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Solidaridad lasallista para un país con equidad

La Universidad de La Salle inspira su acción en el Evangelio y en el humanismo solidario.

HERMANO DIEGO A. MORA ARENAS, FSC*
15 de noviembre de 2020 - 02:00 p. m.
Solidaridad lasallista  para un país con equidad

La solidaridad ha sido entendida como un deber u obligación moral. Sin embargo, también se comprende como un derecho, una condición exigible para el desarrollo integral de las personas y los pueblos. En las actuales circunstancias, estamos recuperando esta dualidad conceptual de la solidaridad: al tiempo que nos hacemos cargo de la población más vulnerable, desde la educación creamos capacidad para superar el asistencialismo, pero también hacemos un llamado para que quienes tienen más recursos se comprometan con un pacto social que genere equidad y desarrollo.

En cuanto institución católica, la Universidad de La Salle inspira su acción en el Evangelio y en el humanismo solidario. Valores como la fraternidad, la justicia, el compromiso y la opción por los pobres hacen parte de nuestra agenda. Para el lasallista, la atención de los más necesitados es un imperativo ético que no se desliga de la lucha por su promoción integral.

La solidaridad en clave lasallista exige un trabajo asociado a otros actores sociales y económicos para responder a las causas estructurales de la pobreza y proponer soluciones. Por eso, la fraternidad lasallista se manifiesta en redes de acciones solidarias, como se ha hecho con Unisalle Solidaria, un proyecto donde casi 500 personas e instituciones sumaron esfuerzos para ayudar a los estudiantes que más lo requerían. La solidaridad de exalumnos, colaboradores, estudiantes y empresas hicieron posible que, en medio de la crisis, muchos lasallistas continuaran sus estudios.

Esta movilización solidaria, en un país tan inequitativo como Colombia, apunta al empoderamiento de la ciudadanía y a la justicia social mediante el trabajo colaborativo. “Nadie se salva solo”, nos ha recordado el papa Francisco. El futuro de la sociedad pasa por la colaboración, la atención a las periferias existenciales y el cuidado de la casa común. Verdaderamente “la pandemia nos ha mostrado que no podemos vivir sin el otro”, como aseveró el Santo Padre en su mensaje a las Naciones Unidas.

Somos un gran país, pero podemos hacerlo mucho mejor. Sumemos voluntades y acciones. Unisalle Solidaria ya inició su segunda versión. Todos podemos aportar para salir mejor de esta crisis: más humanos y más solidarios.

*Vicerrector de Promoción y Desarrollo Humano de la Universidad de La Salle.

Por HERMANO DIEGO A. MORA ARENAS, FSC*

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