Un juez envió a detención preventiva a Luis Guillermo Gutiérrez, empresario y financiador de campañas políticas, mientras es investigado por golpear a su esposa embarazada. La golpiza de la que se señala a Gutiérrez fue tal, que la mujer, con cinco meses de gestación, tuvo que permanecer más de dos semanas en una unidad de cuidados intensivos. Ahora, Gutiérrez no podrá salir de su casa mientras el proceso avanza.
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Al parecer, con patadas e insultos Gutiérrez le dijo a su esposa, Natalia Rendón, que “iba a sacarle a patadas el bebé”, según relató la fiscal del caso. El hombre se declaró inocente del delito de violencia intrafamiliar, pero la Fiscalía presentó declaraciones de personas cercanas a la pareja que dieron cuenta de cómo la trataba, así como la historia clínica de la mujer y la valoración que hizo de las agresiones Medicina Legal, que le dio 18 días de incapacidad por la gravedad de sus heridas.
En el episodio, que ocurrió a finales de marzo, Luis Guillermo Gutiérrez, supuestamente, se refería con fuertes calificativos a su esposa mientras la violentaba, según contó la fiscal en la audiencia. “La tiró al piso y la golpeó, le voló una uña, le jaló el pelo y la escupió mientras la insultaba”, relató la funcionaria judicial sobre el episodio violento que tuvo que atravesar la mujer embarazada. Después, añadió la fiscal, Gutiérrez “puso un pie sobre su barriga y le propinó varias patadas”.
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Luego de la agresión, al parecer, Gutiérrez continuó amenazando a la mujer. En diálogo con W Radio Natalia Rendón aseguró que previamente Gutiérrez la había violentado psicológicamente y repasó lo que vivió ese día. Aquel 22 de marzo, asegura, la salvó su reacción de acudir inmediatamente a las autoridades: “Llamé a la Policía diciendo: ‘Vengan rápido porque estoy embarazada y quieren matar a mi hijo’.
La fiscal del caso consideró que era necesario privar de la libertad a Gutiérrez mientras avanza la investigación, pues podría obstruir la justicia y, además, podría ser un peligro para la víctima y para la sociedad. La jueza 57 penal de garantías de Bogotá estuvo de acuerdo con el pedido y envió al procesado a detención domiciliaria. Aunque la defensa de la mujer consideró que no es una medida suficiente, el hombre enfrentará la investigación desde su casa, que, cabe aclarar, no es la misma de su esposa.
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