La Fiscalía General le imputó cargos a Cristian Saavedra Arias, el soldado que es señalado como responsable de la muerte de Juliana Giraldo, la mujer que recibió un disparo el 24 de septiembre del 2020. Ella se desplazaba en un Mazda viejo blanco con su esposo y dos personas más este 24 de septiembre hacia las 8:30 a.m en Miranda, Cauca. “¡Miren, no llevamos nada, me mataron a Juliana, ese man le pegó un tiro en la cabeza, parce, mire! ¡Ayúdeme, por favor!” fue el grito desesperado de su pareja, quien registró los hechos en video y conmovieron a todo el país.
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Además, el caso se produjo en medio de una crisis de confianza con la fuerza pública, ya que semanas atrás fue asesinado Javier Ordóñez en Bogotá mientras estaba bajo custodia policial, hechos por los cuales un uniformado ya aceptó cargos y otro que sigue siendo procesado. Volviendo al caso Giraldo, la Fiscalía le imputó cargos por el delito de homicidio agravado en persona protegida y solicitó prisión preventiva en centro carcelario, la juez segunda de Miranda, decidió que el uniformado cumpliera la detención en su lugar de residencia,. La decisión fue apelada por la Fiscalía y los representantes de la víctima.
Las investigaciones adelantadas por la Fiscalía, que estuvieron a cargo de un fiscal especializado en temas de género, señalan que el militar actuó a motu proprio, sin una orden expresa de sus superiores y en desconocimiento de los direccionamientos establecidos por la institución. En septiembre de 2020, cuando ocurrió este hecho, la Red Comunitaria Trans, señaló que Giraldo es la mujer trans número 28 que moría en circunstancias violentas.
“Las personas trans morimos dos veces; primero, cuando nos matan, cuando nos apuñalan, cuando nos ponen el pie encima del Estado negligente. Segundo, cuando la Fiscalía registra las muertes sin legitimar nuestra construcción de género”, expresó en su cuenta de Twitter la misma organización, horas antes de que la Fiscalía anunciara quién quedaba a cargo del caso: un experto en temas LGBTI.
De Juliana Giraldo, quien no era persona pública, se sabe poco. Era una estilista, vivía con su pareja hacía dos años y entre ambos criaban pollos para la venta. Según contó Francisco Larrañiaga a medios de comunicación, no tenían mucho, soportaban el estigma por su condición de mujer trans, pero vivían felices. “¿Por qué me matan a la persona que me da felicidad?”, dijo Larrañiaga.
En el comunicado que expidió el Comando Específico del Cauca, este señaló que “lamentaba” informar a la opinión pública que “una mujer resultó muerta a causa de un disparo por parte de un integrante de la Fuerza” cuando las tropas “adelantaban labores de control militar de área”, aunque no dio detalles de lo que esas labores implicaban.