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El bonsái tiene sus orígenes en la antigua China, donde se practicaba el penjing, un arte milenario que consistía en cultivar árboles y plantas en miniatura. Esta técnica buscaba recrear paisajes naturales en pequeñas dimensiones, controlando el tamaño de los ejemplares mediante métodos como el trasplante, la poda, el alambrado, entre otros.
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Un documento técnico publicado en marzo de 2018 por la Ottawa Bonsai Society, titulado “Equilibrar la energía o comprender las hormonas vegetales”, explica cómo la poda influye directamente en el equilibrio hormonal de los bonsáis.
Aunque no se trata de un estudio académico revisado por pares, fue elaborado por un colectivo de especialistas en cultivo y fisiología vegetal de Canadá, quienes respaldan sus afirmaciones con literatura científica reconocida, incluyendo investigaciones de Frontiers in Plant Science y Nature Reviews.
El análisis detalla que, al realizar cortes en ramas o brotes, se alteran niveles de hormonas como las auxinas y citocininas, lo que estimula la aparición de nuevas yemas, fortalece las raíces y activa procesos de cicatrización como la formación de callo.
Este estudio es relevante porque demuestra que la poda no cumple solo una función estética, sino también fisiológica. A través de observación práctica y fundamentos científicos, se concluye que los cortes adecuados redirigen la energía del árbol hacia zonas clave para su desarrollo y recuperación.
¿Qué herramientas se necesitan para podar un bonsái?
De acuerdo con Daniel Pacífico, bonsaista con más de 13 años de experiencia en Pacifico Bonsai, si se trata de una poda de solo las hojas, conocido como foliar, basta con unas buenas tijeras afiladas.
“Si la poda es solo foliar, lo único que vas a necesitar son unas tijeras filosas. Lo que haces es quitar todas las hojas que ya cumplieron su ciclo, las que están arrugadas, oscuras o gruesas. Este tipo de poda no solo limpia el árbol, sino que estimula el crecimiento, ya que, por cada corte que tú haces, nacen dos brotes nuevos. Así es como se vuelve un bonsái bien frondoso. Cortas una rama y haces que crezcan dos”, dice el bonsaista.
Por otro lado, Cristian Manuel Pinto Espitia, viverista con más de 6 años de experiencia en Vivero en Casa, lo más importante es tener tijeras de buena calidad, preferiblemente resistentes y específicas para cada tipo de corte.
“Las herramientas básicas para podar un bonsái son unas buenas tijeras de poda, pero que sean fuertes, porque a veces los troncos son gruesos”, indicó el experto.
Muchas personas cometen el error de utilizar tijeras comunes o demasiado pequeñas, lo que puede afectar la planta y dificultar la poda.
“Hay quienes usan tijeras para cortar papel, pero esas no sirven. No son la herramienta suficiente ni necesaria para este tipo de trabajo”, advirtió Pinto.
Para cortes más finos, por ejemplo en ramas delgadas o raíces, el viverista Pinto recomienda emplear tijeras de precisión. En el caso de ramas más gruesas o de bonsáis de muchos años, como aquellos de 20 o 30 años de edad, se requieren herramientas más robustas. “Existen utensilios especiales, como las tijeras cóncavas, que permiten cortes precisos sin dañar el árbol", menciona el viverista.
¿Cuándo podar un bonsái?
La poda del bonsái no debe hacerse al azar. Tanto Pinto como Pacífico coinciden en que el momento del corte influye directamente en la salud del árbol.
Pinto prefiere guiarse por los ciclos lunares y opta por podar durante la fase menguante, cuando la savia de la planta se concentra en las raíces.
“En menguante me gusta hacer todo lo que son podas y fertilización, porque la savia o la sangre de nuestras plantas está enfocada en la raíz. Entonces no hay tanto peligro de que se salga por los cortes y se debilite”, explicó el viverista.
También recomienda evitar las horas de mayor calor y hacerlo cuando el sustrato esté fresco, es decir, en la mañana o en la tarde, donde el sustrato no está tan caliente.
Pacífico, respalda esta idea con una explicación más fisiológica: durante la Luna llena, la savia asciende hacia las hojas debido al efecto de la gravedad, por lo que podar en ese momento puede debilitar gravemente al árbol.
“Si tú podas cuando la savia está arriba, vas a eliminar la energía del árbol y se puede morir porque pierde mucha savia en el proceso”, advirtió el bonsaista. Según él, lo ideal es esperar a que pase la Luna llena y entre en su primera fase (Luna menguante), cuando la savia comienza a descender.
Agrega también que las épocas de lluvia son favorables para la poda, especialmente en ciudades como Bogotá, donde el clima es cambiante.
“Cuando empieza a llover demasiado, los árboles están sobrehidratados, por ende no van a tener problema al hacer los cortes. El calor y el frío generan movimientos naturales dentro del árbol, parecidos a los de nuestros intestinos, que estimulan el crecimiento”, explicó Pacífico.
¿Cómo se poda un bonsái?
Según los expertos, podar un bonsái es un acto de expresión artística, técnica y también de responsabilidad, ya que cada corte define la forma y la salud del árbol.
Para Pinto, la poda es una manera de proyectar en la planta una visión estética y personal:
“Es la expresión que yo quiero manifestar en la planta. Las podas son la forma en la que yo dirijo el árbol hacia la forma o la expresión que quiero ver”, explicó el viverista.
Añade que es clave observar los nudos (Los puntos donde brotan las hojas) y hacer los cortes justo antes del nudo, para estimular el crecimiento de nuevas ramas laterales y volver más frondoso el bonsái.
Por su parte, Pacífico recomienda que todos los cortes se hagan en diagonal y no planos, ya que la inclinación del corte determina la dirección en la que brotará la nueva rama:
“Si cortas plano, se sella y no brota nada. Pero si cortas en diagonal, el brote crece hacia el lado al que apunta el corte. Así puedes poblar zonas específicas del árbol”.
Además, recalca la importancia de usar tijeras bien afiladas y esterilizadas para evitar daños e infecciones.
“Si en vez de cortar haces mordiscos, no va a brotar y estás lastimando el árbol. Y si no desinfectas las tijeras, puedes transmitir virus, bacterias u hongos que pueden ser mortales para el bonsái”, advirtió el bonsaista.
Así, la poda del bonsái requiere técnica, precisión y una profunda observación. Cada corte no solo da forma, sino que influye directamente en la vitalidad y desarrollo del árbol.
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