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Anderson Andrey Vargas, alias Kevin, es el líder del frente Carlos Patiño de las disidencias de las FARC que está detrás de una operación de amenaza y constreñimiento que llevó a que la comunidad de la vereda La Hacienda en El Tambo (Cauca) retuviera a 57 militares. Los uniformados estaban en el desarrollo de una misión para dar con la ubicación de un supuesto líder de este grupo armado ilegal. La población retuvo, en un primer momento, a cuatro, luego a 31 y la cifra final fue de 57 militares privados de su libertad.
Desde el primer reporte, la Fuerza Pública informó que la población estaba siendo amenazada por hombres del frente Carlos Patiño y habló de tres altos mandos a cargo de la operación: Anderson Andrey Vargas, alias Kevin, y sus hombres de confianza en la zona, Jhon Alexander Jiménez Marín, alias Zamora, y alias Geovanny. Bajo su control están los municipios de Argelia y El Tambo y el corregimiento de El Plateado (Cauca), en especial de los corredores del narcotráfico de este histórico enclave cocalero con salida estratégica hacia la costa pacífica.
Su poderío actual muestra que el frente Carlos Patiño sigue dominando la vida en el Cañón del Micay y que el poder de esta disidencia de las FARC se estaría concentrando en pocos hombres. ¿La razón? Un ajuste de cuentas entre alias Kevin, y Andrés Patiño, alias el “Mocho”, el encargado de hacerle las cuentas del tráfico de drogas a alias Mordisco, líder supremo de esta disidencia conocida como el Estado Mayor Central (EMC). Aunque las autoridades reportaron la muerte de “Mocho” en enero de este año como un accidente, un informe de inteligencia cuenta otra historia.
El Espectador conoció ese reporte que da pistas de que alias Kevin, el jefe detrás de la retención de los militares en El Tambo este fin de semana, está controlando hasta el movimiento de una hoja en esta zona del cañón del Micay. La historia oficial de la muerte de Mocho contó que este jefe guerrillero murió cuando transportaba explosivos para atacar el batallón militar de El Estrecho, ubicado en zona rural del municipio de Patía (Cauca). Según esa versión, el carro explotó accidentalmente antes de llegar a su destino y los cuatro ocupantes murieron al instante.
“Según información de familiares, amigos, allegados, personal infiltrado en las estructuras y relatos de miembros de ese grupo armado organizado, detrás de la materialización de ese hecho (la muerte de Mocho) estaría Anderson Andrey Vargas Suns, alias Kevin, un peligroso cabecilla de la estructura Carlos Patiño, quien se habría encargado de planear y ejecutar ese macabro plan en contra de quien hasta hace unos días era su amigo”, se lee en el informe. De acuerdo con esa información, alias “Mocho” descubrió información de alias “Kevin” que no debía conocer.
(En contexto: Las implicaciones de muerte del ‘Mocho’, jefe de disidencia de Mordisco en Cauca)
Inteligencia militar sostiene que se trató de una traición interna por una “serie de hechos y actuaciones que venía adelantando alias El Mocho sobre varias veredas del cañón del Micay en donde descubrió varias anomalías con el manejo de recursos provenientes de las finanzas ilícitas de ese grupo armado organizado”. El documento señala que alias Kevin presuntamente se estaba quedando con dinero para beneficio personal, desviando las rentas que debían ser enteramente para la organización.
“Por otra parte, alias El Mocho habría constatado recibir una falsa información por parte de Kevin, quien aseguraba tener el control del territorio en varias zonas, sin embargo, por estar más preocupado por dinero para sus bolsillos, estaba permitiendo que se perdiera control ilegal sobre esa área. Según lo que se ha conocido, tras varios sucesos, alias El Mocho habría tenido discusiones con Kevin y esto generó una grave y seria enemistad entre ambos”, se lee en el informe de inteligencia conocido por este diario.
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La relación no solo terminó en una guerra entre ambos líderes, sino también en una purga interna de esta disidencia. Lo que sostiene el documento es que Kevin logró contactar a los hombres de confianza de alias Mocho que prepararon el vehículo con los explosivos que tenían que transportar y les ofreció $200 millones para que alteraran el sistema de activación de las cargas. Alias Mocho se movilizó en ese carro, confiado en que la carga solo se activaría por telemando, es decir, por un sistema de control remoto y, así, tener el tiempo de huir.
Sin embargo, el plan de alias Kevin estaba en marcha. Uno de sus “nuevos aliados” logró engañar a su jefe e instaló un sistema de temporizador para activar los explosivos. En plena marcha, la carga estalló mucho antes de llegar al batallón militar de El Estrecho, causando la muerte instantánea de alias Mocho, alias Marrano y dos hombres más que hacían parte de su seguridad. El informe de inteligencia contiene los detalles de esta venganza y de cómo alias Kevin terminó siendo hoy el jefe con más poder en el cañón del Micay.
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“Este violento hecho de traición y venganza interna en las disidencias dejaría en evidencia nuevamente las serias diferencias y fracturas que se presentan entre los diferentes cabecillas de las disidencias de Iván Mordisco en el departamento del Cauca, teniendo un común denominador: las ansias de poder y el deseo de obtener millonarias sumas de dinero para su beneficio personal”, concluye el informe secreto conocido por El Espectador. En medio de esas rencillas, este fin de semana alias Kevin logró detener el avance del Ejército en su zona.
Bajo amenazas y constreñimiento, la comunidad de La Hacienda mantiene privados de su libertad a 57 soldados que estaban en la misión de ubicar a un líder de esta disidencia de las FARC en el cañón del Micay. En estos momentos, el alto gobierno y la cúpula militar está viajando hacia Popayán para adelantar un consejo extraordinario de seguridad y verificar en qué va el plan y las negociaciones con la comunidad para que liberen a los uniformados. “Es un ataque a la institucionalidad”, calificó el ministro Sánchez estos hechos.
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