Familiares de víctimas del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía le enviaron una carta al presidente Iván Duque en la que le solicitan que uno de los puntos de la “Conversación Nacional” que citó el Gobierno para tramitar las demandas sociales que tienen al país en las calles, sea, precisamente, la "brutalidad policial". Según la misiva, el nombre de Dilan Cruz, joven herido a manos de un agente del Esmad el pasado 23 de noviembre, se suma a una larga lista de casos de “abuso de poder”.
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Eneried Aranguren y Wilman Silva, padres de Jhony Silva, un estudiante de la Universidad del Valle -asesinado por la Policía en el marco de una protesta en 2005-, se unieron para enviar la carta a Yuri Neira, padre de Nicolás Neira, un joven de 15 años que murió, también en 2005, cuando en una manifestación por el Día del Trabajo fue impactado en la cabeza por una bala de gas lacrimógeno. En ambos casos, el Consejo de Estado ha condenado a la Nación por el uso excesivo de la fuerza y ha ordenado al gobierno a indemnizar a las familias.
La carta de Neira y los Silva Aranguren tiene cuatro puntos concretos. En primer lugar, le pidieron al presidente que en la “Conversación Nacional” se incluyan tres iniciativas que buscan prevenir que se perpetúe la violencia a manos del Esmad: el desmonte gradual de esta unidad antidisturbios de la Policía desde inicios del próximo año; la suspensión o desvinculación inmediata de miembros de la Fuerza Pública que estén siendo investigados por uso excesivo de la fuerza, y que, “en garantía del derecho a la no repetición” le piden al gobierno que los escuche en ese diálogo.
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Asimismo, le solicitan al Congreso que cite a control político al ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, y al director de la Policía, general Óscar Atehortúa, “en razón “a la sistemática violación de derechos humanos reconocidos en tratados internacionales ratificados por el Estado colombiano los cuales han sido violentados por agentes del Esmad”. Asimismo, solicitan acciones legislativas que lleven al desmonte de la fuerza antidisturbios que, además de estar detrás de la muerte de sus hijos, tiene en un estado crítico irreversible al joven Dilan Cruz.
En el siguiente punto de la carta le piden también al Congreso que esté al tanto de las investigaciones que adelanta la Fiscalía en contra de agentes del Esmad. Además de los asesinatos de sus hijos, citan otros 11 casos que están en manos del ente investigador en los que no ha habido mayor avance.
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Y, por último, le piden al gobierno que le exija al fiscal que el crimen contra el joven Cruz sea investigado por la unidad contra Violaciones a los Derechos Humanos, “bajo una línea de sistematicidad”, pues, aseguran, “las circunstancias en que fue desarrollada la tentativa de homicidio revisten los mismos parámetros y patrones ocurridos con Nicolás Neira, donde los actos de control se adelantan con el propósito de causar daño a los manifestantes”.