Fentanilo en Colombia: en cinco años solo se han reportado 36 incautaciones
El Observatorio de Drogas de Colombia presenta la más reciente radiografía sobre el uso del opioide sintético en el país. Aunque entrega un parte de tranquilidad por las bajas cifras de consumo y muertes relacionadas con el fentanilo, llama la atención sobre una reciente incautación de ampolletas provenientes del mercado legal que es, por mucho, la más grande reportada en la actualidad con 2.000 ampolletas.
Aunque Colombia está lejos de vivir una crisis de salud pública como la que vive Estados Unidos por cuenta del fentanilo clandestino, las autoridades nacionales vienen monitoreando rigurosamente la situación en Colombia desde 2018. Aunque no hay evidencia de que en el país exista producción de fentanilo clandestino —que tiene niveles de concentración que pueden ser letales y que causó hasta 1.500 muertes al día en Estados Unidos en 2023—, un reciente informe del Observatorio de Drogas del Ministerio de Justicia entrega un nuevo parte de tranquilidad, al menos por ahora, de cómo se está moviendo este opioide sintético en territorio nacional.
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Aunque Colombia está lejos de vivir una crisis de salud pública como la que vive Estados Unidos por cuenta del fentanilo clandestino, las autoridades nacionales vienen monitoreando rigurosamente la situación en Colombia desde 2018. Aunque no hay evidencia de que en el país exista producción de fentanilo clandestino —que tiene niveles de concentración que pueden ser letales y que causó hasta 1.500 muertes al día en Estados Unidos en 2023—, un reciente informe del Observatorio de Drogas del Ministerio de Justicia entrega un nuevo parte de tranquilidad, al menos por ahora, de cómo se está moviendo este opioide sintético en territorio nacional.
El primer hallazgo, y que coincide con reportes de la Policía, es que en Colombia solo se ha identificado el uso de fentanilo de intrahospitalario, es decir, el que se usa con fines de paliar dolores intensos y que tiene menos niveles de concentración que el clandestino. Pero, por ahora, no hay evidencia de que se esté produciendo esta droga de manera ilegal. Ahora bien, el informe muestra que sí existe un aumento en las incautaciones, al menos desde 2018 cuando ocurrió el primer decomiso (ver infografía). El caso más reciente ocurrió en febrero de 2024 en Maicao (La Guajira), donde las autoridades reportaron la incautación de 2.000 ampolletas de fentanilo, la incautación más grande registrada hasta ahora.
El uso problemático del fentanilo clandestino y otros opioides sintéticos es tan delicado que, como explica el informe del Observatorio de Drogas, sus efectos pueden generar en las personas, en comparación a otro tipo sustancias, consecuencias mortales. Según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (autoridad de la salud en Estados Unidos), entre 2022 y 2023, de las 111.300 fallecieron en Estados Unidos por sobredosis de drogas, el 70% fueron por fentanilo u otros opioides sintéticos. Una crisis que ha sido alentada por carteles mexicanos, quienes han hecho un viraje de la cocaína al fentanilo. Entre ellos, los hijos del Chapo Guzmán, líderes de una facción del Cartel de Sinaloa.
Otro de los datos que llamaron la atención del Observatorio de Drogas del Ministerio de Justicia y Medicina Legal es que, entre 2013 y 2023, se reporta un total de 30 casos de muertes asociadas al uso de fentanilo en el país. Pero ojo: se trata de muertes en las que las personas habrían consumido el opiáceo en un coctel letal de drogas. A su vez, en los centros de tratamiento por trastornos asociados al uso de drogas, las autoridades identificaron entre 2021 y 2022, 21 casos de personas que buscaron tratamiento por consumo de fentanilo. A raíz de este escenario, el Ministerio de Justicia pide que inicien acciones urgentes para evitar la consolidación del fentanilo en el mercado de drogas en el país.
¿Pero cuáles? Por ejemplo, el mismo ministerio propone a hacer seguimientos más frecuentes de la situación del fentanilo en Colombia. Y no solo eso, plantean una estrategia de 180° por parte del Estado colombiano: fortalecimiento de las rutas por donde transite el fentanilo para evitar que caiga en el mercado negro; desarticular esas redes criminales que lo desvían; campañas de prevención del consumo; estrategias de reducción de riesgos y daños de personas que consumen este tipo de sustancias; fortalecer la capacidad de atención de urgencias toxicológicas como mejorar los métodos para la identificación de opioides en laboratorios forenses y de toxicología.
En diálogo con El Espectador, el viceministro de política criminal y justicia restaurativa, Camilo Umaña Hernández, resaltó que, aunque las cifras demuestran que Colombia, por ahora, está a salvo de una crisis de salud pública, es inquietante que las sustancias incautadas provienen del mundo legal. Es decir, “que vienen del sistema de salud y termina en el mercado ilegal. En esto hay que llamar la atención y tenemos todas las alarmas prendidas. Lo más importante ahora es detectar estas redes y prevenir el consumo”, explicó el viceministro. La cartera ministerial todavía no tiene en su radar si detrás de las incautaciones de ampolletas hay una organización criminal o quiénes pueden estar detrás de estos negocios.
Esa tarea investigativa está en manos de la Fiscalía y la Policía. En marzo de 2023, las autoridades capturaron a dos fichas del Cartel de Sinaloa en Colombia. La Dijín señaló en ese momento que los mexicanos querían dar los primeros pasos para consolidar un mercado de fentanilo. Sin embargo, tanto la Policía como el Minjusticia señalan que no hay evidencia de que haya un grupo criminal a gran escala intentando producir fentanilo clandestino o desviando el intrahospitalario. En todo caso, el informe del Observatorio de Drogas da un parte de tranquilidad, pero insiste en que no hay que bajar la guardia, pues en este caso, y en otros tantos de consumo problemático de sustancias, la clave está en la prevención.
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