En combates con el Eln murió “Sábalo”, jefe de disidencias de Farc en Nariño

Gonzalo Prado Cruz, más conocido como Sábalo, quien militó en la extinta guerrilla de las Farc y se apartó del Acuerdo de Paz para dirigir su propia disidencia, según reportes de la zona, murió este martes en combates con la guerrilla del Eln. Según la Fuerza Pública, un grupo de unos 100 hombres al mando de Sábalo controlaban una amplia región del departamento de Nariño en cercanías de Tumaco, por lo que ese terreno ahora será disputado entre las demás disidencias que ocupan la región y los elenos.

(Lea también: Radiografía de las disidencias de las Farc)

Sábalo, de 41 años, ingresó hace 20 al frente 29 de la guerrilla de las Farc, cerca de su natal Magüí Payán (también en Nariño). Tras la firma del Acuerdo, comenzó a fortalecer su poderío en la región desde 2018, pero fue la muerte del jefe del frente Óliver Sinisterra, alias Guacho, en diciembre del año pasado, lo que catapultó a este hombre a la posición de uno de los más temidos en el departamento.

Su grupo se hace llamar el frente Stiven González o “los de Sábalo” y a ellos se les atribuye la emboscada en Cumbitara (Nariño) que, a mediados de este año, cobró la vida de los agentes de policía Johnatan Verdugo Vargas y José Mosquera Charrupi. El grupo, sin embargo, es apenas uno de los seis frentes disidentes de la zona, en la que también hacen presencia: Gente del Orden, Guerrillas Unidas del Pacífico, Resistencia Campesina, y el Óliver Sinisterra.

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Según un informe de la Fiscalía, publicado por este diario, “Tumaco es el principal epicentro armado para los grupos ilegales de la región que buscan controlar el narcotráfico y la minería ilegal. Según la Defensoría del Pueblo, para 2017 se extrajeron cerca de 587 kilos de oro de las actividades de barequeros registrados”, obteniendo ingresos de hasta US$1,8 millones. De acuerdo con los datos, estos grupos delincuenciales se disputan a sangre y fuego el control de los ríos Mira y Patía y, tan solo en Nariño, alcanzarían a sumar 335 hombres en armas. Los asesinatos selectivos y el temor en la región son constantes.

Asimismo, una alerta temprana de la Defensoría advirtió desde 2018 las disputas territoriales entre los grupos. “Se espera la ocurrencia de asesinatos selectivos, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados de quienes se opongan a la presencia y control de los grupos armados, combates o enfrentamientos con interposición de la población civil, el uso de métodos para generar terror representados en la aparición de panfletos o mediante la ejecución de crímenes ejemplarizantes, igualmente presiones, amenazas y extorsiones, reclutamientos y utilización ilícita de niños, niñas y adolescentes”, alertó la entidad.

(En contexto: Entre disidentes de la paz y reincidentes de la guerra)

Al parecer, luego de los combates, se ordenó que las personas cercanas a Sábalo abandonaran la zona. Según el medio regional La noticia sin fronteras, guerrilleros del Eln incautaron teléfonos a las comunidades de la zona, dejándolos incomunicados.

Gonzalo Prado Cruz, más conocido como Sábalo, quien militó en la extinta guerrilla de las Farc y se apartó del Acuerdo de Paz para dirigir su propia disidencia, según reportes de la zona, murió este martes en combates con la guerrilla del Eln. Según la Fuerza Pública, un grupo de unos 100 hombres al mando de Sábalo controlaban una amplia región del departamento de Nariño en cercanías de Tumaco, por lo que ese terreno ahora será disputado entre las demás disidencias que ocupan la región y los elenos.

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Sábalo, de 41 años, ingresó hace 20 al frente 29 de la guerrilla de las Farc, cerca de su natal Magüí Payán (también en Nariño). Tras la firma del Acuerdo, comenzó a fortalecer su poderío en la región desde 2018, pero fue la muerte del jefe del frente Óliver Sinisterra, alias Guacho, en diciembre del año pasado, lo que catapultó a este hombre a la posición de uno de los más temidos en el departamento.

Su grupo se hace llamar el frente Stiven González o “los de Sábalo” y a ellos se les atribuye la emboscada en Cumbitara (Nariño) que, a mediados de este año, cobró la vida de los agentes de policía Johnatan Verdugo Vargas y José Mosquera Charrupi. El grupo, sin embargo, es apenas uno de los seis frentes disidentes de la zona, en la que también hacen presencia: Gente del Orden, Guerrillas Unidas del Pacífico, Resistencia Campesina, y el Óliver Sinisterra.

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Según un informe de la Fiscalía, publicado por este diario, “Tumaco es el principal epicentro armado para los grupos ilegales de la región que buscan controlar el narcotráfico y la minería ilegal. Según la Defensoría del Pueblo, para 2017 se extrajeron cerca de 587 kilos de oro de las actividades de barequeros registrados”, obteniendo ingresos de hasta US$1,8 millones. De acuerdo con los datos, estos grupos delincuenciales se disputan a sangre y fuego el control de los ríos Mira y Patía y, tan solo en Nariño, alcanzarían a sumar 335 hombres en armas. Los asesinatos selectivos y el temor en la región son constantes.

Asimismo, una alerta temprana de la Defensoría advirtió desde 2018 las disputas territoriales entre los grupos. “Se espera la ocurrencia de asesinatos selectivos, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados de quienes se opongan a la presencia y control de los grupos armados, combates o enfrentamientos con interposición de la población civil, el uso de métodos para generar terror representados en la aparición de panfletos o mediante la ejecución de crímenes ejemplarizantes, igualmente presiones, amenazas y extorsiones, reclutamientos y utilización ilícita de niños, niñas y adolescentes”, alertó la entidad.

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Al parecer, luego de los combates, se ordenó que las personas cercanas a Sábalo abandonaran la zona. Según el medio regional La noticia sin fronteras, guerrilleros del Eln incautaron teléfonos a las comunidades de la zona, dejándolos incomunicados.