En una operación coordinada por la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación fue capturado Jhon Edinson Mosquera Camayo, alias “Deison”. Su detenció se dio en el municipio de Santander de Quilichao (Cauca), durante una diligencia de allanamiento.
Según las autoridades, este hombre sería uno de los integrantes de las disidencias de las Farc, estructura Jaime Martínez, comandadas por alias “Iván Mordisco”. Según las autoridades, el capturado presuntamente era el encargado de operar los drones y los explosivos del grupo armado.
Lea: ¿Qué pasará tras condena contra Uribe? Lo que sigue en el expediente
Las autoridades también establecieron que alias “Deison” contaba con más de tres años de historial criminal, siendo el presunto encargado de ejecutar ataques contra de la fuerza pública, por medio de los drones y artefactos explosivos que manejaba.
Durante la acción policial se incautaron una granada de fragmentación, un dron y dos teléfonos celulares. El hombre fue imputado por los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos.
Le puede interesar: ¿En qué quedó el fallo de Uribe Vélez hoy? Los argumentos claves de la jueza
Otro caso similar
El pasado 25 de julio, alias “El Calvo” fue capturado en el Aeropuerto Internacional El Dorado, de Bogotá. El hombre sería un integrante de la comisión urbana del frente Franklin Benavides de las disidencias de las Farc.
Este sujeto, según las autoridades, estaría vinculado en al menos cuatro atentados con granadas contra la fuerza pública en Cali, Valle del Cauca. El más reciente ocurrió el pasado 17 de abril contra el CAI de Policía Alfonso Bonilla Aragón en la comuna 14.
Más contenido: Hernán Prada y Diego Cadena: otros eslabones del caso Uribe con cuentas pendientes
Alias “El Calvo” quedó bajo disposición de la Fiscalía. Un juez de control de garantías le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario, mientras se adelanta el proceso penal en su contra.
Ambas capturas son golpes claves para las disidencias de las Farc, que se juegan a sangre y fuego el control de enclaves estratégicos para su financiación ilícita, como el cañón del Micay (Cauca) y el Catatumbo (Norte de Santander). En el primer semestre de este año, los combates a grupos al margen de la ley, según cifras oficiales, han aumentado en un 45%; una acción que ha sido respondida también violentamente por las organziaciones criminales.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
