Familiares de periodistas ecuatorianos asesinados piden información a Mindefensa

A través de una carta radicada este miércoles, los familiares de los tres integrantes del equipo periodístico del diario El Comercio, quienes fueron secuestrados y asesinados por el Frente Oliver Sinisterra de las Farc, le solicitaron a Guillermo Botero, ministro de Defensa, esclarecer varios hechos que reveló una investigación periodística llamada Rehenes, realizada por los periodistas Arturo Torres y María Belén Arroyo.

Esta investigación, según los familiares, “constituye un documento imprescindible para entender no solo el secuestro y asesinato de nuestros seres queridos, sino para poner en contexto lo que ocurre en la frontera”. En la carta enumeran las circunstancias en que se dieron estos hechos y piden esclarecerlos.

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Uno de ellos tiene que ver con lo que dijo en la publicación el entonces ministro del Interior de Ecuador, César Navas, quien para ese momento lideraba la gestión de la crisis. El exfuncionario reconoció que la liberación sí existió, que contaba con información de inteligencia de ambos lados de la frontera y que el entonces ministro de defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, llamo a su par en Ecuador para felicitarlo por la liberación. “Pese a que todos los elementos indican que la liberación sí se produjo, esta línea de investigación debe ser analizada y por ello la documentación, así como el testimonio de quienes tuvieron conocimiento de este hecho en Colombia”, dice la misiva.

Otra de los hechos que piden esclarecer tiene que ver con la frustración de la liberación del equipo periodístico. De acuerdo con la carta, el fracaso de la operación se debió, según las fuentes consultadas por la investigación, a los ataques y hostigamientos que se produjeron en la frontera. También aseguran que el Ministerio de Defensa tiene un documento en el que indica que las operaciones militares “sí se realizaron durante el tiempo que duró el cautiverio que nuestros familiares. Precisamos conocer de qué forma las autoridades colombianas y ecuatorianas llegaron a un acuerdo para realizar el cese de operaciones”.

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De igual manera, los familiares de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra solicitan conocer qué pasó ese día (28 de marzo), así como la información que corrobora dicha liberación. “La investigación periodística establece que las operaciones de barrido en ambos lados de la frontera se realizaron de forma constante y sistemática aún en los días en que los integrantes del equipo del diario El Comercio se encontraban en manos de las disidencias de alias Guacho, líder del Frente Oliver Sinisterra”, se lee en la carta de dos páginas.

Finalmente, los familiares del equipo de prensa expresan que, según la investigación, las autoridades colombianas ingresaron a la provincia de Carchi, en limite con Colombia, y recibieron el apoyo de la Policía de Ecuador con abastecimiento y despeje de caninos. Ya en Ecuador, los uniformados se habrían dirigido hacia la provincia de Esmeraldas y desde ahí, al parecer, se realizó un ingreso a los sectores donde permanecía alias Guacho. “Fuentes humanas de todos los rangos –desde la tropa hasta altos oficiales– confirmaron a Torres y Arroyo la existencia de estos operativos”.

A través de una carta radicada este miércoles, los familiares de los tres integrantes del equipo periodístico del diario El Comercio, quienes fueron secuestrados y asesinados por el Frente Oliver Sinisterra de las Farc, le solicitaron a Guillermo Botero, ministro de Defensa, esclarecer varios hechos que reveló una investigación periodística llamada Rehenes, realizada por los periodistas Arturo Torres y María Belén Arroyo.

Esta investigación, según los familiares, “constituye un documento imprescindible para entender no solo el secuestro y asesinato de nuestros seres queridos, sino para poner en contexto lo que ocurre en la frontera”. En la carta enumeran las circunstancias en que se dieron estos hechos y piden esclarecerlos.

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Uno de ellos tiene que ver con lo que dijo en la publicación el entonces ministro del Interior de Ecuador, César Navas, quien para ese momento lideraba la gestión de la crisis. El exfuncionario reconoció que la liberación sí existió, que contaba con información de inteligencia de ambos lados de la frontera y que el entonces ministro de defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, llamo a su par en Ecuador para felicitarlo por la liberación. “Pese a que todos los elementos indican que la liberación sí se produjo, esta línea de investigación debe ser analizada y por ello la documentación, así como el testimonio de quienes tuvieron conocimiento de este hecho en Colombia”, dice la misiva.

Otra de los hechos que piden esclarecer tiene que ver con la frustración de la liberación del equipo periodístico. De acuerdo con la carta, el fracaso de la operación se debió, según las fuentes consultadas por la investigación, a los ataques y hostigamientos que se produjeron en la frontera. También aseguran que el Ministerio de Defensa tiene un documento en el que indica que las operaciones militares “sí se realizaron durante el tiempo que duró el cautiverio que nuestros familiares. Precisamos conocer de qué forma las autoridades colombianas y ecuatorianas llegaron a un acuerdo para realizar el cese de operaciones”.

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De igual manera, los familiares de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra solicitan conocer qué pasó ese día (28 de marzo), así como la información que corrobora dicha liberación. “La investigación periodística establece que las operaciones de barrido en ambos lados de la frontera se realizaron de forma constante y sistemática aún en los días en que los integrantes del equipo del diario El Comercio se encontraban en manos de las disidencias de alias Guacho, líder del Frente Oliver Sinisterra”, se lee en la carta de dos páginas.

Finalmente, los familiares del equipo de prensa expresan que, según la investigación, las autoridades colombianas ingresaron a la provincia de Carchi, en limite con Colombia, y recibieron el apoyo de la Policía de Ecuador con abastecimiento y despeje de caninos. Ya en Ecuador, los uniformados se habrían dirigido hacia la provincia de Esmeraldas y desde ahí, al parecer, se realizó un ingreso a los sectores donde permanecía alias Guacho. “Fuentes humanas de todos los rangos –desde la tropa hasta altos oficiales– confirmaron a Torres y Arroyo la existencia de estos operativos”.