El Catatumbo cumple doce días bajo fuego y la crisis permanece. La última escalada violenta de esta región de Norte de Santander ya deja una cifra de 47.984 desplazados, según el Ministerio de Defensa. En medio de misiones humanitarias y operaciones militares, las autoridades intentan proteger a la sociedad civil y retomar el control sobre una zona históricamente golpeada por la violencia.
Mientras que el Ejército Nacional despliega un grupo de 9.352 soldados en su intervención en la región, el Gobierno Nacional intenta recuperar su diálogo diplomático con Venezuela y confía en la intención del vecino país de apoyar las acciones necesarias para bajarle la temperatura a la guerra.
Según el último informe del Ministerio de Defensa sobre la situación en la región, del total de personas desplazadas hay 18.838 en albergues dispuestos por las autoridades, donde aguardan a que haya seguridad para regresar a sus territorios. El ministro Iván Velásquez aseguró que no se permitirá el retorno de los desplazados hasta que los militares no recuperen el control y la seguridad de la zona.
En cuanto a la situación de los firmantes de paz de la región, la cartera de gobierno comentó que a la fecha han asesinado a seis y hay otros doce desaparecidos: seis de Teorama, cuatro de Convención y dos de Tibú.
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Por su parte, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y su Sección de Ausencia de Reconocimiento emitieron órdenes a entidades estatales que sean responsables de la seguridad de los firmantes para que garanticen su protección. La justicia especial le pidió al Ministerio de Defensa que inicie un proceso de extracción de al menos 124 excombatientes de forma urgente.
Otras 619 personas han sido evacuadas de la zona con el apoyo del Ejército Nacional y se han realizado 46 vuelos humanitarios. Tibú es el sitio del que más personas han tenido que salir por amenazas o afectaciones en medio del combate: 365 hasta la fecha. De El Tarra y convención fueron evacuadas 211 y 36 personas, respectivamente. Otras 7 salieron de San Calixto con el apoyo de la fuerza pública.
Otras 41 personas han sido asesinadas, según registros oficiales de Medicina Legal. Sin embargo, entidades como la Defensoría del Pueblo no descartan que la cifra sea mucho mayor.
“41 personas muertas violentamente, mientras que los cuerpos de otras personas muertas podrían encontrarse sin levantamiento. Adicionalmente, otras 17 personas murieron en combates entre el ELN y el Frente 33 en Teorama. Algunas de ellas serían adolescentes que habían sido reclutadas”, informó la Defensoría a través de una publicación en la red social X.
Las Fuerzas Militares, que mantienen fortalecida su presencia en la zona, informaron que varios combatientes decidieron dejar las armas y se entregaron para tener la protección del Estado y acogerse a las medidas de la justicia.
El frente 33 de las disidencias es el grupo armado que mayores entregas voluntarias ha tenido: 90 en total. Otras dos personas, que pertenecían al Frente de Guerra Oriental del ELN, también se entregaron. Además, 20 menores de edad que habían sido reclutados fueron recuperados y puestos a disposición de las autoridades para su debida restitución de derechos.
No obstante, la Defensoría del Pueblo señaló que esta alta cifra de menores recuperados de las filas de los grupos armados habla de un problema importante al que hay que prestarle especial atención aún en medio de la crisis de seguridad y orden público.
“Esta crisis en el Catatumbo está poniendo en evidencia, nuevamente, el uso y reclutamiento de niños, niñas y adolescentes por parte de todos los grupos armados. Ellos y ellas están muriendo en medio de la confrontación y un irrespeto generalizado al DIH. ¡Todos los grupos armados deben cesar de inmediato el reclutamiento de menores de edad y permitir su desvinculación de inmediato!”, señaló la entidad.
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Otras instituciones que desarrollan labores de carácter humanitario, como la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), aseguran que sus actividades están limitadas por las difíciles condiciones de seguridad en la zona. Luz Janeth Forero, directora de la entidad, dijo a medios de comunicación que sus búsquedas en campo están temporalmente suspendidas.
“Tenemos que suspenderlas, sobre todo por el cuidado y por el riesgo que pueden enfrentar nuestros funcionarios, que a pesar de ser humanitarios necesitamos minimizar el riesgo o la exposición que pueden tener en sitios de confrontación”, señaló Forero.
Por su parte, el Ejército Nacional ha dicho que ya lograron los primeros resultados de combates exitosos en medio de la ofensiva a los grupos armados. El almirante Francisco Cubides, comandante general de las Fuerzas Militares, señaló el día de ayer que ya están en su tercera fase de intervención, que corresponde a la afrenta a los grupos armados.
“La siguiente fase, obviamente, ya es la afrenta a los grupos armados y ya hemos tenido combates exitosos en contra del ELN”, dijo el almirante Cubides.
Mientras tanto, el general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército Nacional, aseguró que para las Fuerzas Militares ha sido un reto atender la situación en el Catatumbo por la baja disponibilidad de helicópteros que tiene la nación en este momento.
El mantenimiento de las flotillas, especialmente de los MI-17 rusos, ha tenido retrasos por la guerra entre Ucrania y Rusia. La Procuraduría General de la Nación también le ha tenido la lupa puesta a los contratos para su mantenimiento desde el año pasado, por retrasos y presuntas irregularidades en el proceso contractual.
“Teníamos 18 helicópteros MI volando, pero la situación entre Ucrania y Rusia impidió realizar el mantenimiento necesario. Eso obligó a que prácticamente toda la flota MI quedara en tierra. Actualmente, solo tenemos cinco helicópteros MI operativos”, dijo a medios el general Cardozo.
Las entidades del orden regional y nacional permanecen en el Catatumbo para lograr recuperar la zona y acompañar a las personas afectadas. En total, han sido entregabas 38.1 toneladas de ayuda humanitaria en la región. Por ahora, la prioridad es recuperar las condiciones para que las familias puedan regresar a sus territorios
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Se conoce que el jefe disidente de las Farc en el Catatumbo, alias Jhon Mechas, le envió una carta al presidente Gustavo Petro en la que pidió buscar “un camino para superar esta tragedia”. Una primera luz verde para recuperar el orden público y la paz en la región.
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