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Dos veces al año, durante 40 días y 40 noches, miles de personas en 41 países del mundo se reúnen alrededor de clínicas de abortos para rezar y rechazar la interrupción voluntaria del embarazo, que en Colombia es legal en tres causales. Los manifestantes hacen parte del movimiento “40 días por la vida”, que surgió en 2004 en Estados Unidos y que en el país se lleva a cabo en ciudades como Bucaramanga, Barranquilla, Cali, Cartagena y Medellín. Pero las sedes de la clínica Oriéntame, en Bogotá, son algunas de las que concentran más ciudadanos que se turnan las 24 horas del día para no parar la cadena de oración. (Lea aquí: El caso que tiene en vilo el aborto en la Corte Constitucional)
“La mujer merece conocer la otra alternativa: no abortar. Y recibir la información sobre esa opción. No estamos en contra de Oriéntame, sino en contra del aborto”, aseguró a este diario Pamela Delgado, líder de la campaña religiosa. Sin embargo, Oriéntame sostiene que los manifestantes sí hostigan a las usuarias que llegan a abortar, que las persiguen hasta los puntos de transporte público para convencerlas de desistir, que las fotografían y graban en videos que suben a redes sociales, que las tocan y las abrazan y que en ocasiones se han visto sobrevolar drones. (Especial multimedia: 10 años del aborto como un derecho)
“La vigilia interfiere con la entrada y la salida de las mujeres que acuden a las clínicas. Los manifestantes se ubican en el andén del frente o cruzan la acera para interceptar usuarias y trabajadores. Todos los recorridos desde los puntos de transporte público implican pasar frente a ellos, que pueden vigilar a las mujeres. Además se instalan con baño portátil, sillas, mesas, plásticos a manera de carpas, afiches, carteles, imágenes de fetos que desinforman sobre el aborto, así como otros objetos que obstaculizan el uso y el disfrute de los andenes públicos”, afirmó Oriéntame.
Desde la primera vigilia en Bogotá, que se realizó en el segundo semestre de 2015, la clínica ha denunciado que los derechos al aborto, considerado fundamental por la Corte Constitucional, y al espacio público están siendo vulnerados por este movimiento de religiosos. Más de una veintena de derechos de petición así lo evidencian, pero, pese a sus insistencias, la administración no ha respondido efectivamente sobre si hay o no motivos para tomar medidas que garanticen el servicio a la salud o si, por el contrario, “40 días por la vida” está ejerciendo sin problemas su derecho a la protesta.
Debido a esto, Oriéntame interpuso hace un mes un nuevo derecho de petición ante cuatro alcaldías locales de Bogotá y las secretarías de Integración Social, de la Mujer, de Seguridad y de Gobierno, para reiterar sus denuncias y pedir concretamente que se establezcan unas “zonas de protección”, ubicadas como mínimo a 150 metros de distancia de las cuatro sedes de la fundación y en las que se prohibirían manifestaciones en contra del aborto. Además solicitó la presencia permanente de gestores de convivencia y de agentes de Policía Nacional durante las vigilias. (Lea aquí: Lo que opinan los expertos sobre limitar el aborto a la semana 22)
El derecho de petición, que aún no ha sido resuelto, se radicó el pasado 7 de septiembre, semanas antes de que comenzara la nueva jornada de oración, que va hasta el 4 de noviembre. El centro médico cuenta con más de 30 evidencias, entre las que se encuentran fotos, mensajes de Whatsapp y documentos. En ellas se detalla, por ejemplo, que en varias oportunidades se ha bloqueado la entrada a la clínica de Teusaquillo y que las usuarias han tenido que ser sacadas en vehículos para no ser acosadas.
En varias ocasiones, la entrada a la clínica de Oriéntame en Teusaquillo ha sido bloqueada. / Cortesía
Otro de los episodios cuenta que una empleada de Oriéntame se enfermó de apendicitis, por lo que tuvo que ser trasladada en ambulancia. Pero al salir, los manifestantes tomaron fotos y las subieron a redes sociales diciendo que se trataba de una emergencia por un aborto mal practicado. “Eso es difundir información falsa. La Corte Constitucional ha dicho que la información sobre salud sexual y derechos reproductivos debe tener un carácter científico y no debe ser tergiversada o discriminatoria”, alegó la clínica. (Tuve la opción de abortar, pero decidí tener a mi hija: Verónica Cardona)
El centro médico añadió que el nivel del volumen de los cánticos en contra del aborto perturba a las pacientes que se encuentran en la sala de descanso y que hace un tiempo se publicó en el Facebook de “40 días” el nombre de una usuaria que iba a abortar. “Tiene seis semanas de embarazo y tiene cita el lunes para abortar”, se lee en el mensaje. Otra paciente denunció que cuando salió rumbo a la parada de Transmilenio, dos mujeres la siguieron y le frotaron el abdomen hablándole de su embarazo. Aunque nunca les dio su número de teléfono, al llegar a su casa recibió el siguiente mensaje de Whatsapp: “Estamos orando con mucho amor por ti (...) el doctor Andrés, especialista en embarazos de alto riesgo, puede atenderte sin cobrarte. Quedo pendiente de ti”. Eso, de acuerdo con Oriéntame, pone en riesgo la intimidad y la seguridad de las mujeres.
Los trabajadores del sitio también han resultado afectados con estas actividades, ya que aseguran que constantemente son objeto de insultos y no pueden desarrollar sus labores en condiciones de dignidad, pues son desprestigiados públicamente. En una ocasión, un hombre se paró en la puerta de la clínica con un crucifijo mientras les gritaba: “los asesinos morirán decapitados, morirán calcinados y serán llevado a la hoguera” y “cómplices de asesinato de niños inocentes”. Al respecto, Oriéntame recordó que “ninguna clínica puede funcionar normalmente con una manifestación que interrumpe el funcionamiento normal y la tranquilidad de las usuarias durante al menos 80 días al año. Las clínicas son los lugares donde se materializa el derecho a la salud”. (Yo aborté en París : Florence Thomas)
Esta es la fachada de la Clínica Oriéntame en Teusaquillo. / Cristian Garavito.
Por eso, la institución pidió crear las zonas de protección y aclaró que no es un ataque contra la libertad de expresión, porque las personas se podrán manifestar, pero fuera de las zonas que tendría que delimitar la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía de Bogotá. En Colombia no hay antecedentes de estos espacios en materia de aborto, pero otros países han implementado el esquema debido a los hostigamientos de los grupos antiaborto. (Lea aquí: Policías contra el aborto)
Hace seis meses, el Reino Unido la implementó e impidió que cualquier grupo antiabortista proteste a menos de 100 metros de una clínica, e incluso limitó el número de manifestantes en determinadas ocasiones. Canadá aprobó una norma que no permite protestas a 50 metros de clínicas de derechos sexuales y reproductivos y prohibió tomar fotos, videos o audios de cualquier persona que ingrese o salga de estos sitios. Y Tasmania (Australia) estableció que no se puede intimidar, asaltar, acosar, hostigar, interferir, amenazar o impedir el acceso al personal y prohibió las protestas que puedan ser vistas o escuchadas al ingresar al centro médico.
“Las mujeres que acuden a las clínicas para realizarse un aborto en los casos autorizados por la Corte Constitucional están haciendo uso de sus derechos constitucionales, por tanto, tienen derecho a tomar decisiones sobre su cuerpo sin ser molestadas. El Estado tiene una posición de garante para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer y establecer zonas de protección para garantizar que la mujer no sea sometida a ninguna discriminación”, concluyó Oriéntame en su derecho de petición.
Aunque hay fotos y documentos que registran estos supuestos hostigamientos, Pamela Delgado, líder de “40 días por la vida” en Colombia, negó los señalamientos. “No tenemos drones, ni les hemos tomado fotos a las usuarias porque eso sería atentar contra su intimidad. Nos tomamos fotos entre nosotros para mostrar lo que hacemos en nuestra página de Facebook. Somos un grupo de creyentes que ora con la intención de que se acabe el aborto. Solo rezamos y repartimos volantes inofensivos con mensajes a favor de la vida, para ayudar a las mujeres a tomar una decisión informada. Una mujer embarazada tiene más opciones que el aborto, como por ejemplo acudir a la adopción o a apoyo psicosocial. Nunca hemos bloqueado el ingreso a Oriéntame”, añadió Delgado a El Espectador.