En la tarde de este viernes 7 de febrero, el Ejército Nacional confirmó que fue dado de baja Fabián Guillermo Espinoza Arboleda, conocido como alias Cancharino o Rodrigo Castro, durante operativos en el departamento del Tolima. Era uno de los hombres de confianza de alias Calarcá, líder de una de las facciones disidentes de las Farc.
El hombre era buscado por las autoridades, quienes habían ofrecido una recompensa de hasta $300 millones de pesos por información que permitiera su captura. Alias Cancharino era el jefe de finanzas del Bloque Jorge Suárez Briceño de las disidencias, al mando de alias Calarcá. Además, era el encargado de liderar las extorsiones a comerciantes.
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Según las autoridades, alias Cancharino fue abatido en el municipio de Rovira (Tolima), durante operativos contra la extorsión y el secuestro, adelantados por uniformados de la Sexta Brigada del Ejército Nacional. El hombre operaba en ese departamento y también tenía incidencia en Huila, Meta, Caquetá, Vaupés y Putumayo.
Alias Cancharino, de 24 años, sería también el hombre detrás de la coordinación de los ataques a las tiendas D1 en el sur del país, específicamente en los municipios de Paujil y Doncello (Caquetá). También extorsionaba por medio de panfletos a ganaderos y agricultores en el departamento del Meta.
Este sujeto habría llegado al departamento del Tolima a finales de 2024 para liderar la reorganización y fortalecimiento de las disidencias en esa región. Según información de las Fuerzas Militares, su actuar delictivo le dejaba ganancias a las disidencias por el orden de los $1.500 millones, producto de extorsiones.
Además, tendría un círculo de seguridad compuesto por al menos 20 guerrilleros, que lo acompañaban cuando se moviliza en motocicletas de alto cilindraje para evadir los controles y operativos de las autoridades.
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En la misma operación, según informó el Ejército, otro integrante de las disidencias fue dado de baja y cinco más fueron capturados. Las autoridades también incautaron material de guerra y municiones. El Ejército calificó la operación como un golpe que “debilita significativamente la capacidad criminal de esta organización terrorista”.
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