Musa Besaile, el cacique electoral del Partido de la U en la Costa Caribe, será investigado por parapolítica. A la investigación que ya existe en su contra por soborno y peculado, tras haber confesado que le pagó $2.000 millones para evitar ser arrestado a raíz de ese proceso, se suma ahora este expediente por sus presuntos nexos con grupos paramilitares en el norte del país.
Dos testimonios claves juegan en contra de él: el de Salvatore Mancuso, excomandante del Bloque Norte, y el de Luis Eduardo Urán Lara, excomandante del bloque Córdoba y Catatumbo. Con Mancuso, Besaile resultó salpicado desde su segunda versión libre, en la cual afirmó haberse reunido con el político cordobés y con otros de la región, como Salomón Náder o Eleonora Pineda, ambos condenados por sus nexos con grupos paramilitares.
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Luis Eduardo Urán Lara fue asesinado en circunstancias aún no aclaradas. En la Corte había un proceso en curso para establecer si Besaile, como decía la familia de Urán Lara, tuvo responsabilidad en el crimen, pero el proyecto fue archivado hace más de cuatro años. Urán, tal parece, declaró hace más de 10 años sobre los posibles vínculos de Besaile con el bloque Córdoba de los AUC.
El senador Besaile está detenido en la cárcel La Picota desde octubre pasado. Se entregó el 5 de octubre en la noche, justo después del partido Colombia-Paraguay por las eliminatorias al Mundial 2018. Para ese momento llevaba 11 días prófugo, pues ya era público que la Corte Suprema había emitido una orden de captura en su contra por su responsabilidad en el cartel de la toga.
En septiembre del año pasado, el congresista admitió ante la Corte y ante medios de comunicación que él le había dado $2.000 millones al abogado Luis Gustavo Moreno para frenar una orden de captura en su contra por parapolítica. Es decir, para evitar que ese proceso, que se encontraba en estado preliminar desde 2007, avanzara y se convirtiera en uno formal. Moreno, por su parte, ratificó la versión.
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El exjefe anticorrupción de la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez confesó, igualmente, que él había recibido parte de ese dinero y que en el caso estaba involucrado el exmagistrado Francisco Ricaurte, quien ya fue llamado a juicio por su presunta participación en el llamado cartel de la toga. En ese entramado de corrupción también estarían involucrados el exmagistrado José Leonidas Bustos y el magistrado Gustavo Malo.
Este último tenía el proceso de Besaile desde 2014, y lo entregó en 2017, cuando el escándalo de corrupción en la Corte Suprema lo alcanzó a él. Desde octubre del año pasado está por fuera de la Corte, y hoy miércoles presentó su tercera autorización médica para seguir ausente del alto tribunal, donde necesitan su presencia para discutir si lo retiran temporalmente de su cargo.
Tanto Besaile como Bustos y Malo han negado haber hecho parte del cartel de la toga. Bustos ha señalado que nunca tuvo una relación con Moreno -aunque está probado que en más de una ocasión hicieron negocios juntos y que Moreno hasta reemplazaba a la esposa de Bustos para dar clases-; Malo ha dicho que nunca ha cometido ninguna acción ilegal. Besaile se ha defendido diciendo que él no sobornó, sino que fue extorsionado, argumento que tuvo poca acogida en la Corte.
Por Redacción Judicial
