Es una iniciativa de carácter social y cultural, cuyo propósito es mantener vivas las tradiciones de los colombianos radicados en el exterior. Muchos de ellos llevan años fuera del país y no se han preocupado por mostrarles a sus hijos y nietos las costumbres y las manifestaciones autóctonas, y han olvidado aquellos detalles cotidianos que alguna vez les alegraron el espíritu y los hicieron sentirse orgullosos de sus orígenes.
El propósito, tal y como se menciona en los documentos que hacen legal la fundación, es dar a conocer la etnicidad propia, el folclor particular y los elementos más valiosos de la cultura nacional. La iniciativa está apoyada en la gestación de actividades, llamadas y socializadas, como faenas culturales, mediante las que se motivan a las colonias de colombianos en el exterior y otros núcleos sociales interesados, para que enseñen o inculquen a las nuevas generaciones la importancia de conservar la raíz, la grandeza del legado cultural de los antepasados y los beneficios de no perder nunca la raíz.
El trasfondo de la Fundación Raíces, Cultura y Folclor (Racuyfo U.S.) es mostrar que aquella persona que sabe de dónde viene y tiene claro su origen, puede establecer más fácil cuál camino emprender y hacia qué lado dirigirse. Para la entidad, así como para Marleny Quiñónez Mouton, quien está a la cabeza de esta y de otras iniciativas, la raíz siempre está en sintonía con el objetivo, con el norte que se persigue. Esa es la razón fundamental por la que esta mujer nacida en Tuluá, Valle del Cauca, pero criada en Buenaventura, jamás ha perdido el hilo de su vida y sabe muy bien que su finalidad es la ayuda al prójimo y el respaldo a los seres humanos en estado de vulnerabilidad.
Marleny Quiñónez Mouton realizó sus estudios secundarios en el Instituto de Comercio Carlos Quintero, donde se graduó como bachiller comercial. La alta costura y el diseño interior la motivaron de tal manera que se inscribió en el Instituto Santa Teresa de Jesús, en Buenaventura. Durante su proceso de formación ahondó su interés comunitario y trabajó en el área farmacéutica hasta que se cruzó en su camino la labor voluntaria, desarrollada por varios años con la Fundación para el Desarrollo del Pacífico Colombiano (Fundelpa), en el sector específico conocido como la microempresa.
Después de muchas actividades con énfasis social en el país, Marleny comprendió que su interés por los demás y su amor por las tradiciones folclóricas de Colombia podían desarrollarse con más contundencia en el exterior y tomó la decisión de establecer su vivienda en Houston, en el estado de Texas. Allí encontró eco a muchas de sus iniciativas y aprovechó que la música folclórica del país tiene una recepción inmensa en los oídos foráneos, para diseñar novedosas estrategias de difusión y divulgación.
“La vida de Marleny es la de una mujer que posee una fe profunda, una determinación, un amor a Dios y a su prójimo tan fuerte, que la convierten en una persona dinámica y poderosa cuando se llega el momento de colaborar con el prójimo y no hay barreras ni fronteras que puedan contener su paso por el mundo en pos de lograr sus objetivos. Es completamente espiritual y esta espiritualidad trasciende fronteras, transmite una luz que captura y que motiva todo el que esté a su alrededor a ayudar”, comentan las personas que comparten con ella su cotidianidad y la ayudan a desarrollar sus ideas sin pensar en peros ni en límites.
Tanto la Fundación Raíces, Cultura y Folclor (Racuyfo U.S.) como Marleny tienen la intención de generar lo que se conoce en el ambiente organizacional como solidaridad social con la comunidad colombiana. La entidad está en la búsqueda permanente de soluciones en etapas difíciles promoviendo eventos socioculturales que originen recursos para contribuir con los más necesitados y mayormente afectados, como son los niños, las víctimas del flagelo y la descomposición social en el territorio colombiano.
A la labor comprometida de la Fundación Raíces, Cultura y Folclor (Racuyfo U.S.) se han sumado otras iniciativas sin ánimo de lucro. En 2005 se creó Cascajal Inc., compuesta inicialmente por 40 miembros. Dos años más tarde surgió Racuyfo U.S., con 18 miembros activos y 11 honorarios. En 2009 apareció en el panorama Racuyfo Capítulo Buenaventura, que está en permanente crecimiento. Esta última organización trabaja simultáneamente en Houston y en el puerto del Pacífico enviando donaciones cada año destinadas a las comunidades más vulnerables. Una de las actividades de mayor impacto ha sido ‘Diciembre Navidad’, que permite la donación de ropa, juguetes, libros y demás elementos indispensables para el proceso de desarrollo cultural.
Racuyfo U.S. se proyecta como una organización social con liderazgo en el uso de la difusión de la cultura como legado no sólo para los afrodescendientes de Colombia, sino para otras comunidades. Gracias a ella se ha evolucionado en el proceso de formación integral en los campos social, cultural y humanístico, mediante estrategias presenciales y a distancia, con propuestas de formación permanente, uso de metodologías innovadoras adecuadas al contexto de la educación y al fomento cultural.