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La horticultura, en su esencia, representa un universo emocionante, rebosante de innumerables oportunidades para experimentar y cultivar la comida de manera propia. Desde cultivar verduras y flores, o incluso irse directamente al cuidado de árboles, cada especie posee características únicas que demandan una atención especial para florecer en una huerta propia, ya sea en el patio o en la terraza de casa. Y a la hora de sumergirse en información de sus cuidados en el vasto internet, es fácil sentirse abrumado.
Por ello, la WWF Colombia, Solum Botánica, la Granja del Borrego y Sara Constantino, se unieron para crear “En tus manos: de aprendiz a maestro de plantas”, una guía fácil de leer de plantas, donde compartirán secretos de jardineros y granjeros, fáciles de poner en práctica para que la gente cultive más en su propia casa.
De hecho, según la filosofía de esta guía, “la magia está en el suelo. Lo pisamos, lo ignoramos. Nuestra vista rara vez se posa sobre él, pero es el sustrato que permite la vida. No hay bacteria, hongo, planta o animal que puedan sobrevivir sin el soporte y nutrientes que esa capa superficial de la corteza terrestre les aporta”. Sin embargo, la guía recalca una cifra de manera dura “actualmente, un tercio de los suelos del mundo están degradados. El 95 % de nuestros alimentos provienen del suelo, y si continuamos destruyéndolos, ponemos en jaque el futuro de la seguridad alimentaria”.
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Por lo que no solo es una guía que se queda en el cuidado de las plantas, sino que es más un llamado de acción a cuidar nuestros suelos. Pues la misma WWF, menciona en su página web que el sistema alimentario representa una de las mayores amenazas para la naturaleza, ya que consume la mayoría de nuestros recursos naturales. Utiliza el 69 % de toda nuestra agua y el 34 % de nuestra tierra, y ha sido responsable del 75 % de la deforestación y el 30 % de la erosión del suelo. Por lo que uno de los objetivos de esta organización es buscar pactos de gestión del agua en sectores claves, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos y opciones de consumo sostenibles en grandes mercados como el de la madera, el ganado y de gran superficie.
El Espectador tuvo la oportunidad de conversar con María Isabel Henao, Oficial de Conexión de WWF Colombia, para explorar las expectativas y motivaciones detrás de esta iniciativa que está alineada a su proyecto de “Alimentos”.
¿Podrías contarnos más sobre la iniciativa detrás de la creación de la Guía “En tus manos: de aprendiz a maestro de plantas”? ¿Qué objetivos buscan alcanzar?
Para WWF, es fundamental promover una ciudadanía informada sobre el valor de la naturaleza y los desafíos que enfrentamos en un mundo donde la vida silvestre se ha reducido a la mitad en menos de una generación. Los océanos, ríos y bosques luchan por hacer frente a nuestra creciente presión sobre ellos, y la crisis climática nos insta a proteger la naturaleza más que nunca.
Sin embargo, nuestro objetivo va más allá de simplemente informar; buscamos movilizar a personas, empresas, comunidades y gobiernos hacia acciones restauradoras y sostenibles. Nos unimos a millones de individuos que están alzando sus voces por el futuro que desean y comprometiéndose a abordar estos desafíos.
La guía comienza inspirando a las personas a reverdecer y transformar su entorno más cercano: su hogar, su barrio, su comunidad. Creemos firmemente que millones de personas comprometidas con esta causa pueden lograr un cambio increíble en el bienestar tanto de la naturaleza como de las personas.
Es por ello que quisimos ofrecer un “tutorial” sencillo que pudiera despertar el interés por las plantas en las personas, especialmente en aquellas que residen en entornos urbanos. En la actualidad, los animales de compañía suelen ser nuestra conexión más cercana con la naturaleza, y en general, los mamíferos nos resultan encantadores. Sin embargo, nos dimos cuenta de que existe un grupo creciente de entusiastas interesados en aprender sobre plantas y en reverdecer sus espacios, ya sea dentro de apartamentos, conjuntos residenciales o en los jardines delanteros de las casas.
Nos preguntamos cómo podríamos impulsar este deseo de integrar más verde en nuestras vidas. Fue así como nuestra campaña #EntusManos dio paso a una segunda guía (la primera se centró en el armado de figuras de animales en origami) para fomentar el contacto y la conexión con la naturaleza mediante la plantación y el cuidado de plantas decorativas y hortalizas de una manera sencilla. Donde invita a dos acciones principales, animarse a armar una pequeña huerta en suelo o en macetas, e iniciar un jardín funcional. Por eso escogimos algunas hortalizas que hacen parte del menú familiar (tomate, lechuga, zanahorias) y algunas plantas nativas (tango, fucsia, mermelada) que no solo embellecen, sino que llaman polinizadores o ejercen algún efecto beneficioso para otras especies en los ambientes donde están.
¿Cómo se seleccionaron los colaboradores y expertos que contribuyeron a la creación de la guía?
Desde el principio, tuvimos claro que este proyecto debería llevarse a cabo en colaboración con miembros de nuestro equipo, quienes poseen el conocimiento y la experiencia necesarios en la siembra y el cuidado de plantas. ¿Quiénes mejor que Sara Constantino y Carlos Alberto Díaz (El Borrego)? Sara ha estado involucrada en el proyecto Solum, junto a su madre Carmen Ana Dereix, dedicado al diseño de jardines y jardines botánicos. Por otro lado, la familia de El Borreguito ha estado cultivando una huerta desde el primer día en la Granja del Borrego.
Sabíamos que sus audiencias recibirían con entusiasmo un contenido tan valioso como este, creado con tanto amor y cuidado.
¿Existen planes para futuras actualizaciones o complementos de la guía?
Estamos a la espera de la respuesta de las personas ante esta guía inicial. En un principio, contemplamos la posibilidad de desarrollar una siguiente edición con más variedad de plantas y un nivel de complejidad mayor, si la aceptación es positiva. Hasta el momento, nos alegra ver la cantidad de descargas que ha tenido, y estamos ansiosos por ver qué oportunidades se presentan a partir de aquí.
Nuestra principal meta siempre ha sido fomentar que más personas se conecten con la naturaleza, la protejan y comprendan la estrecha relación que existe entre su bienestar y el de nuestro entorno natural. Todas las plantas incluidas en la sección de jardines funcionales son nativas, diseñadas para contribuir al equilibrio de los ecosistemas predominantes en nuestro país. Aunque los textos de la guía deben ser concisos, proporcionan recomendaciones efectivas en este sentido.
¿Qué papel juegan las plantas y la jardinería en la conservación de la biodiversidad, y cómo aborda la guía este tema?
El reino vegetal es el fundamento de la vida en la Tierra. Sin coberturas vegetales, no habría diversidad de vida. Es ponerse a pensar que las plantas son la base de la cadena alimentaria y, en tiempos de crisis climática, experimentamos la diferencia de temperatura entre estar bajo la sombra de un árbol y en un área desprovista de vegetación.
Si logramos que los seres humanos valoren a las plantas y los árboles como algo sagrado, y se comprometan a reforestar y restaurar lo que se ha perdido, tendremos la oportunidad de preservar y fomentar la biodiversidad en los ecosistemas de los que dependemos para obtener agua, aire puro, alimentos, medicinas y materiales para construcción y objetos que nos rodean y valoramos.
La guía busca que las personas sientan y entiendan que está en sus manos iniciar este ciclo positivo de acción y cambio.
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¿Qué importancia tiene la educación, el fortalecimiento de la comunidad y la sensibilización en la conservación de la naturaleza?
Herramientas como esta guía de plantas no solo educan e informan, sino que también nos ayudan a llevar adelante proyectos como una huerta urbana o un jardín funcional, los cuales contribuyen a reverdecer nuestros entornos comunes y a reconectar con la naturaleza, ambas acciones de conservación. Los jóvenes y los niños pueden desempeñar un papel extraordinario como movilizadores en este proceso. Los invitamos especialmente a sensibilizar y motivar a los adultos a participar en un proyecto así, que les brindará diversión, tiempo en familia y la oportunidad de presenciar la visita de aves y otras especies.
Porque, ¿a quién no le saca una sonrisa ver a un colibrí libando de una flor plantada por uno mismo? ¿Y quién no disfruta y aprecia el sabor de una zanahoria cultivada con sus propias manos? Nos falta presenciar el nacimiento de la vida, y ver una semilla germinar es recordar el milagro de la vida. Todo esto nos hace bien.
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