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La conclusión de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) sobre el trato recibido por los y las periodistas durante 2021 no es favorable. Concluyó que el paro nacional permitió evidenciar que no existen garantías para cubrir las manifestaciones sociales. Además, que el acoso judicial sigue siendo un mecanismo de particulares y funcionarios públicos para callar a los comunicadores. El año pasado dejó, asimismo, el asesinato a sangre fría de Marcos Efraín Montalvo, quien era reconocido en Tuluá como el “alma libre del periodismo”.
::Conozca el perfil de Marcos Efraín Montalvo::
“Durante el 2021, el acoso judicial contra la prensa se incrementó. En abril conocimos la decisión en segunda instancia de la Corte Suprema de Justicia que sentenciaba a la periodista Vicky Dávila a indemnizar al excomandante de la Policía, Jorge Hilario Estupiñán, por los cuestionamientos que hizo frente a un posible acto de corrupción de Estupiñán. Judicializar una opinión es un golpe contundente contra la libertad de expresión, pues en una democracia se deben proteger los discursos en todas sus formas y manifestaciones”, agrega la FLIP, en su revista Páginas para la Libertad de Expresión.
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