Mayor de Bogotá para facilitar que cada vez sean más los propietarios de apartamentos o casas en las 20 localidades de la ciudad.
¿Cómo ven desde la Secretaría del Hábitat el panorama de compra de vivienda en la ciudad?
La compra en Bogotá bajó durante el primer semestre del 2023; no obstante, el panorama durante el cuatrienio ha sido positivo. Más si tenemos en cuenta que la inflación está en dos dígitos y que los créditos hipotecarios tienen una tasa de interés de entre el 19 % y el 22 %, aspectos que son determinantes al hablar de acceso a vivienda.
Sumado a que algunas constructoras tienen incertidumbre por la falta de liquidez de los subsidios, especialmente en Vivienda de Interés Social –VIS-, porque hay un cambio en la política del Gobierno Nacional frente a la asignación de los mismos. Aun así, hemos trabajado con el gremio para dar un clima optimista y demostrar que sí hay oportunidad de adquirir una propiedad.
Del 5 al 8 de octubre desde su cartera adelantarán la décima edición de la Feria Distrital de Vivienda. ¿Qué balance tienen de estas jornadas?
En el marco del gobierno de la alcaldesa Claudia López hemos tenido buenos resultados, estas ferias han sido un éxito. Hemos cumplido con nuestra meta propuesta en el Plan de Desarrollo en el que nos comprometimos a apoyar la iniciación de 50.000 viviendas, hito que también aporta a la generación de empleo y la movilización económica.
A corte de este primer semestre ya llevamos 63.000 casas VIS y de interés prioritario (VIP) en Bogotá, lo que demuestra que hay confianza inversionista, ciudadanía interesada en adquirirla y un gobierno local comprometido con facilitar el desarrollo de la vivienda en la ciudad.
De acuerdo con la seccional Bogotá - Cundinamarca de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), y con corte hasta julio del 2023, 18.931 viviendas se iniciaron este año: el 73 % VIS y el 26,9 % restante no VIS. ¿Por qué los capitalinos están comprando más Viviendas de Interés Social?
Es un fenómeno que ha empezado desde los últimos años debido a que el mercado produce lo que la gente está dispuesta a comprar. La Vivienda de Interés Social se volvió un producto inmobiliario atractivo para distintos sectores, no solo para los hogares de menores ingresos.
Muchas familias de clase media lo ven como una oportunidad para hacer inversión y esto ha movido el mercado inmobiliario de una manera muy importante. La producción VIS ha presentado una tendencia al alza que revirtió el panorama de los últimos 12 años y ahora se habla de una proporción 70 % VIS y 30 % no VIS con respecto al tipo de viviendas que se construyen.
Salimos a las calles e hicimos un sondeo rápido con los ciudadanos, la mayoría consideran que comprar vivienda es difícil y más en Bogotá; pero la misma mayoría no conocen los auxilios del gobierno nacional y distrital...
Es totalmente cierto y es una tarea en la que nosotros venimos trabajando, porque comprar vivienda implica un esfuerzo inicial no solo al hablar de finanzas; también en cuanto a conocimientos y acceso a la información. Para comprar lo primero que toda persona debe hacer es ahorrar, pero lo cierto es que no es un hábito frecuente en el día a día. Conociendo esta realidad hemos llegado a más de 12.000 personas y sus familias con ciclos de educación financiera.
Cuando asumimos la cartera identificamos que en muchos casos los interesados ni siquiera tienen inclusión bancaria, lo que complica el acceso a préstamos o los mismos estudios crediticios. Sabemos que no todos saben cómo acceder a subsidios o si quiera cómo postularse, allí la importancia de lo que hacemos desde la Secretaría de Hábitat y las Ferias de Vivienda.
Hablemos de métricas con respecto a estos auxilios. ¿Cuántos subsidios para arrendamiento, mejoramiento o adquisición de vivienda han entregado?
Nos sentimos profundamente orgullosos del trabajo que hemos realizado porque hemos superado nuestras expectativas. En la pandemia entregamos cerca de 3.000 apoyos de arrendamiento solidario para que se pudieran quedar en el lugar en el que estaban y no los botaran a la calle.
Así mismo, hemos entregado más de 44.000 subsidios de renta de emergencia y creamos un canal de arriendo para mujeres vulnerables en la ciudad, que se llama ‘Mi ahorro, mi hogar’ que busca que tengan un ingreso aproximado del 70 % del salario mínimo durante 12 meses, tiempo en el que se comprometen con un ahorro programado para que generen el hábito de invertir en lo que aspiran, mientras les liberamos el bolsillo. Van más de 4.500 mujeres vinculadas, de las cuales más de 200 han cerrado la compra de su vivienda gracias a este programa.
En nuestro portafolio de subsidios tenemos algunos concurrentes con el Gobierno Nacional y sus líneas como ‘Mi casa ya’. A la fecha, y con corte al 31 de agosto, hemos entregado más de 10.000 subsidios, cifra que nos permite sentirnos satisfechos no solo en acceso, también en mejoramiento de vivienda urbana y rural con más de 4.000 beneficiarios.
Esto último llama la atención, dado que usualmente se olvida que el 75% del territorio de Bogotá es rural. ¿Cómo están avanzando precisamente para llegar a esta zona?
Tenemos cuatro líneas de intervención, la primera es de mejoramiento y con ella hemos llegado a localidades como Usme y Ciudad Bolívar, a la par que avanzamos en proyectos en Sumapaz y Suba. La segunda está relacionada con la producción de vivienda nueva rural como apoyo a las familias que quieren seguir en sus territorios y aportar desde el agro. Antes de que termine el 2023 esperamos entregar 20.
La siguiente línea está relacionada con el mejoramiento de los centros poblados, con la cual adelantamos los diagnósticos y dejamos listos para que el otro año se contraten estudios y diseños de obras para que quienes viven en estos lugares tengan buenas condiciones. Y, por último, apoyamos los acueductos comunitarios con una inversión superior a los $5.000 millones para garantizar el suministro y la inocuidad del líquido que llega a las viviendas.
El conteo regresivo para que deje su cargo avanza y le quedan exactamente 15 semanas. La alcaldesa se aventuró en estimar la entrega de 75.000 subsidios. ¿Cómo va su cumplimiento?
Contentos podemos decir que cumplimos nuestra meta teniendo en cuenta que nuestro Plan de Desarrollo va hasta el próximo 30 de mayo. A la fecha nos falta un porcentaje muy pequeño; pero ya logramos e incluso superamos las estimaciones hablando de subsidios, habilitación de suelo, iniciaciones de vivienda y mejoramiento.
Vamos a dejar a la ciudad con lo que nos propusimos para 2023. Claro, tenemos dificultades en algunos proyectos y otros los dejaremos en ejecución; pero dejamos una Bogotá organizada con el Plan de Ordenamiento Territorial –POT- y con una capacidad técnica fortalecida para asumir el reto de consolidar y ejecutar una ciudad reverdecida, equitativa y con perspectiva de cuidado, la gran apuesta de esta administración.