Gastronomía y recetas
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Del campo a la web: Escachaitos enseñan cómo preparar envueltos de mazorca

Brayan, Jonier y Julián Steven Galindo son tres jóvenes que encontraron en el contenido digital, una oportunidad para resaltar el verdadero valor del campo colombiano.

Tatiana Gómez Fuentes
10 de agosto de 2021 - 07:00 p. m.
Jonier, Julián Steven y Brayan Galindo.
Jonier, Julián Steven y Brayan Galindo.
Foto: Tomada de Instagram / Escachaitos

Jenesano es un municipio de Colombia ubicado en la Provincia de Márquez del departamento de Boyacá, su economía se destaca por la agricultura representada en cultivos de papa, maíz, fríjol, arracacha, arveja y diversas frutas como manzana, pera, ciruela y feijoa, entre otras. Allí nacieron estos tres hermanos. Son hijos de María Belén Galindo, una mujer campesina y cabeza de hogar que durante varios años les ha inculcado la importancia del campo a través de sus raíces y de las recetas que prepara en su hogar, producto de los cultivos sembrados con sus propias manos, los mismos que les han puesto un plato de comida en su mesa sin falta, cada día.

En entrevista con Gastronomía y recetas, de El Espectador, los Escachaitos cuentan cómo el campo los ha formado para sobrevivir, la importancia de la comida sana y el legado que quieren dejarles a los citadinos por medio de los videos que difunden en sus redes sociales, para que todos se apropien del campo y, como ellos mismos lo manifiestan, no lo dejen en el olvido.

¿Cómo nacen los Escachaitos?

Un día me levanté con la idea de aprovechar las redes sociales para mostrar la vida en el campo. Invité a mis hermanos Jonier y Julián Steven para que me ayudaran a crear videos que mostraran cómo era nuestro día a día, teniendo como propósito convertirnos en la voz de los campesinos. Para nadie es un secreto que el campo colombiano es un tema del que mucho se habla, pero poco se hace, y en ese afán por querer resaltarlo e incluso, mostrárselo al mundo, decidimos exhibir nuestra propia vida.

Actualmente los comerciantes no pagan bien por lo que se produce en las fincas o en las casas vecinas de la región, no valoran las cosechas, ni el esfuerzo por tener comida saludable, libre de todos los químicos o los procesos a los que la someten para que sea perecedera, y cobran mucho dinero a quienes quieren adquirirla. Por eso, nosotros decidimos ser una vitrina real para mostrar el verdadero producto colombiano, la leche que se ordeña de las vacas, la papa que se siembra, los árboles con frutos propios de la región, e incluso la leña, con el fin de convencer a la gente de que pagarle al campesino es lo que vale la pena.

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¿Cuál fue la motivación para sacar adelante este proyecto digital, además, de darle valor al campo?

Mi madre no tuvo una vida fácil. Somos nueve hermanos, seis hombres y tres mujeres. Como pudo, nos sacó adelante. Nuestros recuerdos de pequeños son muy gratos, pero también dolorosos, mi mamá se levantaba muy temprano para ordeñar vacas y recoger las cosechas para poder poner un plato en nuestra mesa, gracias a Dios nunca pasamos hambre, pero el sacrificio fue muy grande. Mi papá abandonó el hogar porque la maltrataba y nunca se interesó por completo en nosotros, a ella le tocó hacerse cargo de todo, de darnos estudio, ropa, comida. Por fortuna contó con personas que fueron solidarias y le tendieron la mano, y aunque es una mujer muy feliz, también tuvo días amargos.

Todo este proceso de vida hace que nuestra motivación más grande sea ella, pero debíamos buscar un coequipero que nos impulsara y nos guiara para enfocar bien el contenido. Joe McGlawn fue quien se convirtió en ese polo a tierra. Gracias a él pudimos entender mejor estas dinámicas para que la gente comprendiera nuestro propósito inicial: valorar el campo, con todo lo que ofrece y provee. Más que nuestro manager, es nuestro amigo y dirección en este camino.

Nosotros soñamos con poder darle una casa a mi mamá, que viva cómoda en el campo que tanto ama y que tenga todo lo que se merece. Cada uno de nosotros ha aportado desde lo que puede para alcanzar poco a poco esos sueños. En mi caso, todo lo que sé es porque ella me lo ha enseñado, me gustaría ser chef, y la mejor escuela es mi propia casa, aquí he aprendido a cocinar de todo, dicen que tengo buena sazón y yo le doy las gracias al campo por ese amor y esas ganas de mostrárselo al mundo. Por otro lado, mi hermano Jonier, el de 19 años, aunque no terminó sus estudios es un hombre disciplinado, aprende muy rápido y es apasionado por la biología y la gastronomía, y eso ha hecho que encuentre en nuestro campo experiencias que comparte a través de los videos con personas de Colombia y el extranjero; Julián Steven, tiene 14 años y su deseo más grande en la vida es ser futbolista, y aunque ahorita está concentrado en trabajar en este proyecto familiar, no descarta la idea de que vaya a ser famoso y pueda darle una vida mejor a mi mamá.

Esta familia se sostiene porque hay amor y ganas de trabajar, somos campesinos, exponentes del talante y la fortaleza de lo que significa ser colombiano .

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¿Por qué se hacen llamar los Escachaitos”

(Risas) Después de tres días pensando en el nombre decidimos llamarnos igual que el apodo que le dijeron toda la vida a mi papá. Significa: “una vaca sin cachos”, y nos pareció divertido que nos reconocieran así, porque además de ser recordado con facilidad, de alguna manera le estamos haciendo un homenaje a uno de los animales más importantes del campo colombiano.

¿Cómo es el día a día de los Escachaitos?

Lo primero que hay que decir es que nosotros siempre trabajamos en equipo. Nos levantamos a las 6:00 a.m., le pedimos a Dios por un nuevo día, hacemos el desayuno entre todos, alimentamos a los pollos, y luego nos vamos a ordeñar. Cuando ya tenemos la leche, se la llevamos al lechero para que la distribuya e inmediatamente desayunamos un caldo propio del campo, y después salimos a deshierbar el maíz y a hacer las labores del hogar.

En el transcurso del día vamos a ver el ganado, a revisar a todos nuestros animales, cortamos leña para poder cocinar (porque los mineros no volvieron a llegar a la finca por el paro) y nos ponemos a cultivar maíz y habas. Actualmente tenemos dos vacas, y treinta gallinas. Podríamos tener más animales, pero como el pasto está tan escaso, es muy difícil garantizarles una calidad de vida.

¿Qué cultivos tienen actualmente en la finca?

En este momento tenemos pera, manzana, auyama, arracacha y estamos en el proceso de siembra de papa, arveja, y habas. Cada uno de estos es muy importante para nuestro contenido digital.

De la mano de mi mamá les hemos enseñado a todos nuestros seguidores a utilizar los recursos que ofrece el campo para hacer recetas saludables, de calidad, como las compotas de pera, de papaya, el tradicional dulce de papayuela e incluso, hablamos de cómo aprovechar las hierbas para tener una buena salud. Mucha gente que viene y que ya sabe dónde encontrarnos nos pregunta por las propiedades de muchas de las hierbas que se encuentran en nuestro campo, para añadirlas al aguapanela o a preparaciones tradicionales que necesitan ese “toque” de bienestar en sus platos.

¿Cuál es el mayor aporte que les ha dejado hacer este contenido digital?

El apoyo de la gente es lo más importante para nosotros. Gracias a nuestros videos ya tenemos 110.000 seguidores en Tik Tok, y 2.200 en facebook, la verdad es que nos sorprende mucho, y es que es gracias a nuestras redes sociales que nos han llegado muchas ayudas, de todo tipo. No han donado dinero, han venido a traernos cosas, a comprar nuestros productos, y eso es lo más importante.

El colombiano que ayuda a otro ya tiene el cielo ganado. Entre todos debemos dar a conocer y rescatar las cosas maravillosas que ofrece el campo. Este tipo de contenidos han impactado a tal punto que ya no nos ven como un “cero a la izquierda”, sino que con todo lo que enseñamos nos hemos vuelto constructores de país, en donde se resalta la buena manera de hacer las cosas. No hay nada como salir a trabajar contento para darles el sustento a la familia de uno y a la de los demás. El campo es muy tranquilo, se respira aire puro, es un lugar seguro, y si la gente se atreviera a adentrarse más en nuestras raíces, no le quedarían dudas de que esta es la calidad de vida real, no la de tener un carro, o vivir en constante estrés. Aquí los niños tendrían una mejor infancia, sabrían la importancia de proteger el medio ambiente y cosechar con sus propias manos el alimento. Nuestros videos buscan precisamente eso, que la gente quiera venir, que se sientan motivados, que rompan la rutina y que nos apoyen, y nosotros, en contraprestación, lo que queremos es que vivan felices, tranquilos, a veces lo poco significa mucho.

¿Cuáles de las recetas que ustedes han enseñado en sus videos son las que más le gustan a la gente?

El dulce de papayuela, los envueltos, el guarapo boyacense y las cuajadas. Las personas dicen que recuerdan su infancia y que la comida de Boyacá es la más rica del país, por la forma como se origina y se prepara.

¿A qué les sabe Colombia?

A dulce de papayuela, porque es una receta que tiene todos los ingredientes que describen al país. La felicidad de su gente, el amor a las culturas, la perseverancia del pueblo, la pujanza y las ganas de salir adelante, pese a las adversidades a las que debemos enfrentarnos.

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