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“Me decía qué ropa ponerme”: denuncian a empresario por violencia intrafamiliar

La abogada María Angélica Durán denunció en 2018 a su expareja, Luis Leonardo Parada Sierra. Según su versión, abusó sexualmente de ella y la agredió físicamente. El proceso penal sigue estancado, pese a que es abreviado y debería ser más ágil.

Las Igualadas

02 de diciembre de 2022 - 12:44 p. m.
Luis Leonardo Parada está denunciado por el delito de violencia intrafamiliar.
Foto: Archivo particular
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El 21 de mayo de 2018, María Angélica Durán Valbuena, una abogada de 33 años, llegó a la Fiscalía para denunciar a su expareja, el empresario Luis Leonardo Parada Sierra. Ese día narró los hechos que hoy, más de cuatro años después, ha tenido que repetir varias veces buscando que se investigue su caso. Según quedó consignado en el ente investigador, el sujeto agredió físicamente a su pareja y abusó de ella sexualmente durante una salida a Villavicencio el 12 de mayo de 2018. Y aunque la Fiscalía encontró veraz este relato e identificó motivos para imputar el delito de violencia intrafamiliar, el proceso penal está estancado sin una decisión de fondo. (25N en Bogotá: los miedos y las esperanzas detrás de las movilizaciones feministas)

Durante casi dos años, María Angélica y Luis mantuvieron una relación de pareja. Sin embargo, ese fin de semana, de acuerdo con lo narrado ante las autoridades, el hombre revisó el celular de su compañera y, al ver que un amigo la llamaba, decidió insultarla, golpearla en la cara, tirarla al piso, pegarle un puño en el ojo derecho y propinarle varias patadas en su cuerpo. A esa agresión física la siguió un encuentro sexual que, según la versión de la mujer en poder de la Fiscalía, debe ser tipificado como un abuso sexual pues, debido al estado de estrés en el que se encontraba, no estaba en capacidad de resistir. (Policía abusó mujeres por rebelarse de roles de género: Amnistía Internacional)

Por cuenta de las lesiones, que afectaron uno de sus ojos y su dentadura, a María Angélica le dictaminaron incapacidades que sumaron más de 40 días; intentó quitarse la vida; e inició un proceso de acompañamiento psicológico y psiquiátrico durante dos años. En diálogo con este diario, la abogada contó que a esta violencia física la antecedió una violencia psicológica que le hizo perder el interés en la vida durante varios años y le provocó episodios de ansiedad y depresión, según constató una psiquiatra.

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“Al principio era una persona muy amable, me quería enamorar todo el tiempo, estaba pendiente de mí. Al transcurrir el tiempo, ya cuando estaba viviendo con él, se hizo una tormenta porque lo único que hacía era tratarme mal, decirme groserías, me bloqueaba personas en mis redes sociales, no me dejaba salir con mis amigos. No me dejaba ponerme la boca roja, me exigía que le tenía que mandar fotos de cómo estaba vestida cuando no estaba con él. Si mostraba o tenía escote, me decía que qué iba a hacer en la oficina. Además, pensaba que, mis cargos en el sector público los lograba porque mi papá (el exconcejal Jorge Durán Silva) es político. Me decía que era bruta”, aseguró María Angélica en diálogo con Las Igualadas, canal de género de El Espectador. (¿A las mujeres les gusta el maltrato?)

Mira aquí una entrevista con la abogada María Angélica Durán

También tuvo que lidiar con las emociones de la culpa y el miedo a salir a la calle, pero, gracias al acompañamiento profesional de una psiquiatra, ha dedicado tiempo a su salud mental. Por sugerencia de su médica, fue que decidió radicar su denuncia en la Fiscalía. “Vale la pena porque es el primer paso para no quedarme callada. Pero han pasado ya más de cuatro años, la verdad no ha habido buena respuesta por la Fiscalía, imputó mal los cargos y no incluyó dos agravantes, como el abuso sexual en estado de indefensión”, afirmó María Angélica.

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En el escrito de acusación, la Fiscalía asegura que Luis Leonardo Parada Sierra “conocía que estaba maltratando de manera física y psicológica a su compañera permanente y quiso hacerlo (…) era consciente que su conducta está prohibida, de ahí que le era exigible no maltratar a los miembros de su núcleo familiar”. Pese a esto y a que el proceso que se adelanta es abreviado, es decir, que debería ser más ágil que un proceso ordinario, desde hace un año y medio se viene aplazando la audiencia concentrada, que permitiría avanzar en el caso. (Mujer se queja de que comisaría no quería atenderla por violencia intrafamiliar)

Iván Jiménez Lafaurie, abogado que representa a la denunciante, tiene reparos frente a la actuación de la Fiscalía en este proceso: “El 21 de mayo de 2018, María Angélica puso en conocimiento estos hechos ante la Fiscalía y fue solo hasta el 4 de junio de 2021 que el ente acusador imputó al señor Parada Sierra por el delito de violencia intrafamiliar, que tiene una pena de cárcel de 6 a 14 años cuando el maltrato se le produce a una mujer. No obstante, llama la atención que la Fiscalía no le imputó el agravante, por haberse propinado la agresión contra una mujer, quedando entonces la pena de prisión a imponerle al señor Parada de 4 a 8 años. Además, como el señor Parada no tiene antecedentes, la pena que impondría el juez sería solo de 4 años de cárcel”.

“Adicional a lo anterior, y a pesar de las declaraciones de María Angélica y los dictámenes de Medicina Legal, psiquiatras y psicólogas, según los cuales se evidencia que la víctima fue abusada sexualmente el mismo día de los hechos, estando en incapacidad de resistir, solo hasta agosto de 2022 la Fiscalía compulsó copias a la Unidad de Delitos Sexuales para que investigue al señor Parada Sierra. A la fecha, no ha pasado absolutamente nada en ese proceso”, agregó el abogado Iván Jiménez. (¿Qué es la violencia de género y por qué es importante nombrarla?)

El más reciente informe de Medicina Legal da cuenta de que los casos de violencia intrafamiliar han aumentado este año en un 22%, las mujeres son sus mayores víctimas y gran parte de los casos se concentran en la violencia de pareja. Bogotá, Medellín y Cali son las ciudades más afectadas. No obstante, organismos de derechos humanos y organizaciones civiles han alertado sobre los altos niveles de impunidad que rondan a las investigaciones relacionadas con las violencias contra las mujeres, que en el caso del feminicidio se aproxima al 90%.

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Ante la inoperancia estatal, algunas mujeres, como María Angélica Durán, la joven violada en una estación de Transmilenio y la mujer agredida por el periodista Juan Fernando Barona, han optado por hacer públicos sus casos en redes sociales o medios de comunicación. En opinión de la abogada Ana Bejarano, el periodismo y el escrache se han convertido en la única forma de obtener resarcimiento y algo de verdad. “El problema no es que existan formas paralelas de denuncia, sino que son las únicas. Lo que debería primar la denuncia ante el sistema de justicia (…) el sistema de justicia debe ser empático, comprometido con erradicar la violencia contra las mujeres (como lo establece la Convención de Belém do Pará), reconocer que hubo un daño, pero también el castigo contra quien lo hizo”, afirmó a este diario la abogada. Eso, en su opinión, supone también otros retos para el periodismo, como por ejemplo implementar protocolos de atención para que los y las periodistas sepan cómo tratar estos casos.

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Otra abogada experta en derechos humanos consultada por este diario, quien pidió mantener su nombre en reserva, explicó que también es necesario estudiar desde la academia cuáles son los efectos de los escraches y las revelaciones periodísticas sobre violencias basadas en género. “No hemos estudiado bien qué pasa con los escraches y publicaciones periodísticas, y si eso se traduce en procesos judiciales que terminan en sentencias. Este tipo de denuncias son algo novedoso en el sistema penal, no es una coincidencia que las pistas legales que tenemos sobre esta situación vengan por acciones de tutelas, nos vamos a tardar en ver qué efecto tienen en el sistema penal”, afirmó la abogada.

“Hoy me siento preparada, fuerte emocionalmente, lo más importante es que volví a tener amor propio, estar segura de mí misma, ya no tengo miedo, no tengo miedo de decir que fui víctima de violencia de género y estoy aquí para que las mujeres no callen más este tipo de situaciones y que puedan denunciar. A mí nunca me enseñaron a tener una relación sana, ni de cómo poner límites. Ahora me parece importante porque las mujeres tenemos que saber que una relación se basa en amor y respeto”, concluye María Angélica. Luis Parada fue contactado por este diario para conocer su versión, pero no obtuvimos respuesta a la solicitud.

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