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En la mañana de este jueves 3 de abril, durante una rueda de prensa encabezada por el general (r) Pedro Sánchez Suárez, ministro de Defensa, y la cúpula militar, se conocieron más detalles sobre el anuncio reciente del presidente Gustavo Petro de comprar aviones suecos Saab 39 Gripen, para reemplazar la flota de aeronaves Kfir que opera desde hace al menos 35 años. La negociación aún se está desarrollando y se estima que la flota tendría entre 16 y 24 aviones.
Acompañados por la embajadora de Suecia en Colombia, Helena Stormm; y el presidente y CEO de la compañía sueca Saab, Micael Johansson, los representantes del sector defensa de Colombia explicaron que este es apenas el inicio de una negociación de la que ya salieron Francia y Estados Unidos, países que también estaban interesados en dotar de aviones de combate a Colombia. Por esa razón, aún no se sabe cuáles serán los plazos de entrega de la flota de aviones ni el costo total de esa transacción.
La firma de la carta de intención por parte de la empresa Saab y el Gobierno de Colombia, garantiza el avance del Estado en garantizar las capacidades aéreas de las Fuerzas Militares. Un tema que venía siendo evaluado desde hace más de diez años, pues los aviones Kfir, de origen israelí, ya no son suficientes para el cumplimiento de los objetivos de defensa y protección de la seguridad de la nación.
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El ministro argumentó que era necesario evaluar alternativas para modernizar la flota de aviones; ya en noviembre de 2024, durante la celebración de los 105 años de la Fuerza Aeroespacial, el presidente había anunciado la decisión de cambiar las aeronaves de origen israelí. “Esta decisión que tomó el Gobierno Nacional era inaplazable y tenía que ser tomada lo antes posible. Lleva décadas de estudio y evaluación”, dijo Sánchez. Y agregó que mantener los aviones antiguos “pone en riesgo el cumplimiento de la misión constitucional” de la Fuerza Aeroespacial.
“Incorporará tecnología de vanguardia para estar al nivel de la capacidad que se requiere para proteger a nuestra nación, eso significa que las futuras generaciones tendrán asegurada de alguna manera la soberanía nacional y los demás elementos que constituyen los fines esenciales del Estado”, señaló el ministro Sánchez Suárez, sobre los detalles de la negociación.
Por su parte, la embajadora Storm celebró el acuerdo entre Colombia y Suecia, resaltando que es posible gracias a la buena relación diplomática que tienen ambos países desde hace más de 150 años. También destacó las características de la oferta hecha por la firma sueca Saab al Estado colombiano. “La propuesta presentada cumple con los más altos estándares de calidad, tecnología, seguridad, eficiencia y transparencia. Estamos seguros de que responderá a las necesidades y desafíos que todo el territorio nacional necesita”, dijo.
Ante la decisión de reemplazar los Kfir por los aviones Saab 39 Gripen, el ministro @PedroSanchezCol destacó que esta era una medida inaplazable. No hacerlo habría puesto en riesgo la misión constitucional y la seguridad de futuras generaciones.
— Mindefensa (@mindefensa) April 3, 2025
La adquisición también impulsará… pic.twitter.com/KaB6daNw5V
El almirante Francisco Hernando Cubides, comandante general de las Fuerzas Militares, también se refirió a la noticia. Destacó la importancia del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) 3048, documento en el que se definió el presupuesto para mejorar las capacidades de las fuerzas armadas en movilidad, maniobra aérea y terrestre, y la construcción de la primera fragata hecha en Colombia. “Celebro esta decisión del Gobierno, con miras a garantizar la seguridad y defensa del país”, dijo el almirante Cubides.
El mayor general Carlos Fernando Silva Rueda, segundo comandante de la Fuerza Aeroespacial, dijo que con esta decisión “se garantiza que todas las fuerzas tengan capacidad de acción; nos permitirá seguir cumpliendo con la misión constitucional de todas las Fuerzas Militares”. Señaló que durante más de una década estuvieron adelantando estudios sobre distintas propuestas de aeronaves para hacer el reemplazo, hasta decantarse por la propuesta sueca.
Detalló además que son aeronaves que podrán operar sin problema entre 30 y 35 años, prorrogables hasta 50 años con los debidos mantenimientos y adecuaciones. Agregó que mientras termina la negociación y surte efecto el contrato, los aviones Kfir seguirán operando, pues están en capacidad de hacerlo. Incluso algunos fueron empleados, hace dos semanas, en el bombardeo en contra del Clan del Golfo en Segovia (Antioquia). Pero empezarán a salir de operación progresivamente, hasta que llegue toda la nueva flota.
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Por ahora, y mientras se concreta el negocio y se firma el contrato, se sabe que al menos 350 ingenieros militares serán capacitados para apoyar la construcción de los aviones. La empresa, que tiene presencia en Brasil desde hace algunos años, aprovechará su infraestructura en América Latina para la construcción. El ensamblaje sería en Brasil y algunas de sus piezas serían construidas en Colombia; pero la tecnología de guerra electrónica sí vendría directamente desde Suecia.
Además de la dotación de aeronaves, el ministro de Defensa y la cúpula militar destacaron las ganancias anexas del negocio.“Esta decisión incluye un esquema de compensación (offset) con un alto impacto social y ambiental, incorporando proyectos en energías limpias, agua potable, salud y educación. Además, la transferencia tecnológica fortalecerá la industria aeroespacial del país, generando empleos altamente cualificados, nuevos ingresos y un avance tecnológico clave para el desarrollo aeroespacial con aplicación en muchos sectores económicos”, dijo en su momento el ministro Sánchez.
Si bien el anuncio del trato entre Colombia y Suecia es importante para las capacidades de las Fuerzas Militares, aún faltan detalles por afinar y que se espera sean entregados pronto. Las autoridades no se atreven a dar una fecha aproximada para la llegada de las primeras aeronaves; tampoco se sabe cuánto costarán ni cómo quedará la deuda del país tras ese negocio.
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Pero el ministro Sánchez dio un parte de tranquilidad y dijo que esta decisión no impacta económicamente los programas vigentes del Gobierno Nacional. “El plan de financiación fue pensado y analizado de la manera más sensata y responsable”, concluyó el jefe de la cartera de Defensa.
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