:format(jpeg)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elespectador/J5DOEWWH6FBOJNJI7HJSGAX5IY.jpg)
Durante casi 20 años, José Bayron Piedrahíta logró camuflarse en el mundo ganadero. En parte porque, al estilo mafioso, todo lo arreglaba con plata. Y ese fue el inicio de su debacle: cuando agencias de Estados Unidos indagaron por el origen de su fortuna, Piedrahíta pagó prostitutas, fiestas y cenas lujosas. Los excesos desencadenaron una investigación por la que terminó extraditado a Estados Unidos. En 2019 volvió a Colombia y ahora está tras las rejas a punto de perder su fortuna, cercana a los $170 mil millones. Las pruebas en su contra incluyen declaraciones de narcotraficantes y paramilitares y su historia es muestra de que, aún hoy, hay personajes como él andan ocultos en la legalidad.
En contexto: José Bayron Piedrahita, señalado de lavar dinero con hijo de Pablo Escobar, ya está en Colombia