Cartel de la toga: Álvaro Ashton reconoce pago de $800 millones para archivar proceso

El excongresista reconoció públicamente que accedió, luego de varias insistencias, a los servicios del abogado y exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno para evadir sus nexos con grupos paramilitares. También admitió reuniones ilegales con un jefe paramilitar en 2004. 

Redacción Judicial
28 de enero de 2020 - 09:54 p. m.
Ashton declarando en el juicio contra el magistrado suspendido Gustavo Malo en la Corte Suprema. / Gustavo Torrijos - El Espectador
Ashton declarando en el juicio contra el magistrado suspendido Gustavo Malo en la Corte Suprema. / Gustavo Torrijos - El Espectador

El exsenador Álvaro Ashton aseguró ante la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia que llegó a un acuerdo de $800 millones con el abogado Luis Gustavo Moreno para lograr que le fuera archivado un proceso que le adelantaba ese alto tribunal por supuestos vínculos con grupos paramilitares. De paso, Ashton reconoció haberse reunido con el paramilitar Carlos Mario García, alias El Médico, y aseguró que accedió a usar los servicios de Moreno ante la angustia que le originaba que su buen nombre se viera afectado.

Estas declaraciones las hizo el exsenador Liberal como testigo en el juicio que se le adelanta al suspendido magistrado de ese alto tribunal Gustavo Malo por, supuestamente, hacer parte del cartel de la toga, la supuesta red que acudía a congresistas y otros aforados que eran investigados para “favorecerlos con decisiones o impidiendo aperturas formales de investigación, a cambio de altas sumas de dinero”. Uno de esos casos está relacionado con Álvaro Ashton, que, según las investigaciones, habría entregado $1.200 millones con el fin de que se archivara una indagación preliminar en su contra, “adelantada por sus relaciones con el Bloque Norte de las Autodefensas.

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Pero Ashton aseguró que Moreno primero le pidió $1.800 millones, luego $1.200 y finalmente $800 como forma de asegurar "con su equipo" que se lograra el archivo. Ese equipo, según le comentó Moreno, estaba conformado por Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte, ambos expresidentes de la Corte Suprema. Según Ashton, Moreno nunca dijo que en ese equipo estuvieran más magistrados (ya sea titulares o auxiliares). "Él me decía: 'doctor Ashton, esto (el dinero) hay que disfrazarlo en el concepto de honorarios'", declaró Ashton ante la pregunta de si el dinero era para pagar los servicios de abogado de Moreno o para otro asunto. 

En su concepto, era claro que se trataba de una actuación ilegal para lograr el archivo del proceso en su contra. "El pedía su intervención para actuar como abogado principal o suplente para poder tener el instrumento coercitivo para poder cobrar "la asesoría" que él hacía y sus "honorarios". Ashton precisó que Moreno le habló inicialmente de hacer un estudio y una estrategia de defensa que llevara al archivo del caso y aseguró que solo vino a hablar en las instancias judiciales de lo que implicaba realmente este acuerdo hasta ahora porque se sometió a la Jurisdicción Especial para la Paz y está comprometido a decir la verdad.

"Él (Luis Gustavo Moreno) siempre decía que: 'el "estudio" es un instrumento para poder tener elementos para que usted llegue allá, pero la plata es para yo ayudar a un equipo que trabaja conmigo'. Entonces, yo sabía que el señor estaba generado una situaciones al margen de la ley", agregó el exsenador liberal. Además, Ashton fue insistente en señalar que -en su criterio- Moreno lo intimidó al decirle constantemente que era necesario que le diera el poder para representarlo porque por parapolítica ya muchos congresistas estaban en la cárcel. Según dijo, solo aceptó después de un evento en el Gun Club el 6 de noviembre de 2013, en el que asistieron varias personalidades del mundo judicial. Y aseguró que rechazó varias veces a Moreno porque deseaba seguir con su abogado de confianza, Luis Ignacio Lyons. 

"Él se jactaba de tener una relación permanente y constante con todos los magistrados de altas cortes y, particularmente, de la Sala Penal (...) Vendiéndose como una persona erudita en el tema de los falsos testigos", agregó Ashton. "Ante ese proceso de intimidación, frente a esa circunstancia, yo tratando de proteger mi posición de académico (yo había sido profesor con una hoja de vida brillante), protegiendo mi condición de persona de bien ante la sociedad y mi familia (...) tratando de encubrir esa relación  que -debo reconocer- existió con los paramilitares en 2004", dijo el exsenador del Partido Liberal en la diligencia.

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"Me senté con el jefe político de las Autodefensas Carlos Mario García. Ellos me planteaban que le ayudara con el trámite de Justicia y Paz en un proceso que ya venía, que yo podía tener ascendencia en el partido liberal, que eso no era una intimidación, que ellos me ayudaban con la campaña, en fin, yo andaba en un proceso de angustia, de miedo permanente, entonces él (Luis Gustavo Moreno) aprovechaba y lo intimidaba a uno, lo asustaba y lo perseguía. Además, con ese bagaje, ya la Fiscalía había promovido una Unidad para el estudio de falsos testigos y me pidió ayuda con una entrevista con Luis Fernado Velasco, Nancy Patricia Gutiérrez e, inclusive con el diputado (Sigifredo) López del Valle", dijo Ashton.

Con todo, Ashton dijo que nunca le dio el poder y que solo le dio $400 millones en efectivo directamente a Moreno, ya que la segunda mitad estaba comprometida a que se lograra el archivo. El dinero se entregó en dos partes. Una en enero de 2016, en Cartagena, y una a finales de marzo o comienzos de abril también en dicha ciudad. Según Ahston, Luis Gustavo Moreno miente cuando dice que esa entrega se habría realizado en Bogotá. Incluso, asegura que supuestamente el exfiscal le envió una persona de nombre Manuel Cáceres (cercana a una conocida suya) para “sacarle información” sobre el caso.

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“Me sacó información para poder decir cosas diferentes de cómo se dio la entrega”, dijo. De otro lado, Ashton afirmó que nunca supo la forma como se repartió ese dinero, sino que insistió en que Moreno solo hablaba de los magistrados Ricaurte y Bustos como las personas de su equipo. Aunque dijo que Moreno le advertía que ellos dos tenían supuestamente un poder de influencia entre magistrados de la Sala Penal y nombró al actual magistrado Eugenio Fernández Carlier. 

El exsenador aseguró que ante la lentitud del proceso en la Corte Suprema siguió acudiendo a Moreno para preguntarle por él, incluso cuando este sonó para la Personería y cuando ya era jefe de la Fiscalía Anticorrupción. Según dijo, en una cita que tuvieron, el fiscal Moreno le dijo que estuviera tranquilo, que "usted sabe cómo me muevo yo" en la Corte Suprema. Ante las preguntas reiteradas de los magistrados, Ashton dijo que nunca trató con el magistrado Malo Fernández y que no supo si él u otros juristas hacían parte del círculo cercano que Luis Gustavo Moreno decía tener en la Corte. Está previsto que Moreno declare el próximo 12 de febrero en el juicio a Malo.

Por Redacción Judicial

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