No podemos confiar en la Fiscalía con estos antecedentes: Camilo Romero sobre chuzadas

Camilo Romero, exgobernador de Nariño, fue uno de los mencionados como víctima de chuzadas ilegales presuntamente realizadas por inteligencia del Ejército. El exmandatario local aseguró que sus comunicaciones han sido intervenidas de forma ilegal desde que estaba en el senado.

Redacción Judicial
14 de enero de 2020 - 03:43 p. m.
El exgobernador de Nariño Camilo Romero sería una de las víctimas de las chuzadas presuntamente realizadas por inteligencia del Ejército.  / Mauricio Alvarado - El Espectador
El exgobernador de Nariño Camilo Romero sería una de las víctimas de las chuzadas presuntamente realizadas por inteligencia del Ejército. / Mauricio Alvarado - El Espectador

Desde el pasado sábado, en el país hay un tema que maneja la agenda nacional: las presuntas chuzadas ilegales realizadas por miembros de inteligencia del Ejército. La revelación fue realizada por la Revista Semana y levantó un polvorín sobre si esta fue la verdadera razón por la que el general Nicacio de Jesús Martínez salió de la comandancia del Ejército faltando apenas unos cuantos días para el fin de 2019.

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Entre las posibles víctimas de estas interceptaciones ilegales de comunicaciones está el senador del Partido de la U, Roy Barreras; la magistrada de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema, Cristina Lombana; y el recién salido de la Gobernación de Nariño, Camilo Romero. Este último dialogó con El Espectador sobre las interceptaciones ilegales presuntamente realizadas en su contra y aseguró que han sido varias las ocasiones en las que ha sido víctima de esta práctica por parte de organismos del Estado.

Antes de estas revelaciones ¿tenía indicios de que sus comunicaciones estuvieran interceptadas?

Lo mío no son indicios sino que son certezas. Si revisan una denuncia de hace seis o siete años, también de la revista Semana, también de chuzadas de fuerzas militares cuando yo era senador, estaba mi nombre vinculado. Desde ese tiempo, siempre he tenido la certeza. La duda si acaso es poca, por decirlo menos. Lo que sorprende hoy, sin duda, es que todo eso esté ahora al servicio de un partido político, de un sector. Y no cualquier partido, sino el partido político de Gobierno, que es lo fuerte. 

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Antes era senador de la República, opositor del gobierno Santos en su momento, y luego como gobernador del departamento de Nariño tuve unas posturas claramente contrarias a las del presidente de la República. Lo he dicho en público y también en reuniones en privado y en la Casa de Nariño. Cuando se dio el paro de los indígenas y en la última reunión de Gobernadores. Allí expresé en privado todo lo que he dicho en público, el presidente no puede llamarse a sorpresas conmigo. Saben de mi postura. Una de esas veces, por ejemplo, fue con  el presidente Duque en la Casa de Nariño, durante el paro indígena, con el fiscal Néstor Humberto Martínez encima, y allí fue cuando tomé la decisión de no arropar al presidente a lo que él quería, que era una foto y una alocución publica con los otros gobernadores. Fuimos invitados cuatro gobernadores: Cauca, Valle, Huila y Nariño. Lo que se proponía allí era acompañar y rodear al presidente, no una solución al problema. Yo tomé la decisión de no acompañarlo, yo estaba era interesado en una solución para el pueblo de Nariño, esa solución estaba más en una intermediación nuestra de buenos oficios tanto con el presidente como con los indígenas, y si yo salía al lado del presidente, en contra de los indígenas, pues claramente no íbamos a tener interlocución con ellos. 

Esto viene de hace tiempo, en el Senado, en la Gobernación con cuatro amenazas, el tema de la visa que tienen unas connotaciones políticas y el tema de montajes desde la Fiscalía, montajes judiciales con fines netamente políticos. Hay que decirlo, lo de la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez con varios intentos de joderme. Todo lo que me tiene hoy en la Corte Suprema, ese es un caso en el que hay toda una intención política.  Además de eso, recuerden el caso que se destapó en 2008 del grupo que comandaba interceptaciones ilegales en Ipiales. Eso quedó como un cabo suelto, no pasó nada, y al final  también salió mi nombre como objeto de chuzadas.  

¿Por qué cree que los organismos del Estado estaban interesados en interceptar sus comunicaciones?

Mi  postura ha sido clara  y fundamentalmente en temas como el de la defensa de la vida y la defensa ambiental. Esos que han sido unos propósitos comunes para nosotros en nuestro ejercicio de gobierno en Nariño parecen haber incomodado a sectores del poder en el país y esos sectores están en el Gobierno. 

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Nuestra acción política es la que ha generado todos estos antecedentes. Soy el único gobernador de los 32 departamentos del país que ha tenido esas situaciones especiales y eso es por algo, por nuestra postura política. ¿o qué me diferencia a mí del resto de gobernadores? Pues que yo me he parado frente al presidente de la República, el haber señalado cosas en las que creo profundamente, es decir, un presidente joven que gobierna para un viejo país y no entiende el nuevo momento, la nueva ciudadanía que exige nuevos gobiernos. No puede ser que la democracia en los tiempos de hoy siga siendo exactamente igual que hace 10 o 50 años, no se pueden escudar en que simplemente hay unas elecciones cada cuatro años, que nos arrepentimos de por quien votamos y volvemos a elegir mal en los siguientes cuatro años. Esta es una democracia mucho más viva que tiene una ciudadana alerta y despierta. 

Fuimos un gobierno abierto, de lucha directa contra la corrupción y ahora pretenden montarnos un tema parecido a esos de corrupción. Cuando el fiscal anuncia el proceso en mi contra, el 2 de octubre de 2017, es capaz de decir que me iban a imputar cinco delitos entre esos el de peculado, que es el peor de todos, el de robarle la plata a la gente y cuando se da la imputación por supuesto tienen que quitar ese cargo porque no había nada.  

¿Cree usted que el Gobierno sí sabía de la interceptaciones ilegales?

La respuesta ya la dio Roy Barreras y  ha dicho que él mismo se encargó de decirle al Presidente de la República, él mismo se encargó de hacer las declaraciones ante la Fiscalía, eso ya era conocido por el alto gobierno. En el fondo de todo esto hay una dimensión más profunda. Esto lo que ha sido es una lógica de poder, de gobierno, que se trastoca con el 2002. Es una lógica permisiva incluso con acciones ilegales, lo grave de todo esto es que nuestra democracia se ufana de ser la más antigua de América Latina y termina siendo debilitada completamente por acciones como estas. Porque la ciudadanías puede entender que sea la criminalidad y al delincuencia las que estén al margen de la ley y que hagan actos ilegales, pero cuando lo hace la propia institucionalidad, las entidades del Estado, eso menoscaba la democracia, menoscaba la confianza de los ciudadanos en la democracia. Y el mensaje de fondo es muy grave, hay una lógica que raya con acciones como estas que tienen que ver ya con acciones delincuenciales de nuestras fuerzas militares, eso no es otra cosa sino paramilitarismo. Es una lógica que deja un caldo de cultivo para el asesinato de líderes sociales, una lógica de poder que tiene fastidio por los temas ambientales. 

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¿Confía en la investigación que pueda llevar a cabo la Fiscalía?

No puede haber confianza con todo lo que ha ocurrido, tenemos lo de la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez en alianza con el gobierno y ahora es el mismo partido del Gobierno el que, según las denuncias, estaría detrás de las interceptaciones ilegales. Es una crisis de la democracia, es casi que un secuestro de nuestras instituciones por parte de un partido político para fines absolutamente particulares. Y eso se refleja también en el presidente de la República, no es un jefe de Estado, es miembro de un partido político, actúa para un partido y no para los colombianos y eso se demuestra en cada paso. 

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¿Tomarán entonces otras medidas?

Lo único que queda es acudir a instancias internacionales, no puede ser otra la manera. Ya nuestros abogados están en el estudio de qué es lo pertinente, pero lo cierto es que mínimo debe haber una auditoria internacional frente a este caso. Esto no es un tema sobre las Fuerzas Militares, si algo hice en el Senado fue defender a los miembros de nuestra Fuerza Pública. Contrario a lo que se piensa, somos nosotros los que estamos en la defensa institucional de la democracia. 

Por Redacción Judicial

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