Con el tiempo conceptos como la innovación y la sostenibilidad han cobrado aún más relevancia en la sociedad, pero, sin duda, su importancia trasciende en el tiempo y más si entendemos que, de una manera holística, estas dos son esenciales para constituir la paz. Entendiendo esto y encaminada en su objetivo de generar conocimiento técnico y crear entornos productivos en donde se fomenten las competencias necesarias para vivir en una sociedad, la Universidad de América ha desarrollado una serie de estrategias y proyectos que buscan priorizar el desarrollo de saberes y habilidades orientadas hacia la innovación, la sostenibilidad y la paz.
“Las universidades en Colombia debemos interiorizar en nuestra labor educativa las características principales que se le exige a un profesional que vive en paz: contribuir a su crecimiento personal y al crecimiento de su comunidad. Desde nuestra labor investigativa, y de educación continua, los académicos debemos impactar los procesos de desarrollo del país comenzando por la agricultura, pasando por el sector empresarial, los temas de transición energética, de seguridad alimentaria, de cómo hacer las cosas de una mejor manera, hasta de como abrir caminos para que el país sea más productivo”, explica Mario Posada García-Peña, rector de la Universidad de América.
De igual forma, hay que entender que la innovación sostenible responde principalmente a problemáticas sociales y económicas del territorio, por lo que impacta directamente y de forma positiva en el objetivo de lograr la paz. Por esto, se hace importante contar con programas de formación integral en donde se fomenten los saberes disciplinares y también se guíe al estudiante hacia el desarrollo de propuestas y respuestas basadas en la innovación sostenible, la cultura de aceptación y tolerancia, y la ética en el proceder como ser humano y trabajador.
Encaminados con estos propósitos y atendiendo la alta demanda que existe de programas académicos enfocados en estos conceptos, la Universidad de América cuenta con una serie de pregrados y posgrados que de manera transversal responden a estas necesidades. “Tenemos programas como ingeniería en energías, ingeniería mecatrónica, ingeniería química, arquitectura y otros 7 programas que buscan dar soluciones innovadoras con conocimientos de vanguardia como la robótica y la construcción sostenible. Adicionalmente, los programas de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas tienen un enfoque clarísimo hacia la sostenibilidad: Administración de Empresas, Economía, Negocios Internacionales y Estadística, y Ciencias Actuariales son programas que le apuestan a las necesidades del futuro próximo del país por medio de la inteligencia de negocios, desarrollo sostenible, ética y sociedad. Todo esto nos ha permitido convertirnos en una Universidad de mucha relevancia y de interés para nuestros estudiantes y para los aspirantes que nos buscan, además, por nuestro ADN curricular STEM+H”, destaca el rector.
Participación social desde la universidad
“En la Universidad de América hemos definido unos campos de formación globales y unas áreas socio humanísticas, porque consideramos que las personas no solamente deben tener un conocimiento disciplinar, sino que deben desarrollar unos valores y una forma de vida en la cual la empatía, el compromiso con el otro y el servicio estén presentes. Tenemos un programa con el gobierno americano: “Youth for Action”. Con esto buscamos incidir en el aprendizaje y las capacidades profesionales de estudiantes colombianos y estadounidenses, a través del trabajo colaborativo con las comunidades locales.
Otra estrategia es “Compuret”, que se desarrolla en una comunidad del Chocó donde trabajamos temas de administración de residuos que pueden ser reutilizables por la propia comunidad, esto también genera paz al mejorar las condiciones del entorno.
Y por último, estamos trabajando en un proyecto llamado “La Cátedra de Derechos Humanos”, que venimos desarrollando con Ascun y con UNESCO, en donde, entre otras cosas, trabajamos por promover estrategias teórico-metodológicas que nutran la relación universidad-sociedad civil, en la construcción de una cultura de los derechos humanos