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El cáncer de mama es una enfermedad en la que las células de los tejidos mamarios crecen de manera anormal y descontrolada, formando un tumor maligno. Esta enfermedad que afecta principalmente a las mujeres, aunque los hombres también pueden desarrollarla, puede llegar a invadir otros tejidos y órganos cercanos, y en casos más graves, se puede extender a otras partes del cuerpo.
En el marco del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama es crucial generar conciencia sobre la magnitud de esta enfermedad y la necesidad de su prevención. Octubre, el mes en el que se celebra este día, es un período dedicado a educar a la población sobre la importancia de la autoexploración, los exámenes clínicos y las mamografías regulares para la detección temprana del cáncer.
De acuerdo con el Observatorio Global de Cáncer (GLOBOCAN), en el 2022 se registraron 2.3 millones de casos nuevos en el mundo, y este tipo de cáncer causó la muerte de más de 680.000 personas diagnosticadas.
En Colombia sigue siendo el cáncer más frecuente entre las mujeres, pues para el año 2022 se presentaron 7.346 casos nuevos, incrementando más de 1.000 con relación a la vigencia previa, y los departamentos de Antioquia, Atlántico, Bolívar, Caquetá, Huila, Risaralda, Bogotá y Valle del Cauca son los de mayor tasa de mortalidad de esta enfermedad, según datos entregados por la Cuenta de Alto Costo.
Estas cifras revelan la importancia de generar estrategias que fomenten el conocimiento en la comunidad para realizar todo lo que corresponde a la prevención, los factores de protección y las acciones que se deben tomar para detectar oportunamente el cáncer de mama. En relación con esto, el Dr. Wilson Cubides, director ejecutivo de la Liga Colombiana Contra el Cáncer, destaca la importancia de cambiar la mentalidad y, sobre todo, cambiar los estilos de vida para fomentar mejores hábitos saludables
Esto toma mayor relevancia cuando se entiende que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los principales factores de riesgo para el cáncer de mama se encuentran la obesidad, el sobrepeso y el sedentarismo. El consumo excesivo de alcohol también representa un riesgo, al igual que el cigarrillo tradicional, los vapeadores y cigarrillos electrónicos, que contienen sustancias tóxicas y nicotina.
En cuanto a los factores de protección, se trata de lo opuesto a los de riesgo: mantener un peso adecuado para la talla y edad, llevar una dieta sana basada en verduras y frutas, evitar el consumo de tabaco y alcohol, y asistir a los controles médicos periódicos. La lactancia materna y la maternidad también juegan un papel importante, lo que, de acuerdo con el Dr. Cubides, en parte explica por qué actualmente el cáncer de mama se presenta en mujeres más jóvenes que en el pasado.
“Este año nuestra campaña ‘Porque las quiero, las cuido’ se centra en una estrategia clave que ofrece tres herramientas para salvar vidas en cuanto al cáncer de mama. La primera es: ante cualquier cambio que la persona note, debe acudir al médico. La segunda herramienta es la mamografía, el examen más efectivo para la detección temprana del cáncer de mama. La mamografía no es reemplazable por ningún otro examen. Y la tercera herramienta es la autoexploración. Es vital que la mujer se conozca a sí misma y note cualquier cambio en sus mamas. Sin embargo, hay que aclarar que la autoexploración, aunque es muy importante, no reemplaza ni a la mamografía ni a la consulta médica. La autoexploración es solo una de las tres herramientas y no debe usarse como sustituto de los otros métodos”, comenta el experto.
Tecnología e investigación: herramientas para mejorar la atención
La tecnología médica ha avanzado mucho tanto en medicamentos, como en cirugía y radioterapia. En palabras del Dr. Cubides, los avances más prometedores están relacionados con la genética y la genómica, donde, basándose en el análisis de los cromosomas y del genoma, se puede determinar qué tipo de tratamiento es más efectivo para cada paciente.
De igual modo, la tecnología ha permitido que la prevención y detección sean procesos más eficaces y rápidos. “La mamografía, por ejemplo, ha mejorado mucho, y es importante desmitificar algunas ideas equivocadas. Muchas mujeres piensan que la mamografía duele o que es perjudicial para la salud, lo cual no es cierto. Los equipos actuales son menos incómodos, más rápidos y proporcionan imágenes de mayor calidad y precisión. También estamos en la era de la inteligencia artificial, que ya está ayudando a los radiólogos a analizar las mamografías y a detectar lesiones tumorales diminutas que podrían pasar desapercibidas al ojo humano”, explica el experto.
El doctor también destaca la necesidad de impulsar la investigación científica y tecnológica en estas áreas, pues si bien “recibimos muchas tecnologías de otros países, que aunque son efectivas, han sido desarrolladas y probadas en poblaciones distintas a la nuestra. Es vital realizar investigación con base en la población colombiana, que tiene características y situaciones diferentes”.
En línea con esto, el Centro de Tratamiento e Investigación sobre cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo (CTIC), revela que Colombia se encuentra en el quinto lugar en productividad de investigación en cáncer en Latinoamérica, y el país representa el 0.017 % de la investigación global en cáncer.
Para mejorar estas cifras es necesario sumar esfuerzos de distintos sectores que promuevan la investigación en esta materia, lo que no solo permitiría encontrar tecnologías, protocolos y estrategias que faciliten la detección del cáncer de mama, sino también reduciría los costos del sistema de salud en el tratamiento de pacientes.
“La investigación en salud pública y clínica es fundamental para hacer que los tratamientos sean más eficientes, efectivos y accesibles. Hacemos un llamado al gobierno, al Estado, a los aseguradores, a las universidades y a las organizaciones del sector salud para que trabajemos conjuntamente e invirtamos más en investigación clínica y de salud pública”, concluye el Dr. Wilson Cubides.
