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La pandemia generada por el COVID-19 trajo consigo diversos efectos que se materializaron en graves problemas de salud pública, confinamiento de las personas y cambio en las dinámicas sociales y económicas.
Las universidades no hemos sido ajenas a esto. Nos vimos abocadas a pasar de la presencialidad a modalidades de estudio y trabajo completamente diferentes. Tuvimos que adaptarnos de manera rápida al trabajo en casa y al desarrollo de la docencia en acceso remoto asistido por tecnologías.
En la Universidad de La Salle desde marzo iniciamos la búsqueda de las mejores alternativas para continuar con la operación. Esto implicó, en el interior de la organización, revisar, adaptar y apropiar nuevas formas para llevar a cabo las actividades académicas y administrativas. Y en el exterior, estar en constante revisión de las directrices de los gobiernos nacional y distrital sobre el manejo de la pandemia y aquellas relacionadas con el desarrollo de las actividades de las instituciones educativas.
La lectura permanente del contexto, la comunicación con la comunidad universitaria y el trabajo en equipo nos permitieron avanzar en la adecuación de instalaciones e infraestructura, así como en la formulación de los protocolos de bioseguridad, teniendo en cuenta las normas establecidas por el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación, la Alcaldía de Bogotá y la Alcaldía de Yopal.
La universidad conformó un equipo interdisciplinario para analizar los diferentes aspectos de orden académico, administrativo, legal, laboral, de seguridad y salud en el trabajo y normativo. Esto contribuyó a definir una ruta de trabajo para habilitar laboratorios y aulas atendiendo los protocolos de bioseguridad, plantear nuevas condiciones para el relacionamiento con los diferentes grupos de interés, lo mismo que la adecuación tecnológica necesaria para asegurar el modelo de enseñanza en acceso remoto, la implementación de la señalética y el equipamiento de bioseguridad requerido para garantizar el aforo autorizado y la permanencia segura en las sedes, disminuyendo el riesgo de contagio del COVID-19.
También se adelantaron gestiones para facilitar la conectividad de los estudiantes a través del préstamo de equipos portátiles y entregas de sim card para el acceso a internet. Estas facilidades se extendieron a administrativos y docentes para posibilitar el trabajo en casa, además del seguimiento de las condiciones de salud y la organización de los equipos para alternar la presencia en las sedes, de acuerdo con las franjas horarias autorizadas por las autoridades distritales y respetando los aforos.
De igual manera, se diseñaron piezas comunicativas para informar a la comunidad universitaria las acciones y decisiones para avanzar en las actividades académicas. Para esto se ha optimizado el uso de redes sociales y otras alternativas de comunicación digital. ¡Así nos adaptamos a los nuevos tiempos!
* Vicerrectora Administrativa de la Universidad de La Salle.