Se estima que las mujeres contribuyen con el 40 % y el 80 % de la labor cafetera global, desde el cultivo hasta la taza. Aunque son cifras alentadoras que dejan ver cómo se ha ido transformando la industria en los últimos años y cómo esta ha aumentado la participación de las mismas en comités e incluso en cooperativas cafeteras, el panorama sigue evidenciando algunas fallas en las que diferentes marcas del país han encontrado una oportunidad para llevar a cabo proyectos que destaquen y resalten el verdadero rol de este género en las tareas cafeteras.
“Actualmente, el 30 % del total de los productores de café en el país son mujeres. Estas son responsables del 25 % de la producción nacional y del 26 % del área de café sembrada en el país. Llama la atención que algunos departamentos con alta tradición cafetera presentan las tasas de jefatura femenina más bajas. Estos son Caldas, con 19 %; Antioquia, con 21,9 % y Tolima, con 22, 1%”, así lo confirma la dirección de Desarrollo Social de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC), en un estudio reciente.
Es por esto que la marca de café del Huila, Soca, una empresa de tradición familiar fundada en 1998 por Maritza Serrato ha tenido como propósito destacar el rol de las mujeres en la cadena productiva, así como en el bienestar de las comunidades cafeteras, inspirándose en ellas para crear un tributo a las exponentes de Asoguaguëñas, quienes cuidan con dedicación desde la semilla hasta la mata y cada parte del proceso que hace que su café se destaque en el mercado.
La línea Mujer Caficultora rinde un homenaje a las mujeres como Luperly, Yoanna y Adriana, quienes dedican sus días a llevar lo mejor de la tierra a cada taza de café. En Gastronomía y recetas hablamos con ellas para que nos contaran lo que significa trabajar con uno de los productos con más tradición del país.
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Luperly López González
Pertenezco al grupo asociativo de mujeres cafeteras del municipio de Palermo Asoguagüeñas, pienso que el rol de la mujer aquí en Colombia ha cambiado en el transcurso del tiempo y de los años, ha sido próspero. Gracias a ese espacio se han ido fortaleciendo dando también los derechos de la mujer, hoy en día somos más libres. Podemos tomar nuestras propias decisiones y el rol de nosotras ha cambiado porque antes las mujeres eran solamente para el hogar, para los hijos, el esposo, para las labores de la casa. Ahora somos grandes empresarias, gracias a la caficultura nos hemos liberado, tomamos más decisiones y me siento muy contenta por eso.
Además, la labor que realizamos en el campo fortalece mucho la cadena de la caficultura porque hacemos nuestro trabajo con amor y dedicación, lo que nos permite participar en espacios que se abrieron para que podamos acortar una brecha de género que ha existido siempre. Hoy en día podemos competir en la industria para poder sacar a nuestras familias y nuestro hogar adelante. Ellas dependen económicamente del café, de la caficultura, y así podemos enseñar a nuestros hijos y dejarles un relevo generacional de este arte tan hermoso.
La mujer se ha ido capacitando, creciendo y sacando adelante el rol de “mujer independiente”, ha aprendido que sí se puede y que puede ser autónoma. El café es nuestro sustento diario, es la riqueza que tenemos en el campo y ser caficultora colombiana es uno de mis mayores orgullos. Gracias a Soca hemos construido conocimiento y este le ha dado paso al reconocimiento como mujeres, nos han empoderado en el sector caficultor del departamento del Huila, y estamos muy agradecidas porque ha sido un impulso muy grande desde que llegaron hasta nuestra asociación. En la actualidad nosotros recolectamos los granos maduros de excelente calidad para así hacer los procedimientos pertinentes con el producto hasta sacar los cafés lavados y el café Honey, que son los que nacen en las fincas.
Pienso que uno de los objetivos que debemos trazarnos las mujeres huilenses es seguir con las sociedades, así podemos seguir enseñando esa tradición tan bonita de la caficultura colombiana y fortalecer el papel actual de la mujer caficultora que fundamental, vital y definitivamente necesario para que todos pongan los ojos en el campo.
Yoanna Andrea Suárez Rodríguez
Creo que son muchos los objetivos que debemos trazarnos como mujeres para seguir siendo destacadas en el sector. En el tema gastronómico, que es el principal, es clave capacitarnos constantemente para estar a la vanguardia de todo lo que se está haciendo y de todo lo que se puede hacer con el café, sin duda es un área muy grande y muy bonita, pero también de mucha responsabilidad y retos para poder estar a la altura de la actualidad, de lo que el mercado exige.
Estamos en un dinamismo en donde permanentemente esto se actualiza, cambia, así que tenemos que estar muy preparadas para poder seguir innovando y marcar la diferencia en temas de procesamiento, de transformación y vinculación del café en la gastronomía. Otro de los objetivos es -ya estando capacitadas- buscar un buen mercado, para impulsar la comercialización de los productos que se hacen a base del café y así tener el reconocimiento justo por esta labor.
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Adriana María Silva
El rol de la mujer caficultora en nuestro país hace parte de la cadena de valor que sobresale y abarca todos los eslabones de la agroindustria alimentaria, desde la recolección de café hasta propietarios de fincas empresarias, baristas, catadoras, líderes comunitarias y gremiales. Allí es donde nos damos cuenta de que tenemos unas capacidades y un empoderamiento único, y es que no se trata de dejar de ser esposas, madres, mujeres, cabezas de familia, sino de convertirnos en un eje principal que haga que la caficultura tome un nuevo rumbo demostrando que puede haber un empalme generacional a través de nosotras, en conjunto.
Desde el género femenino queremos fortalecer la agricultura como familia y demostrar que podemos dar muy buenos resultados. La alianza con Soca ha sido una gran oportunidad para poder enseñar la calidad de nuestro café y lo que estamos haciendo en nuestra finca. Es una ganancia compartida, nosotras somos productoras y ellos son los que transforman y comercializan. Más que vender el producto es poder saber qué hay detrás de él y cómo desde el proceso de cosecha se habla de excelencia y calidad. Es por esto que queremos que haya más tecnología, que nuestros hijos sean capacitados y que puedan traer conocimiento a las fincas para potencializarlas, Soca es una empresa que trabaja con nosotras a favor de esto.
Nosotras como organización de mujeres cafeteras en Palermo, Huila (Asoguagueñas), manejamos 18 fincas. Tenemos variedades del café y estamos incursionando en unos varietales como el Geisha y el Bourbon Rosado que son cafés exóticos. Por lo general hacemos tres procesos: el lavado, el natural y el Honey, este último es la alianza que promovemos a través de Soca.
La marca de cafés especiales del Huila, Soca, cuenta con sellos de Café de Colombia Denominación de Origen e Indicación Geográfica Protegida. En 2019 fue condecorada con la medalla de Plata Monde Selection 2019 a la calidad y en 2020 ratificaron este reconocimiento con la medalla de Oro Monde Selection del año a la calidad. ¡Colombia presente en un solo sorbo!
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧