En una operación conjunta entre la Policía, la Fiscalía y la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA), fue capturado en el municipio de Turbo (Antioquia), Marcos Mesa Moreno, alias Marquitos, señalado como uno de los principales dinamizadores del narcotráfico en la región del Urabá.
La detención se produjo en el marco de la denominada Operación Chacal. Alias Marquitos es requerido por la Corte del Distrito Este de Texas (EE. UU.), que lo acusa del delito de concierto para fabricar y distribuir cinco kilogramos o más de cocaína con destino a Estados Unidos. La captura se realizó con fines de extradición, en cumplimiento de una solicitud emitida por las autoridades judiciales norteamericanas.
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De acuerdo con las investigaciones, Marquitos era un actor estratégico del Clan del Golfo, particularmente de su subestructura Efrén Vargas Gutiérrez. Era considerado un “narco invisible” que actuaba en la sombra y evitaba cualquier exposición pública o mediática.
Su rol consistía en coordinar el envío de cargamentos de droga a través de las costas del Urabá antioqueño y chocoano, con destino a Centroamérica y, posteriormente, a territorio estadounidense.
Las autoridades calculan que tenía capacidad logística para movilizar hasta tres toneladas de cocaína mensuales, aprovechando rutas marítimas y contactos internacionales. Además, era hombre de confianza de alias Chejo, líder de la estructura Central del Clan del Golfo en Urabá, e identificado en el informe de inteligencia de Apreciación de las capacidades críticas de la amenaza (ACCAM).
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Tras su captura, Mesa Moreno fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, a través de la Oficina de Asuntos Internacionales, y permanece a la espera del trámite de extradición hacia Estados Unidos, donde enfrentará un proceso penal ante la justicia federal.
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