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William Gacharná, director del centro penitenciario de La Modelo, de Bogotá, entre el 28 de abril y 15 de julio de 2001, pidió pista en la Jurisdicción Para la Paz (JEP). El exoficial del Inpec es procesado en la justicia ordinaria por los homicidios y desapariciones de 101 internos del penal que dirigió entre los años 1999 y 2003.
En dichos años, la cárcel La Modelo de Bogotá se convirtió en una extensión del conflicto que se vivía en Colombia entre paramilitares y guerrilleros. Los patios de dicho penal fueron el escenario de enfrentamientos entre ambos grupos. Personas descuartizadas, envenenadas, torturadas y hasta desaparecidas fue el saldo que dejó esta época en el penal.
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A pesar de las varias investigaciones periodísticas sobre estos hechos, incluidas decenas de reportajes de este diario, las pesquisas han sido a paso lento. Solo hasta el año pasado la Fiscalía las reactivó. Fue justo el año pasado que la Fiscalía acusó a William Gacharná, subdirector y director de la cárcel La Modelo, por los delitos de concierto para delinquir agravado y homicidio agravado. Para el ente acusador, el exfuncionario del Inpec tuvo responsabilidad en las acciones de violencia al interior del penal.
El 28 de abril de 2001, Gacharná sucedió a Edgar Novoa López, que fue destituido por presuntos beneficios irregulares y la fuga de paramilitares y narcos durante su administración. William Gacharná estuvo en el cargo pocos meses debido a un relevo en la dirección del penal el 15 de julio por un ataque de paramilitares a guerrilleros en el interior del penal el 2 de julio de 2001. Dicho ataque dejó un saldo de 10 muertos y 26 heridos.
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Cuando Gacharná llegó a la dirección del penal, los enfrentamientos entre paramilitares y guerrilleros de las Farc estaba en su punto más alto. Testimonios de guerrilleros que estuvieron internados allí aseguran que se tuvo que crear una guardia de milicianos para frenar el embate de los hombres de Carlos Castaño al interior del penal. En ese ambiente, Gacharná habría llegado con un intento conciliador, pero no habría tenido respuesta similar con los paramilitares.
El 2 de julio, Gacharná estaba hablando con el comandante Julio de las Farc cuando un francotirador paramilitar abrió fuego. Información de prensa del momento relató que el director alcanzó a escabullirse del ataque. A las 4:50 p.m. comenzó el ataque que se prolongó hasta altas horas de la noche. Este periódico reportó en ese momento que visitantes del penal fueron sacados antes de la hora límite de visitas debido a os enfrentamientos.
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Este ataque hizo parte de los múltiples enfrentamientos entre la guerrilla de las Farc y hombres al mando de Carlos Castaño, fundador de las Autodefensas Unidas de Colombia que dio la orden de tomarse las prisiones en las que los guerrilleros encarcelados tenían dominio. Fueron múltiples los enfrentamientos y los muertos, incluso testigos, que vivieron dichos enfrentamientos, aseguran que hubo cerca de 2.000 muertos durante esta época del terror.
Según las investigaciones, los vejámenes que se vivieron en la cárcel habrían contado con la participación o colaboración de estos funcionarios que ahora le tendrán que explicar a la justicia qué sabían de la situación adentro de la prisión y qué hicieron, no solo para evitarla, sino para acabarla. Por un lado, en el ala sur, estaban los miembros de las autodefensas. Y al otro extremo, las guerrillas. Aunque separados, todos vivían armados con fusiles, granadas, subametralladoras o pistolas.
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Hallazgos demostrarían que, a sangre y fuego, la condición mayoritaria de las autodefensas se impuso en La Modelo a través de una estructura denominada Bloque Interno Capital, que normalizó los homicidios selectivos, las masacres, las desapariciones forzadas, las torturas, los delitos sexuales, los secuestros, el tráfico de estupefacientes y de armas, las exigencias de contribuciones económicas a quienes se vieron sometidos a sus dictámenes.
El Bloque Interno Capital estuvo integrado por al menos 200 hombres, que delinquieron bajo las órdenes de Miguel Arroyave Ruiz, alias Arcángel, quien llegó preso al penal en mayo de 1999, sindicado como zar de los insumos químicos para procesar cocaína en los Llanos Orientales. También lo dirigía Ángel Gaitán Mahecha, un hombre con vínculos con el narcotráfico que fue asesinado el 7 de septiembre de 2001 por un miliciano de las Farc en prisión.
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Curiosamente, a pesar de que William Gacharná salió por la masacre paramilitar al interior de La Modelo, fue nombrado inmediatamente director de La Picota, otro centro carcelario en Bogotá que fue víctima de ataques por parte de la guerrilla. Ahora, si la JEP le da entrada a Gacharná a la justicia transicional, se daría un paso para aclarar uno de los episodios más oscuros y menos conocidos del conflicto en el país: la presencia y acción de Farc y AUC en las cárceles del país.
Por Redacción Judicial
