Así opera el PCC, el grupo criminal brasilero que trafica con “Iván Márquez”
El Primer Comando Capital es considerada por las autoridades brasileras como la organización criminal más grande de ese país y que fue creada durante los años 90 como parte de una estrategia de la población carcelaria para confrontar la brutalidad policial. Sus redes de narcotráfico se mueve por la Amazonía.
Aunque la atención se centra en los pactos mafiosos que tienen las disidencias de la extinta guerrilla de las Farc con los carteles mexicanos, las autoridades han venido reportando otros lazos con grupos criminales igual de poderosos y que colindan con el territorio colombiano. La Dirección Antinarcóticos de la Policía viene detectando la relación que tiene la disidencia de la autodenominada Segunda Marquetalia (liderada por alias Iván Márquez, Jesús Santrich, Romaña y el Paisa) con el Primer Comando Capital en Brasil.
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Aunque la atención se centra en los pactos mafiosos que tienen las disidencias de la extinta guerrilla de las Farc con los carteles mexicanos, las autoridades han venido reportando otros lazos con grupos criminales igual de poderosos y que colindan con el territorio colombiano. La Dirección Antinarcóticos de la Policía viene detectando la relación que tiene la disidencia de la autodenominada Segunda Marquetalia (liderada por alias Iván Márquez, Jesús Santrich, Romaña y el Paisa) con el Primer Comando Capital en Brasil.
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Se trata de la organización criminal conformada por miles de prisioneros que organizaron grupos para defenderse en el violento sistema penitenciario de Brasil. Esta multitudinaria pandilla surgió en San Pablo en los años 90 y ha librado una sangrienta batalla por el dominio en todo el país. Se cree que el grupo criminal es el más grande y organizado de Brasil y que hace presencia en 25 de los 27 estados brasileros. Y ahora, tal parece, es socio de las disidencias de las Farc en el tráfico de cocaína por el Amazonas.
Una de las rutas que ha identificado la Dirección Antinarcóticos de Márquez tiene como destino Europa. La ruta fluvial utilizada es el río Caquetá, que conecta los centros de producción de cocaína de este departamento con el Putumayo, conectando directamente hacia Brasil. Ya en territorio brasileño, se conecta con el río Amazonas que, a través de transporte escalonado (en puntos ya establecidos), llegan al océano Atlántico. Es en este tramo que intercede la gente del PCC y en el que existe el abandono estatal por parte de las autoridades de la triple frontera: Colombia, Brasil y Perú.
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El estado brasilero de Amazonas, al noreste de ese país, es una región altamente porosa que tiene una conexión directa con los principales exportadores de droga a nivel mundial y cuya posición geográfica le permite conectarse con Venezuela, Perú, Colombia y Bolivia. Además es un corredor estratégico para llegar a otras naciones del sur del continente. Esta región es considerada una zona estratégica para el tránsito ilegal transnacional en el que la corrupción y la violencia campean. Fuentes de la Armada colombiana le contaron a este diario que uno de los puntos débiles en esta región es la poca coordinación y colaboración que existe entre los países para enfrentar el crimen organizado.
“Estas trabas para integrarnos entre países en la triple frontera hacen más débil las labores de vigilancia. Esto facilita la expansión de los grupos criminales que luchan por las rutas del narcotráfico”. Esta ruta que el PCC se disputa con otros grupos criminales como el Comando Vermehlo y la Familia del Norte. Un corredor de la droga que sí controla de punta a punta es el que va desde Perú y Bolivia, pasa por Paraguay y termina en Brasil y que es denominado como la ruta caipira. Además, según prensa brasilera señala que en Uruguay han conformado redes para lavar dinero.
Según la OEA y Naciones Unidas, la demanda de consumo de cocaína ha aumentado en los últimos años. Es decir que la cocaína no solo sale para Europa, sino que gran parte se queda para el consumo local. “La desaparición de los grandes carteles de cocaína en Colombia, como el de Medellín o el de Cali, dejaron un vacío que los grupos criminales de Brasil han intentado ocupar, creando conexiones regionales, internacionales y que tienen un gran nivel de coordinación y tecnificación”, señala una fuente de la Dijín de la Policía.
La triple frontera amazónica en los últimos cinco años se ha vuelto una zona que, ante la falta de presencia de los estados, es usada también para reclutar personas a grupos armados. En Tabatinga, la ciudad colindante con el municipio de Leticia es uno de los centros de disputa pero que controlaría la Familia del Norte, otra violenta banda criminal brasilera. Quienes conocen la noche en la capital del departamento del Amazonas dicen que algunas calles de Tabatinga son intransitables de noche. Hasta donde se sabe, no se ha reportado hombres de Márquez en esta zona del país.