Las barreras que tienen las mujeres afro para acceder a un aborto

La organización ILEX Acción Jurídica presentó el informe “IVE desde el Margen”. El estudio expone las barreras que enfrentan las mujeres negras para acceder a un aborto legal y hace un llamado a involucrar a esta población en el diseño e implementación de políticas pública.

Redacción Género y Diversidad
30 de abril de 2024 - 09:00 p. m.
La organización ILEX Acción Jurídica encuestó a 81 mujeres afrodescendientes sobre las dificultades para el acceso al aborto.
La organización ILEX Acción Jurídica encuestó a 81 mujeres afrodescendientes sobre las dificultades para el acceso al aborto.
Foto: María José Porras - ILEX

Para las mujeres negras afrodescendientes del país, su situación económica, la estigmatización social, la falta de educación sexual, la carencia de una red de apoyo y las barreras institucionales del sistema de salud son factores que condicionan su acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) e incrementan la posibilidad de recurrir a abortos inseguros. Así lo reveló el informe “IVE desde el Margen”, de la organización ILEX Acción Jurídica, liderada por abogadas afrocolombianas.

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El estudio presenta las barreras y limitaciones que enfrentan las mujeres afro en los departamentos de Bolívar, Chocó y Valle del Cauca en cuanto al acceso al aborto. Asimismo, expone cifras sobre abortos voluntarios y abortos espontáneos pues, en algunas ocasiones, hay mujeres que prefieren describir sus IVE como espontáneas debido a la carga moral y estigmas.

Realizaron seis grupos focales, dos en cada territorio, aplicaron 81 encuestas y realizaron entrevistas a profundidad para conocer las dificultades para el acceso al aborto. La mayoría de las mujeres encuestadas pertenecen a los estratos 1, 2 y 3, y se desempeñaban como cabezas de hogar siendo responsables de labores del cuidado y del sostenimiento de sus familias. En el caso específico del Chocó, el 46% de las mujeres vive en condición de pobreza extrema.

El estudio logró identificar a 25 mujeres que habían experimentado abortos. De ellas, 11 habían tenido abortos espontáneos y 14 habían optado por una IVE. Según la investigación, el 66,7% de las mujeres en Bolívar se practicaron un aborto voluntario, en el Chocó el 53,3% y en el Valle del Cauca el 50%. Por otra parte, el 33,3 %, 46,7 % y 50 %, respectivamente, aseguró que tuvo un aborto espontáneo.

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No todas accedieron al sistema de salud, la mayoría autogestionó su aborto tomando Misoprostol, un medicamento que se utiliza frecuentemente en el proceso de interrupción del embarazo y requiere de una formula médica para su venta. Como se lee en el documento de ILEX, las mujeres encuestadas acudieron a farmacias donde les proporcionaron de forma clandestina y sin acompañamiento este medicamento.

Sin embargo, en algunos casos, esos abortos autogestionados quedaron incompletos y “por la estigmatización social, por la culpa, por la criminalización o simplemente por el hecho de no reconocer que interrumpieron su embarazo, optan por decir que fue espontaneo cuando acuden a servicios de salud”, comenta en diálogo con El Espectador Dayana Blanco Acendra, abogada y directora de ILEX.

Por otra parte, la directora de ILEX explica que, cuando se analizan territorios habitados mayoritariamente por población afrodescendiente, que en el país son Chocó, Nariño, Antioquia, Bolívar y Valle del Cauca, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), hay que pensar en la configuración misma del territorio. Por una parte, hay una afectación histórica por el conflicto armado y la ausencia del Estado, y también zonas de isla y cerca de ríos que significan “una barrera de infraestructura y de tiempo en el acceso a servicios de salud”.

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Por eso, hablar sobre el derecho al aborto en estos territorios implica también mayores niveles de estigmatización social. En el informe se lee que la feminización de la pobreza, es decir, el hecho de que la pobreza afecta más a mujeres y niñas lleva a las mujeres negras a ser más vulnerables a la discriminación, a violencias basadas en género, además de estar expuestas a la falta de acceso a servicios esenciales como la salud sexual y reproductiva.

Además, la discriminación racial y los prejuicios como la falsa creencia de que las personas afro pueden soportar más dolor limita el acceso al aborto legal y seguro. La investigación relata el testimonio de una mujer afro de Cartagena que buscó atención médica por un aborto espontáneo. Tardaron más de siete días en darle la atención que necesitaba y, en su segunda visita al centro de salud, fue acosada sexualmente y le negaron atención inmediata, lo que la obligó a regresar al día siguiente para ser valorada nuevamente.

Sobre las razones de por qué decidieron interrumpir voluntariamente sus embarazos, el 19.3 % de las mujeres encuestadas consideró que la situación económica era uno de los motivos principales. El 17.2 % señaló que la decisión se relacionaba con su proyecto de vida y para el 12% porque eran embarazos no planificados. Sin embargo, el 11.5 % de las mujeres también indicaron que el miedo fue uno de los motivos para acceder a la IVE.

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La investigación también aborda el rol de la partería tradicional afrocolombiana, sus asociaciones y el de la medicina tradicional en la prestación del servicio de aborto y como garantes de los derechos sexuales y reproductivos. Como explican desde la Red Interétnica de parteros y parteras del Chocó (ASOREDIPARCHOCÓ), que participó en el estudio, no es que las parteras realicen abortos, pero en el territorio son quienes primero atienden emergencias obstétricas o incluso acompañan y ayudan a aquellas mujeres que, por ejemplo, introducen ganchos o golpean sus vientres con el fin de inducir un aborto.

ASOREDIPARCHOCÓ también está trabajando en un documento que contiene reflexiones sobre las dificultades para abordar la interrupción voluntaria del embarazo y el rol que tienen las parteras y parteros en el acceso a información en sus comunidades y municipios con débil acceso a servicios de salud sexual y reproductiva. Así, uno de los temas que sale a la luz, al igual que en la investigación presentada por ILEX, es el desconocimiento del marco normativo del aborto en Colombia y las rutas de atención.

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Por esto, el estudio afirma que tener un marco normativo amplio no es suficiente cuando no toma en consideración las realidades de los territorios y poblaciones históricamente vulneradas. Así, hacen un llamado a involucrar a las personas negras afrocolombianas en el diseño e implementación de políticas para la promoción y protección del derecho a la IVE.

Para Blanco Acendra, hablar sobre el derecho al aborto en la población afro del país es un gran pendiente. Sin embargo, este estudio brinda “un hallazgo positivo y es que las mujeres necesitan hablar de eso. Necesitan espacios seguros, acompañados que les permitan hablar de las barreras que enfrentan para gozar de sus derechos sexuales y reproductivos y cómo superarlas”, concluye.

Por Redacción Género y Diversidad

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Jairo(24834)05 de mayo de 2024 - 01:41 p. m.
Quienes sufren más... Esa es la pregunta de fondo... Quienes tienen más derechos.... Las mujeres, las negras o las trans...... Si conoces a una mujer negra trans qué quiera abortar llama a línea Feminista del EE. Ella per se merece TODO Y TODO ES TODO
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