Compost giratorio: una solución práctica para el manejo de residuos orgánicos

Compost Giratorio: La Propuesta Innovadora de Hábitat Compostaje para una Gestión Sostenible de Residuos

Foto: Habitat Compost

Tal vez ya ha escuchado hablar del compost casero, del de pacas o incluso del lombricompost. Pero hay una opción menos conocida que está revolucionando la forma en que gestionamos nuestros residuos orgánicos: el compost giratorio. No es una moda pasajera, sino una solución práctica, limpia y sorprendentemente sencilla. En La Huerta le contamos de qué se trata y por qué cada vez más personas lo están incorporando a su rutina diaria.

Lo primero es definir que es una composta giratoria, y es que este es un sistema cerrado diseñado para transformar residuos orgánicos en abono de forma rápida, limpia y eficiente. Se compone de una estructura tipo tómbola que se puede girar manualmente, lo que facilita la aireación interna y acelera el proceso de descomposición sin necesidad de revolver el contenido con herramientas. Muchas versiones incluyen dos compartimientos: uno para seguir agregando residuos y otro para dejar que el compost madure, permitiendo un proceso continuo. De hecho, gracias a su diseño, evita malos olores, reduce la aparición de moscas y ocupa muy poco espacio, lo que la hace ideal para casas, apartamentos o fincas.

“Es fundamental que todos empecemos a compostar, y eso es precisamente lo que impulsa el trabajo de Hábitat Compostaje, una empresa con cinco años de trayectoria dedicada a facilitar el compostaje en todo tipo de espacios: desde hogares pequeños hasta instituciones, conjuntos residenciales y zonas comerciales. Y es que estos desechos —como cáscaras de frutas, vegetales, huevos y restos de alimentos— representan más del 50 % de los residuos que genera un hogar promedio”, explicó Vanessa Roldán, CEO de Hábitat Compostaje.

Explica que tradicionalmente, se enseñó que la única opción para los residuos era enviarlos al relleno sanitario, sin considerar que muchos de estos desechos, especialmente los orgánicos, pueden transformarse en abono para regenerar el suelo. Esta visión limitada dejó de lado una práctica ancestral y sostenible: el compostaje. Al devolverle al suelo los nutrientes que alguna vez extrajo, este proceso no solo enriquece la tierra, sino que también contribuye de manera significativa a mitigar el cambio climático. La regeneración del suelo a través del compost tiene un impacto directo en la mejora de la calidad del aire, en la retención de carbono y en la salud de los ecosistemas, demostrando que una correcta gestión de los residuos orgánicos es una herramienta poderosa para cuidar el planeta.

Carolina Rivera, embajadora de la empresa, coincide con esta visión y afirma que uno de los principales objetivos de Hábitat Compostaje es cambiar paradigmas profundamente arraigados. Su propósito es demostrar que gestionar de forma sostenible nuestros residuos orgánicos no solo es posible, sino urgente y necesario para la salud del planeta.

“Desde Hábitat promovemos un mensaje contundente: compostar es una práctica sencilla, práctica y eficiente, y cuando se realiza de manera adecuada, no genera malos olores. La empresa busca así derribar mitos, facilitar el acceso a soluciones concretas y fomentar una nueva cultura alrededor del manejo responsable de los desechos”, afirmo la embajadora.

Su presencia se extiende por prácticamente todos los departamentos colombianos, con particular fortaleza en Antioquia, Cundinamarca y Valle del Cauca. De hecho, participan activamente en espacios de incidencia política y técnica como el Congreso Nacional sobre gestión integral de residuos municipales y la COP16. Estos esfuerzos les han valido reconocimientos como el de “Emprendimientos Sostenibles” otorgado por el Área Metropolitana, y los posiciona como actores relevantes en el desarrollo de políticas públicas para la correcta disposición de residuos.

¿Pero en qué consiste este metodo?

Según Nydia Roballo, licenciada en Química y especialista en Gestión Ambiental, la esencia de Hábitat Compostaje se basa en el principio del compostaje in situ, una filosofía que invita a transformar los residuos orgánicos directamente en el lugar donde se generan. Esta práctica no solo reduce los costos y la logística del manejo de residuos, sino que fortalece el vínculo entre las personas y el cuidado del medio ambiente. Como colectivo liderado por mujeres, Hábitat ha consolidado una comunidad de más de 1.200 personas en Colombia a lo largo de sus cinco años de trayectoria, impactando de manera directa la forma en que se gestionan los residuos orgánicos.

El impacto de este crecimiento se refleja en cifras contundentes: aproximadamente 50 toneladas mensuales de residuos orgánicos que ya no terminan en los rellenos sanitarios, lo que equivale a más de 500 toneladas al año reincorporadas al ciclo natural. Este modelo ha demostrado ser adaptable y eficaz en distintos contextos, desde apartamentos familiares hasta instituciones que tradicionalmente no se vinculan con el compostaje, como hospitales, embajadas, cámaras de comercio, Confenalco, empresas de ingeniería e instituciones educativas.

“Para dimensionar la magnitud del desafío, basta con mirar las cifras nacionales: en Colombia se generan más de 30.000 toneladas diarias de residuos sólidos. Para visualizar esta cantidad, imagínese 5.000 elefantes adultos juntos cada día. Lo más alarmante es que más del 50% de este volumen corresponde a residuos orgánicos que podrían ser compostados adecuadamente. El mal manejo de estos residuos acarrea graves consecuencias: proliferación de plagas, generación de gas metano —un gas de efecto invernadero hasta 80 veces más potente que el CO₂—, contaminación de suelos y fuentes hídricas, y degradación ecosistémica. Ante este panorama, el compostaje emerge como una solución concreta, eficiente y transformadora", puntualizó Roballo.

El sistema de compostaje giratorio es una oportunidad unica porque hace que el proceso sea más accesible, higiénico y eficiente para todo tipo de usuarios. Entre sus principales ventajas se destacan:

• Mayor velocidad de procesamiento: gracias a la rotación constante del sistema, los microorganismos responsables de la descomposición operan en condiciones óptimas, lo que permite obtener compost en tan solo 15 a 20 días, en contraste con los métodos tradicionales que pueden tardar varios meses.
• Facilidad de uso: el mecanismo giratorio elimina la necesidad de volteos manuales, monitoreo constante de humedad y temperatura, o manipulación directa de los residuos. La integración natural de los materiales convierte la experiencia en una actividad práctica, incluso atractiva para niños y personas sin experiencia previa.
• Eliminación de plagas: el diseño elevado y cerrado impide el acceso de roedores e insectos. Además, una adecuada gestión de los materiales reduce significativamente los olores, evitando atraer animales no deseados.
• Proceso continuo: gracias a su sistema de doble compartimiento, mientras un lado completa su proceso de maduración, el otro puede seguir recibiendo nuevos residuos. Esto garantiza una gestión constante sin interrupciones.
• Acompañamiento permanente: conscientes de que adoptar nuevos hábitos puede generar dudas, Hábitat ofrece asesoría profesional disponible 24/7 para acompañar a los usuarios durante todo el proceso, resolver inquietudes y asegurar resultados exitosos.

¿Y cómo puede usar esta compostera?

• Agregue los residuos orgánicos: Deposite restos de frutas, verduras, cáscaras de huevo, café, hojas secas y otros materiales compostables. Evite alimentos cocidos, carnes y productos lácteos.
• Equilibre los materiales: Mezcle residuos húmedos (restos de cocina) con materiales secos (hojas, cartón, aserrín) en una proporción aproximada de 2:1 para mantener el equilibrio carbono-nitrógeno.
• Gire regularmente la compostera: Dé 3 a 5 giros cada dos días para oxigenar la mezcla y acelerar la descomposición. Esto evita malos olores y mejora el proceso.
• Controle la humedad: La mezcla debe sentirse como una esponja húmeda. Si está muy seca, agregue un poco de agua; si está muy húmeda, añada más material seco.
• Coseche el compost: En 15 a 40 días, según las condiciones, el compost estará listo cuando tenga olor a tierra húmeda, textura suelta y color oscuro. Sáquelo por la compuerta y utilícelo como abono.

El llamado de Habitat Compost por una gestión de residuos sostenible

“Lo que hemos creado va más allá de un simple servicio; hemos cultivado una comunidad unida por una nueva comprensión sobre nuestros residuos. Hemos aprendido colectivamente que los desechos no son algo que simplemente “desaparece” cuando los descartamos, sino que forman parte integral de nuestras vidas. Este reconocimiento nos lleva a una conclusión importante: la gestión de residuos no puede ser responsabilidad exclusiva del Estado; cada persona debe asumir la responsabilidad de lo que genera", dijo Rivera.

Afirma que los números hablan por sí mismos: cuando una familia composta y recicla adecuadamente, lo que realmente necesita enviar al relleno sanitario se reduce a aproximadamente un 10% de sus desechos totales. Esto plantea una reflexión inevitable: si hubiéramos adoptado el compostaje masivamente hace 30 años, probablemente no enfrentaríamos la crisis actual de gestión de residuos.

“Cuando una familia composta el impacto ha sido verdaderamente transformador. Observamos consistentemente un fenómeno fascinante: las personas experimentan una profunda transformación personal a través del proceso de compostaje. Ver cómo una simple cáscara de banano se convierte en tierra fértil que luego produce alimentos establece una conexión tangible con los ciclos naturales. Este proceso nos sensibiliza y humaniza nuestra relación con el medio ambiente de manera única”, dijo Rivera.

Pero ojo, aunque el compostaje ha ganado cada vez más reconocimiento a nivel individual, aún enfrenta un vacío importante dentro de las políticas públicas en Colombia. Así lo señala la embajadora de Hábitat Compostaje, quien advierte sobre esta paradoja y destaca la urgencia de incluir esta práctica en la agenda legislativa nacional.

“Durante una reciente visita del Representante a la Cámara Daniel Carballo, se planteó con claridad la necesidad de incorporar el compostaje como una solución concreta frente a la creciente crisis de residuos orgánicos y el inminente colapso de los rellenos sanitarios. El principio es simple: ningún residuo orgánico debería terminar en un relleno si puede ser transformado directamente en su lugar de origen, mediante sistemas descentralizados en hogares, empresas, instituciones y municipios. Aunque la Ley de Ciudades Verdes ha representado un avance, resulta desalentador que el compostaje aún no figure como una estrategia prioritaria dentro de los Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos (PEGIRS), donde se privilegian plantas centralizadas de alto costo y difícil implementación”, dijo Rivera.

Frente a ese panorama, Robayo menciona que las composteras son extremedamente necesarias, pues ofrecen una alternativa más eficiente, descentralizada y de bajo costo. Una forma de hacerlo es con Habitat más Compost que ya implementado con éxito este modelo en municipios como Entre Ríos, Subachoque y Tunja (con Corpoboyacá), e incluye kits de compostaje y talleres prácticos que fortalecen la educación ambiental y reducen los gastos de transporte y disposición final.

“Es crucial que como ciudadanía nos preparemos, ya que al buscar referencias específicas sobre el compostaje dentro de la legislación nacional sobre gestión de residuos, los resultados son sorprendentemente limitados. Esta situación resulta paradójica, especialmente cuando consideramos iniciativas nacionales como el Proyecto Nacional de Basura Cero, que, a pesar de sus objetivos ambiciosos, no contempla las diversas opciones de compostaje que podrían implementarse en Colombia, un país con una rica diversidad geográfica, climática y social que permitiría adaptar múltiples modalidades de compostaje a contextos específicos”, dijo Robayo.

Esto mismo subraya Rivera, pues esta situación plantea una inequidad fundamental: aquellas personas que deciden compostar—reduciendo significativamente su huella ambiental y aliviando la presión sobre los sistemas municipales de gestión de residuos—recibimos exactamente el mismo tratamiento fiscal y tarifario que quienes no realizan ningún esfuerzo por minimizar su impacto. Los servicios públicos de aseo y recolección nos cobran la misma tarifa independientemente de nuestra contribución a la sostenibilidad colectiva.

Para transformar efectivamente nuestros sistemas de gestión de residuos, señala es fundamental que tanto los gobiernos nacionales como locales implementen políticas públicas que reconozcan y premien los comportamientos ambientalmente responsables. Esto podría materializarse de varias maneras:

1. Reducción en tarifas de aseo: Premiar a quienes compostan con descuentos en los costos de recolección de residuos.
2. Beneficios tributarios: Incentivos fiscales para aquellos que demuestren prácticas sostenibles en la gestión de residuos orgánicos.
3. Incentivos no monetarios: Acceso preferencial a servicios públicos, como boletos de transporte gratuitos o con descuento, para quienes adopten el compostaje.

“Nuestra experiencia en campañas municipales de compostaje revela que hay un interés latente en la población. Hemos encontrado muchas personas dispuestas a comprometerse formalmente—incluyendo la firma de documentos—para implementar prácticas de compostaje y reducir los residuos enviados a rellenos sanitarios. Estas experiencias confirman que la voluntad ciudadana está presente, pero requiere el impulso de políticas públicas adecuadas para canalizar ese compromiso", finalizó Roldán.

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