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Rivera no pudo cantar victoria

Cuando todo apuntaba a un seguro triunfo, los pitones del toro cambiaron la historia en el clímax de la faena.

Rodrigo Urrego Bautista
15 de febrero de 2010 - 02:00 a. m.

Una semana deberá permanecer internado en un hospital el torero colombiano Ricardo Rivera, quien el pasado sábado sufrió una grave cornada en la segunda corrida de la temporada grande de Guadalajara, México.

Rivera fue embestido por el octavo toro de la tarde, que le produjo una herida de tres trayectorias, de 20, 25 y 30 centímetros, respectivamente, en el tercio medio del muslo izquierdo, que lo obligará a estar por fuera de los ruedos durante tres meses.

Ricardo Rivera nació en Cali, tomó la alternativa el 8 de noviembre de 2007 en Guadalajara, de manos de César Rincón y como testigos Ignacio Garibay y Joselito Adame.

El diestro caleño fue operado en el Hospital San Javier de Guadalajara de una cornada que no revistió la gravedad que, en principio, se presagiaba por lo aparatoso y dramático del percance. La intervención quirúrgica se prolongó por espacio de una hora y cuarenta minutos.

Mariano del Olmo, actual apoderado del diestro colombiano, dijo que la cornada, “por fortuna”, no fue grave como se creía, “porque camino de la enfermería perdió mucha sangre”. Del Olmo señaló que el torero probablemente sea dado de alta el jueves 18 de febrero, día en que empezará su recuperación.

El apoderado de Rivera señaló que tras la operación se encontraba bien de ánimo, aunque lamentaba el hecho de no haberle podido cortar las orejas a su segundo oponente.

La cornada interesó el tercio medio del muslo izquierdo, con un gran orificio de entrada, y los galenos comprobaron que la herida, de tres trayectorias, fue limpia, es decir, que no comprometió el delicado paquete vascular que se encuentra en ese sector del muslo.

Rivera actuó en Guadalajara junto a los mexicanos Ignacio Garibay (vuelta al ruedo y silencio) y Aldo Orozco (pitos y pitos), y al también colombiano Luis Bolívar (silencio y silencio).

Se frustró triunfo en Guadalajara

Según Jesús Zárate, del portal taurino Burladerodos, el colombiano escenificó “la gloria y la tragedia que suponen enfrentar a un auténtico toro de lidia (…). Justo cuando la faena se encontraba en su clímax, el astado prendió a Ricardo y le infirió una amplia cornada arriba de la rodilla izquierda, frustrando la única oportunidad de triunfo grande de la tarde”.

Por su parte, Juan Antonio de Labra, cronista de ‘Mundotoro México’, señaló que el caleño “había estado muy firme, entregado, en una faena vibrante y recia, donde el peligro asomaba a cada paso por el lado izquierdo. Y ejecutó pases señeros, con raza y temple,  hasta que ocurrió lo que se veía venir: la cornada. Fue una pena, porque Ricardo estaba cuajando al toro, en medio de la algarabía del público que lo  alentaba. Lo que pudo ser un triunfo, se convirtió en el reverso de la medalla”.

Por Rodrigo Urrego Bautista

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