Si en su despensa algunos garbanzos han comenzado a sacar pequeñas raíces, ¡tiene suerte! Pues puede aprovecharlos para cultivar su propia planta y obtener una cosecha en unos 100 días. Quédese, porque aquí le contamos todo lo que necesita saber para tener sus propios garbanzos en casa.
Pero antes de comenzar, vale la pena saber el garbanzo. Conocido científicamente como Cicer arietinum, es una leguminosa de porte bajo, que alcanza cerca de 50 centímetros de altura y desarrolla flores blancas o violetas, de las cuales surgen pequeñas vainas con dos o tres semillas muy nutritivas.
Su historia se remonta al Mediterráneo, donde fue cultivado desde tiempos antiguos por su valor nutritivo, pero con la llegada de los españoles, el garbanzo cruzó el océano y echó raíces en América, adaptándose con facilidad a los climas secos y convirtiéndose en un alimento esencial en muchas cocinas del continente.
Según el Royal Botanic Gardens de Kew, los garbanzos son una fuente importante de proteínas y un ingrediente fundamental en diversas cocinas del mundo. Se consumen frescos, hervidos o asados, en preparaciones como el hummus o en forma de harina para elaborar panes sin gluten. Su líquido de cocción, conocido como aquafaba, se usa como sustituto vegano del huevo, y los granos molidos han servido como alternativa sin cafeína al café desde el siglo XVIII.
Además de su valor alimenticio, tienen usos medicinales y prácticos: los fluidos ácidos de sus tallos y hojas se han empleado para tratar dolencias como bronquitis e insolación, y en Chile se combina con leche para aliviar la diarrea infantil.
¿Cómo cultivar el garbanzo?
Preparación de las semillas
- Preparación de las semillas: Antes de germinar, seleccione las semillas más firmes y sin manchas. Luego, enjuáguelas con agua fría para eliminar restos de pulpa y evitar hongos durante el proceso.
- Estratificación: Las semillas de garbanzo, por su origen, necesitan pasar por un periodo de frío para activar su germinación. Colóquelas en arena o turba ligeramente húmeda dentro de un recipiente cerrado y guárdelo en el refrigerador (entre 4 °C y 7 °C) durante varias semanas. Revise cada semana para asegurarse de que el sustrato no esté demasiado húmedo ni presente moho.
Siembra
- Remoje las semillas: Sumerja las semillas de garbanzo en agua de 2 a 6 horas antes de sembrar para acelerar la germinación.
- Elija la ubicación: Planta en un lugar que reciba pleno sol.
- Prepare la tierra: Use tierra suelta y con buen drenaje. Si usa macetas, asegúrate de que tengan al menos 303030 cm de profundidad.
- Siembre las semillas: Coloque 3 semillas por maceta con un espacio de 30 cm, a una profundidad de unos 10 cm. Humedezca la tierra antes y después de sembrar.
Cuando las plántulas midan entre 10 y 15 centímetros y presenten varias hojas verdaderas, será momento de trasplantarlas a macetas más grandes o al lugar definitivo donde crecerán.
Cuidados
- Luz: Los garbanzos necesitan entre seis y ocho horas de sol directo al día. En regiones cálidas, se benefician de algo de sombra en las horas más intensas de la tarde para evitar el estrés por calor.
- Clima: Prefieren temperaturas diurnas entre 21 °C y 27 °C y nocturnas de 18 °C a 21 °C. Aunque toleran climas cálidos, no resisten las heladas, por lo que deben sembrarse en épocas sin riesgo de frío extremo.
- Riego: Requieren un suelo ligeramente húmedo, evitando el exceso de agua que puede provocar pudrición. Lo ideal es regar directamente en la base con unos 2,5 cm de agua por semana, sin mojar las hojas ni las vainas para prevenir hongos.
- Abono: El suelo debe ser rico en materia orgánica y bien drenado. Incorporar compost o estiércol maduro antes de la siembra mejora la estructura y aporta nutrientes esenciales sin necesidad de fertilizantes químicos en exceso.
- Plagas y enfermedades: Pueden verse afectados por pulgones, ácaros o escarabajos del frijol, que se controlan con agua a presión o pesticidas naturales. Las enfermedades más comunes son el tizón, la antracnosis y el virus del mosaico; se previenen evitando el exceso de humedad y retirando las plantas enfermas a tiempo.
Cosecha
- Momento de la cosecha: La recolección debe realizarse cuando las vainas estén secas y quebradizas, aproximadamente 100 días después de la siembra.
- Recolección: Se recomienda arrancar las plantas completas y separar las vainas secas con cuidado para evitar dañar las semillas.
- Limpieza: Los garbanzos deben limpiarse y almacenarse en un lugar seco, fresco y bien ventilado para conservar su calidad.
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