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En las últimas horas, funcionarios de la Fiscalía y la Policía capturaron a una de las piezas claves de la expansión paramilitar en la región Caribe durante los años noventa y los dos mil. Se trata de Darío Laíno Scopetta, un hombre de ascendencia italiana y que, según las autoridades, fue uno de los principales financiadores del frente Jose Pablo Díaz de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), y lideradas en esta zona del país por alias Jorge 40. El operativo que dio con su captura en Barranquilla fue ordenado por un juez, que lo condenó en julio pasado a 32 años por su participación en el asesinato de Manuel Santiago Pájaro Peinado, un integrante del Sindicato de Servidores Públicos de Barranquilla.
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Además, dice la Fiscalía, un fiscal también lo tiene vinculado a una investigación como presunto responsable del homicidio del docente e integrante del Sindicato de Educadores de Atlántico, Hermes Daniel Mercado Hernández, perpetrado en noviembre de 2002, en Barranquilla (Atlántico). Pero estos no son los únicos crímenes que se le endilga a este líder criminal. En el reciente hackeo a la Fiscalía, al cual tuvo acceso El Espectador, hay documentos que dan cuenta del posible rol que tuvo Laíno Scopetta para ordenar el asesinato de otros sindicalistas y docentes de la Universidad del Atlántico.
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Uno de los archivos conocidos por este diario fue la solicitud hecha por el Colectivo de Abogados Jose Alvear Restrepo, en representación de la familia de la víctima, a la Fiscalía para que declare como crimen de lesa humanidad el asesinato del sindicalista Ricardo Orozco Serrano, perpetrado en 2001. La solicitud se hizo bajo el argumento de que este crimen se realizó en un contexto de sistematicidad contra profesores y sindicalistas en Barranquilla por parte de esa misma organización criminal financiada por Laíno Scopetta. Entre ellos, Alfredo Castro y Luis Meza (2000); Antonio Meza, Lisandro Vargas, Humberto Contreras y Jorge Freyter (2001); Gustavo De Silvestri y Reinaldo Serna (2002).
En los organigramas de las Auc, la organización criminal era liderada por Jorge 40 y Salvatore Mancuso, luego aparece Laíno Scopetta y un escalón más abajo Don Antonio, hombre de las finanzas de los paramilitares en esta zona. Este último y otros integrantes de la estructura ilegal, señalaron ante la Fiscalía que Laíno Scopetta cumplía un papel fundamental, ya que la mayoría de las acciones criminales del frente Jose Pablo Díaz eran informadas y consultadas con él. Además de que la solicitud fue negada por la Fiscalía, al no encontrar sistematicidad en los crímenes, fuentes cercanas al caso señalaron que Laíno fue absuelto en segunda instancia por el Tribunal Superior de Cundinamarca.
En diciembre de 2018, el Tribunal Superior de Barranquilla emitió una sentencia contra varios miembros del frente José Pablo Díaz del Bloque Norte de las autodefensas. El extenso fallo, de más de 1.700 páginas realizó un detallado estudio sobre esta estructura narcocriminal que operó en Atlántico, Magdalena, Cesar, Sucre y Córdoba, aproximadamente entre 2000 y 2006. Además de revisar su prontuario delictivo y de condenar a varios miembros de la estructura, el fallo enfocó puso el foco sobre cómo Laíno Scopetta y sus empresas fueron claves en la expansión de las Auc.
El Tribunal resalta el papel que tuvo este hombre desde su vinculación al Bloque Norte y también de las empresas que fueron registradas en la Cámara de Comercio de Barranquilla a su nombre: Agro Inversiones Laíno & Cía; Blinco Limitada; y a la empresa agroindustrial Palmeras de la Costa S.A.. En contra de él y de sus empresas, el magistrado Roa compulsó copias para que la Fiscalía investigue hasta qué punto el frente José Pablo Díaz y el Bloque Norte se beneficiaron de sus negocios, tal y como lo han afirmado varios desmovilizados, o si el papel de estas sociedades y de Laíno Scopetta se realizó bajo el marco de lo legal.
el Tribunal recopiló varias declaraciones de exmiembros del frente José Pablo Díaz, así como apartes de la investigación que en este caso realizó la Fiscalía. Los desmovilizados resaltaron el papel que jugaron Ojitos Azules y el ganadero Hughes Rodríguez, otro como intermediarios políticos y financieros del frente Jose Pablo Díaz de las Auc en la región Caribe. Por ahora, el futuro de Laíno Scopetta, quien durante más de una década señaló no tener nada que ver con los paramilitares, ahora ya tiene una condena encima por ser uno de sus jefes criminales. El tiempo y la justicia dirán si será condenado o absuelto por el asesinato del sindicalista Hermes Daniel Mercado, que aún sigue impune.
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