“El Tren de Aragua” es una de las bandas criminales venezolanas más importantes que, según fuentes de la Dijín de la Policía, tiene tentáculos en varios puntos del país (Bogotá, Santander y Atlántico) y en países como Perú y Ecuador. Investigaciones preliminares apuntan a que desde hace algunos meses el grupo criminal hace presencia en la frontera con Arauca.
Lea también: El fenómeno de violencia en Cúcuta
Según las investigaciones, la banda realizó un pacto de no agresión con las disidencias de las Farc. Sin embargo, este se rompió luego de que en las últimas semanas se ejecutaran una serie de asesinatos de líderes de ambos grupos en eventos que hoy son investigados por las autoridades, pero que son un factor clave para entender los graves hechos de violencia que vive el departamento.
Podría interesarle: La violencia en Arauca no para, tres personas fueron asesinadas
A inicios de agosto, se inició el conflicto entre la banda y las disidencias, con el asesinato de José Leonardo Guerrero Estrada, alias Mono Guerrero, integrante de las disidencias de las Farc, cuando se desplazaba por el río Arauca y fue interceptado por hombres armados entre Arauca (Colombia) y el Amparo (Venezuela), como lo reportó Caracol Radio. La agresión entre los grupos empeoró con el secuestro por parte de las disidencias en territorio venezolano del jefe de la banda, a quien en su omento identificaron como Darwin Rafael González Castillo, alias El Enano, por lo cual aumentó la violencia en ambos lados de la frontera.
En ese mismo mes, se perpetró una masacre en Saravena, el segundo municipio más poblado de Arauca, donde tres hombres fueron asesinados en la vía que conduce al sector de la Isla del Charo, específicamente en la vereda Bajo Pescado. En su momento, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, (Indepaz), afirmó que los hombres asesinados tendrían entre 17 y 27 años. Además, dijeron que sobre los cuerpos, los autores del crimen dejaron un panfleto en el que decía “Plan pistola, Tren de Aragua”.
Le recomendamos: “La militarización en Norte de Santander no se ha traducido en una mejora de la seguridad”
Según la Policía, se han capturado a varios miembros de “El Tren de Aragua”, sobre todo en Norte de Santander, en donde se ha dicho que, supuestamente, el grupo delincuencial tiene casas de tortura y de pique. Igualmente, se ha señalado como el máximo líder del grupo a Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, preso en la cárcel de Tocorón (Venezuela). Según las autoridades, desde allí ha concretado alianzas con otros grupos criminales como El Clan del Golfo y bandas criminales de la Costa para operar con libertad en Colombia. Estos tratos se harían a cambio de armas y protección a criminales.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La Defensoría ha llamado la atención sobre la variedad de estructuras que, según ellos, no se amoldan a la clasificación tradicional y se articulan a su vez con organizaciones que, “si bien no están interesadas en el posicionamiento de determinado grupo armado, establecerán alianzas con quien les garantice la continuidad de su participación en actividades ilegales en la zona de frontera”.
Lea también: La violencia se reproduce en la frontera colombo-venezolana
Específicamente, la Defensoría hizo referencia a esta banda diciendo que, “en el municipio de Puerto Santander, de la estructura conocida como El Tren de Aragua, que realiza la captación y el traslado de mujeres migrantes para ser víctimas de trata de personas en Colombia en alianza con Los Rastrojos (...) Igualmente la intermediación de otras estructuras, por ejemplo, de vigilancia privada para obligar al desplazamiento forzado de personas a fin de quedarse con sus predios y desde allí obtener el control de zonas, especialmente en las comunas de Cúcuta”.
Algunas ONG también se han pronunciado frente a la banda criminal, por ejemplo, Paz y Reconciliación plantea que la falta de implementación del Acuerdo de Paz fue un factor determinante para que se agudizara el conflicto armado en toda la línea de frontera, pues abrió un espacio para el “aumento de las actividades del narcotráfico y permitió fortalecer y posicionarse bandas delincuenciales transnacionales como el cartel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, La Línea y el Tren de Aragua en territorio nortesantandereano”.