Denuncian problemas en servicios de alimentación en la cárcel El Pedregal
Los privados de la libertad en el penal aseguran que han pasado incluso 30 horas sin comer. La Secretaría de Salud de la ciudad cerró el lugar donde se preparaban los alimentos porque encontraron ratones y moho.
Las personas privadas de la libertad al interior de la cárcel El Pedregal de Medellín denuncian problemas en los servicios de alimentación en el penal. Algunos de los reclusos han asegurado que han pasado incluso 30 horas sin recibir alimentación por el cierre del lugar donde se preparan los alimentos.
El cierre de “El Rancho”, como se le conoce al interior del penal al espacio donde se concina, fue cerrado el pasado 19 de marzo, después de una visita de la Secretaría de Salud de la Alcaldía de Medellín. En la intervención hecha por la Secretaría se encontró que en el lugar había ratones, cucarachas, moho y otras malas condiciones que podrían afectar la vida y la salud de los reclusos.
Luz Bibiana Gómez, líder de programa (e) de salud ambiental, dijo que “todas estas condiciones implican un riesgo inminente para la salud, razón por la cual se procedió a tomar medida sanitaria de seguridad consistente en clausura temporal total. Dicha medida se mantendrá hasta que se subsanen las condiciones de riesgo para la salud”.
Lea también: Policías habrían torturado hasta la muerte a Matamba y simularon un enfrentamiento
De acuerdo con distintos audios que se han dado a conocer varios reclusos de El Pedregal, la alimentación en los últimos días ha sido preparada afuera de la cárcel e ingresada por la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC) y por algunos de sus familiares.
El director de la cárcel, Pablo Ramírez, dijo que tras el cierre de El Rancho, el USPEC contrató a un operador de alimentos para no dejar sin alimentación a los más de 3.000 personas privadas de la libertad que alberga en este momento el penal. “El contratista es el responsable del servicio y de subsanar sus deficiencias para que, una vez ello ocurra, la Secretaría de Salud autorice nuevamente la operación. Ni como el establecimiento ni como INPEC tenemos algún tipo de intervención o decisión en el tema de la alimentación de los privados de la libertad”, agregó Ramírez.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Las personas privadas de la libertad al interior de la cárcel El Pedregal de Medellín denuncian problemas en los servicios de alimentación en el penal. Algunos de los reclusos han asegurado que han pasado incluso 30 horas sin recibir alimentación por el cierre del lugar donde se preparan los alimentos.
El cierre de “El Rancho”, como se le conoce al interior del penal al espacio donde se concina, fue cerrado el pasado 19 de marzo, después de una visita de la Secretaría de Salud de la Alcaldía de Medellín. En la intervención hecha por la Secretaría se encontró que en el lugar había ratones, cucarachas, moho y otras malas condiciones que podrían afectar la vida y la salud de los reclusos.
Luz Bibiana Gómez, líder de programa (e) de salud ambiental, dijo que “todas estas condiciones implican un riesgo inminente para la salud, razón por la cual se procedió a tomar medida sanitaria de seguridad consistente en clausura temporal total. Dicha medida se mantendrá hasta que se subsanen las condiciones de riesgo para la salud”.
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De acuerdo con distintos audios que se han dado a conocer varios reclusos de El Pedregal, la alimentación en los últimos días ha sido preparada afuera de la cárcel e ingresada por la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC) y por algunos de sus familiares.
El director de la cárcel, Pablo Ramírez, dijo que tras el cierre de El Rancho, el USPEC contrató a un operador de alimentos para no dejar sin alimentación a los más de 3.000 personas privadas de la libertad que alberga en este momento el penal. “El contratista es el responsable del servicio y de subsanar sus deficiencias para que, una vez ello ocurra, la Secretaría de Salud autorice nuevamente la operación. Ni como el establecimiento ni como INPEC tenemos algún tipo de intervención o decisión en el tema de la alimentación de los privados de la libertad”, agregó Ramírez.
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