Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, máximo líder del Clan del Golfo, dio sus primeras declaraciones ante autoridades judiciales nacionales. Durante una diligencia en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que lo llamó a declarar por el macrocaso 04 sobre el conflicto armado en el Urabá, Úsuga afirmó que está en poder de las autoridades por iniciativa propia, asegurando que él mismo se entregó en octubre en la vereda Pítica de Turbo (Antioquia). Esta es la primera foto del capo ante la justicia colombiana:
Según conoció El Espectador, alias Otoniel confesó que sabía de la operación en su contra y fue hasta donde estaban los soldados para entregarse y evitar que lo mataran. Asimismo, aseguró que el Clan del Golfo estaría interesado en entablar conversaciones con las autoridades, algo que, según el capo, no ha sido posible porque él se encuentra detenido y no ha podido contactar a otros líderes del grupo armado.
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La presencia de Otoniel ante la justicia colombiana es histórica. No solo por lo que podría contar sobre lo que conoce del conflicto, sino porque su presencia ante estrados judiciales en Colombia estaba en veremos por cuenta de su posible extradición a Estados Unidos y, con ella, todo lo que podía contar. Por esto mismo, el Gobierno estuvo indagando sobre los pormenores de la audiencia. Dos fuentes le confirmaron a este diario que hay nerviosismo en el alto gobierno por esa cita con la justicia que se dio este martes 21 de diciembre.
Una fuente cercana al caso le dijo a este diario que el día de su captura, Úsuga abandonó a sus escoltas y llegó a donde estaban las autoridades, gritando y sin camisa para que vieran que no estaba armado. Igualmente, la fuente del caso asegura que Otoniel no ha podido hablar con sus abogados y que tampoco sabe cuáles son los procesos e investigaciones que tiene en su contra. La diligencia se desarrolló este 21 de diciembre y será retomada el próximo año.
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De acuerdo con la fuente consultada por El Espectador, Otoniel ya ha entregado información sobre las Farc y Ejército de Liberación Popular (Epl), guerrilla que aún delinque en Norte de Santander. De igual manera, habría hablado sobre sus fallidos procesos de desmovilización y la casa paramilitar de los hermanos Castaño, de la cual fue miembro antes de 2005. Úsuga también habría señalado que el Clan del Golfo jamás ha asesinado a desmovilizados de las Farc, ni a líderes comunitarios.
Por su parte, una fuente cercana a la captura de Otoniel le dijo a este diario que Úsuga fue abandonado por su esquema de seguridad y estuvo un par de días sin comida. A la final, aseguró, no tuvo otra opción que entregarse a las autoridades. El director de la Policía, el general Jorge Luis Vargas, le dijo a este diario días después de la captura de Otoniel que ese golpe significaba el fin de la organización. Además, esta tarde respondió que el criminal jamás se entregó y fue acorralado en una minuciosa operación.
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Al conocer las supuestas declaraciones de Otoniel, la Policía afirmó que el líder del Clan del Golfo fue capturado en zona rural del Urabá. Incluso, entregaron las fotos del lugar donde Úsuga estaba viviendo, una casa nada ostentosa que tenía DirectTv, una motocicleta, un colchón ortopédico y unos perros. También fue hallada una menor de 15 años quien desde entonces quedó al cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf).
De la misma manera, el ministro de Defensa, Diego Molano, dijo: “Que sepa Otoniel y todo el Clan del Golfo que se someten o los capturamos. Aquí no se puede venir a hablar de negociaciones de paz. La línea del Gobierno del presidente Iván Duque es clara: con terroristas y con narcotraficantes no se negocia”. También rechazó con vehemencia las afirmaciones de Úsuga sobre la manera en que fue capturado el pasado 23 de octubre.
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“Nada de que alias Otoniel se entregó. Aquí lo que hubo fue una captura por parte de nuestra fuerza pública. La operación Osiris desplegó más de 500 hombres que lograron pasar los ocho anillos de seguridad que tenía este criminal, el peor narcotraficante en el siglo XXI”, explicó Molano. Por su parte, el presidente Iván Duque también le salió al paso a las declaraciones del narcotraficante.
“Lo primero que yo quiero decir es qué va a decir esa sabandija cuando ya esté en un calabozo en una cárcel de Estados Unidos. Ese fue un criminal que fue capturado, que mató policías, que secuestró gente y que lo veníamos cazando hace mucho tiempo”, dijo Duque. Y agregó: “Que no venga ahora a dárselas de lucido semejante criminal, que él sabe cómo lo capturamos y él sabe hasta donde le llegó la inteligencia (...) Le queda notificada a esa sabandija y a ese criminal que cuando se vaya al calabozo y a la cárcel de Estados Unidos, que es lo que le corresponde con la extradición, a ver si va a seguir diciendo lo mismo”.
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