Cada 25 de noviembre la ONU lanza campañas para visibilizar las cifras de la violencia contra las mujeres que se produce, según reportan, de forma general en todos los países del mundo. Desde amenazas verbales hasta violencia sexual, incluso casos de mutilación genital o matrimonio infantil, estas violencias son consideradas por Naciones Unidas como una de las violaciones de derechos humanos más generalizadas y extendidas en la actualidad.
Desde 1999, la ONU conmemora esta fecha para que los Estados, sus instituciones y organizaciones de la sociedad civil mejoren sus estrategias para prevenir, enfrentar y castigar estas acciones. Por la gravedad del asunto, esa organización pone de presente que el problema se ha acentuado debido a varios factores como el cambio climático, el covid-19 e incluso se ha facilitado el ciberacoso a causa de las nuevas tecnologías.
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“Menos del 40 % de las mujeres que experimentan violencia buscan algún tipo de ayuda. En la mayoría de los países para los que existen datos disponibles sobre esta cuestión se constata que, entre las mujeres que buscan ayuda, la mayoría acude a familiares y amistades. Muy pocas recurren a instituciones formales, como la policía o los servicios de salud. Menos del 10% de quienes buscan ayuda presentan una denuncia ante la policía”, reseña la ONU.
El motivo de conmemorar esta fecha tiene varios propósitos. Desde 2013, la ONU tiene unas metas para que el mundo logre la “paz y prosperidad” antes de 2030. Sin embargo, no es posible completarlos sin erradicar la violencia contra las mujeres y niñas, explica la organización.
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Según los datos de Naciones Unidas, una de cada tres mujeres en el mundo han sido alguna vez objeto de violencia física o psicológica por parte de un compañero íntimo; es decir, casi 800 millones. Además, solo en 2021, hubo más de 40.000 mujeres y niñas que murieron bajo el delito de feminicidio; lo que equivale a que cada hora, en promedio, fueron asesinadas cinco mujeres por alguien de su propia familia.
Por esta razón es importante, añade la organización, que los Estados y las instituciones se comprometan con políticas, acciones y campañas de prevención. El año pasado, por ejemplo, la República Democrática del Congo y Costa de Marfil, en África, lograron avances al aprobar leyes en contra de violencias domésticas. “Además, Indonesia y Jamaica promulgaron leyes sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo, que incluyen sanciones penales y recursos civiles”, dice Naciones Unidas.
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De 193 países que la ONU reconoce, al menos 162 de ellos cuentan con leyes sobre violencia familiar y 147 tienen dentro de sus legislaciones castigos por acoso sexual. Pero la ONU aclara que “eso no significa que se ajusten siempre a las normas y recomendaciones internacionales, ni se apliquen y se hagan cumplir”.
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