Finalistas de la categoría Ciencia, tecnología e innovación

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Un policía y su app que promueve el turismo en Cali

El proyecto inició gracias a la visión y experiencia de Felipe Córdoba, quien con sus ya 15 años de trayectoria en el sector del turismo y su labor como intendente de Policía de Turismo pudo notar una creciente necesidad en las personas que visitaban Cali: la falta de información detallada sobre los sitios culturales que estaban explorando. Esta carencia de información pasaba a ser un vacío en la experiencia turística, ya que los visitantes no tenían acceso a información relevante y significativa sobre los lugares históricos y culturales de la ciudad. Motivado por esta inquietud, y con el deseo de exaltar a su ciudad natal, Felipe decidió emprender a partir de la tecnología. Su objetivo era no solo proporcionar información detallada sobre los monumentos históricos, sino también promover la economía en sectores que a menudo pasaban inadvertidos. Así fue que Felipe se planteó la pregunta de cómo destacar de manera efectiva estos monumentos y hacer que su significado fuera accesible para los visitantes. Luego de una investigación de la historia de Cali, y aplicando su creatividad, este subintendente de amplia sonrisa desarrolló una aplicación móvil llamada O.I.S. Secretos turísticos. Esta app les da a los usuarios, en tiempo real y de manera sencilla, la facultad de identificar los patrimonios culturales e históricos que se encuentran cerca de su ubicación a través del GPS de sus dispositivos móviles. La app también facilita la planificación de visitas a estos sitios al proporcionar información sobre los servicios necesarios, como taxis, hoteles y transporte público, y ofrece una sección de “Recomendados”, que alberga 12 categorías diferentes, cada una enlazando a las páginas web, La riqueza cultural y comercial de la región y una ciudad hoy crece gracias a la tecnología.

Castorbot, una escuela de robótica ajustada a las necesidades globales

Después de una década de trabajo, Carlos Rueda sigue buscando darles a los jóvenes de origen más humilde las herramientas para que puedan tener habilidades para generar soluciones. Eso es lo que ha traído a Carlos a crear Castorbot, una empresa de robótica educativa que busca estar al alcance de todos lo estratos. Por tal motivo Carlos desea que todos los niños aprendan STEAM (ciencia, tecnología, ingenieria, arte y matemáticas) para que puedan estar a la par de cualquier niño. “Tanto a nivel nacional y del mundo, las niñas y mujeres desempeñan un papel importante en nuestra institución, ya que por mi hija también inicié esta empresa para darle herramientas para el futuro y no tuviese que estar buscando trabajo, sino que recibiera un relevo generacional y ayudara a más niños y niñas a nivel departamental y nacional”, explica el responsable de que hoy esta empresa cuente con un semillero de niñas que se llama Gladiadoras, las cuales buscan crear sus propios robots. En esta escuela no solo enseñan robótica, también les permite a los jóvenes a que busquen crear sus propios prototipos (juguetes y robots) y, sobre todo, a ser emprendedores. De igual forma, el mundo de la tecnología es amplio, por eso ha sido vital para Castorbot como escuela de robótica educarlos en otros oficios que les puedan generar ingresos a futuro. Oficios como lo son el diseño en 3D, corte láser, impresión 3D, electrónica, desarrollo de prototipos y muchas áreas de conocimiento relacionadas con la internet de las cosas. La educación transforma, pero sí se le suma la tecnología, realmente impacta en tiempo real.

Golden Alba, innovar con software para cambiar el mundo

Este proyecto comenzó en 2016, cuando Diego Ramírez, tras ver el documental Planeta plástico”, decidió que era urgente encontrar soluciones al problema de los residuos. Con una comprensión clara de los datos y un bosquejo inicial para un proyecto de innovación tecnológica orientado al aprovechamiento de residuos, en 2019, en alianza con la red Tecnoparque del Sena, presentó el proyecto al comité de ideas, que lo aprobó, y así inició Golden Alba, un desarrollo que terminó creando una caneca robótica inteligente. Esta caneca, equipada con sensores y algoritmos, separaba automáticamente los distintos tipos de residuos reciclables. Aunque el prototipo fue funcional, no avanzó hacia un producto comercial. Entonces ahí fue cuando Diego decidió visitar plantas industriales y tener reuniones con expertos del sector, concluyendo que la mayor necesidad estaba en la fracción orgánica. De esta manera fue que nació Golden Alba, que se centró en desarrollar tecnologías optimizadas para un compostaje más limpio y eficaz, lo que culminó en la creación de la primera compostera solar inteligente. Con el tiempo fueron llegando nuevos talentos al proyecto, al punto de usar realidad virtual y realidad aumentada. Ha sido tanta la innovación, que desarrollaron videojuegos sobre compostaje, huertas y agroecología, sorprendiendo con sus innovadores propuestas. Estos esfuerzos dieron lugar al nacimiento de Golden Reality y Golden World. A veces las ideas se transforman, y la tecnología enseña y ayuda a lograr esas adaptaciones. Hoy Diego, junto con varios colaboradores del Sena, sigue trabajando por la reducción de residuos, eso sí, desde otra óptica, una más tecnológica.

Dran Digital, Una “startup” de impacto educativo

No hay mejor conocimiento que la experiencia propia. Natan Chiquillo resume lo que en buena medida hoy buscan los empleos en tecnología, una persona con el entusiasmo de aprender, de transformar entornos. Natan, después de cinco años, se presenta como el CEO y fundador de Dran Digital, un innovador nacido en las calles más humildes de Cartagena, que decidió a través de TEHCNI abordar estas barreras ofreciendo una plataforma educativa robusta y conexiones laborales valiosas, enfocadas principalmente en las habilidades tecnológicas altamente demandadas en el actual mercado laboral. El impacto de TEHCNI va más allá de la educación y el empleo; está sembrando las semillas del cambio sostenible en el barrio Nelson Mandela, facilitando un futuro más prometedor para los jóvenes y, por ende, para la comunidad en general. Con cada joven que adquiere nuevas habilidades y se emplea, Natan con su proyecto está dando un paso más hacia la interrupción del ciclo de pobreza y la creación de un impacto duradero en la comunidad. Hoy brindan cursos gratuitos en desarrollo web, marketing digital y desarrollo de aplicaciones móviles a los jóvenes del barrio, brindándoles una educación relevante y aplicable. Esto ha resultado en un aumento notable en la adquisición de habilidades técnicas entre los participantes. “A través de nuestros cursos, también fomentamos la conciencia y la adopción de tecnologías limpias y prácticas sostenibles entre los jóvenes y las empresas asociadas”, explica un joven entusiasta que cree fielmente en la educación y la innovación.