Si alguna vez ha encontrado una guayaba en su jardín y se ha preguntado cómo cuidarla para que siga dando frutos, está frente a uno de los tesoros más representativos de las zonas cálidas de América. La guayaba no solo es un árbol frutal de gran valor gastronómico, sino que también forma parte de la cultura y la tradición de muchas regiones, especialmente en Colombia, donde este fruto es protagonista de dulces y bebidas típicas.
La guayaba, del género Psidium, es un grupo de unas cien especies de árboles pequeños y arbustos de la familia Myrtaceae, originarios de América. Estos árboles tienen hojas opuestas, alargadas, de 5 a 15 cm de largo, y flores blancas con cinco pétalos y muchos estambres. Su fruto es comestible, de forma redonda o parecida a una pera, mide entre 3 y 10 cm de diámetro y tiene una cáscara delgada que puede ser verde, amarilla, rosada o roja según la especie.
La guayaba se cultiva en muchos países de zonas cálidas y no soporta bien las heladas, aunque puede sembrarse en casa, incluso en materas. Se puede comer fresca o preparar en dulces, jaleas, mermeladas y jugos. Sus hojas y corteza también se usan en medicina tradicional para tratar diarreas, especialmente en niños, por su contenido de taninos que actúan como astringentes.
En Colombia, la guayaba es muy importante tanto en la cultura como en la economía. El país es uno de los mayores productores del mundo, aunque casi toda la producción se queda para el consumo interno. La variedad más cultivada es la “pera”, con la que se hace el famoso bocadillo, un dulce tradicional elaborado con guayaba madura y panela, envuelto en hojas de bijao. Las principales zonas productoras son Moniquirá, Barbosa, Vélez y, sobre todo, Guavatá, conocida como la capital mundial de la guayaba, donde este fruto es parte esencial de la gastronomía y las tradiciones locales.
Cuidados
Luz
- La guayaba prospera en condiciones de pleno sol, beneficiándose de abundante luz natural para optimizar su crecimiento y producción de frutos. Requiere largas horas de luz solar directa diariamente para mantener su salud y productividad óptimas.
- Aunque muestra tolerancia al sol parcial, las condiciones subóptimas pueden llevar a menor vitalidad y rendimiento inferior.
Clima:
- La guayaba demuestra resistencia significativa a las variaciones de temperatura, tolerando condiciones desde 0°C hasta 43°C, con un rango ideal entre 20-38°C. En climas más fríos, pueden ser necesarias medidas de protección como telas antiheladas para prevenir la quemadura de las hojas y caída de frutos.
- En calor extremo, una hidratación inadecuada puede llevar a marchitez y quemaduras solares. Los síntomas de sobreenfriamiento incluyen puntas ennegrecidas y caída de hojas, mientras que el sobrecalentamiento se manifiesta como hojas quemadas y detención del crecimiento.
Riego:
- Originaria de regiones tropicales, la guayaba prospera en ambientes con alta humedad y humedad constante. Exhibe tolerancia moderada a la sequía pero florece cuando su suelo se mantiene uniformemente húmedo sin encharcamiento, requiriendo riego cada 1-2 semanas.
- Se beneficia significativamente del acolchado, que ayuda a retener la humedad del suelo e imita la hojarasca natural de su hábitat nativo. El riego debe ser profundo y lento, usando agua a temperatura ambiente para evitar shock a las raíces, verificando que el suelo esté seco hasta 5 centímetros de profundidad antes del próximo riego.
Sustrato:
- La guayaba prospera en suelos bien aireados con excelente drenaje, adaptándose a arena, marga y arcilla. La mezcla ideal consiste en tierra de jardín, compost y perlita o arena en partes iguales para prevenir el encharcamiento, manteniendo el pH entre 5.5-7.
- La mezcla debe ser suelta y enriquecida con fertilizantes orgánicos como compost o estiércol bien descompuesto durante la siembra y luego anualmente.
Poda:
- La guayaba se beneficia de poda regular para mejorar la circulación del aire y la producción de frutos. La poda mayor debe realizarse a principios de su floración para eliminar madera muerta o enferma y dar forma al árbol, mientras que la poda de mantenimiento ligera puede ocurrir durante todo el año.
Plagas y Enfermedades:
- Las principales enfermedades que afectan a la guayaba incluyen la podredumbre de las hojas (enfermedad fúngica destructiva que causa deterioro del follaje) y las manchas marrones (infección que provoca manchas en la planta). Para las manchas marrones, se recomienda comenzar con tratamientos orgánicos como bicarbonato de sodio y jabón líquido, avanzando a fungicidas químicos si es necesario.
- Entre las plagas más comunes se encuentran los cerambícidos (longicornios), insectos que perforan troncos dejando agujeros redondos. El control incluye aplicación de insecticidas con imidacloprid y contacto con técnicos especializados para especies invasoras. La falta de riego también es un problema común que se soluciona con hidratación gradual y cuidadosa, verificando la humedad del suelo regularmente.
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