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Lirio araña: la flor exótica que transformará su jardín

El lirio araña es una planta exótica y ornamental que destaca por sus flores únicas. Estos son sus cuidados.

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La  Huerta
15 de septiembre de 2025 - 09:00 p. m.
Esta planta se puede ver en el aeropuerto de Medellín
Esta planta se puede ver en el aeropuerto de Medellín
Foto: Leidy Barbosa
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Si hay una flor capaz de robarse todas las miradas en el jardín, esa es el lirio araña. Con sus pétalos largos y finos que parecen bailar en el aire y sus estambres a que le dan un toque dramático, esta planta es sinónimo de elegancia tropical. Su presencia convierte cualquier espacio en un rincón exótico y sofisticado y aquí le decimos como puede cuidarla.

El Crinum asiaticum, conocido comúnmente como “bulbo venenoso”, “lirio crinum gigante” o “lirio araña”, es una especie ornamental ampliamente cultivada en regiones cálidas del mundo. Nativa de del este de Asia, Asia tropical, Australia e islas del Pacífico e Índico occidental, esta planta bulbosa perenne se ha distribuido globalmente por su adaptabilidad a diversos climas tropicales y subtropicales.

Se ha vuelto popular por su forma tan llamativa y es esta planta puede crecer hasta 1,2 metros de altura y se desarrolla a partir de un bulbo redondeado con la parte superior alargada. Sus hojas son largas, de color verde oscuro, con bordes ligeramente ondulados y punta fina; pueden medir hasta 1 metro de largo y unos 10 cm de ancho, formando grupos de 20 a 30 hojas. Produce un tallo floral que termina en un racimo con 10 a 24 flores aromáticas. Estas flores, parecidas a una araña por su forma, tienen pétalos blancos y delgados de hasta 9 cm y estambres rojos que le dan un contraste muy llamativo, lo que la hace muy apreciada en jardinería ornamental.

Según el el portal NParks Flora & Fauna Web, que hace parte del The National Parks Board de Singapur el Crinum asiaticum tiene diversos usos medicinales tradicionales, aunque su aplicación requiere extrema precaución debido a su alta toxicidad. Las hojas machacadas se emplean para lavar hemorroides y, mezcladas con miel, se aplican sobre heridas y abscesos, mientras que tanto las hojas como los bulbos pueden inducir el vómito gracias a su contenido de licorina.

La planta se utiliza tradicionalmente para tratar infecciones y heridas mamarias, hemorroides e inflamación, funcionando como diurético y cataplasma para fracturas cerradas, contusiones, reumatismo y esguinces, además de facilitar la eliminación de líquidos y el parto. Adicionalmente, tiene la capacidad de acumular selenio, lo que sugiere un potencial uso en la fitorremediación para purificar suelos contaminados con este elemento.

Culturalmente, esta planta tiene usos tradicionales importantes para pueblos indígenas. El pueblo Tao de la Isla Orquídea de Taiwán utiliza rebanadas de su tallo (conocido como vakong) atadas a objetos pesados como cebo para pescar, aprovechando sus propiedades para atraer peces hacia sus redes. Los pueblos Paiwan y Puyuma también emplean esta planta (livakong) como delimitador natural de territorios.

Luz

  • Esta planta prospera mejor en ubicaciones con exposición solar directa o sombra parcial. La luz solar adecuada es fundamental para estimular su crecimiento vigoroso y la producción de sus características flores fragantes.
  • Durante los meses más calurosos del año, especialmente cuando las temperaturas superan los 38°C, es recomendable proporcionar algo de sombra durante las horas más intensas del día para evitar el estrés térmico.
  • Ojo, la planta puede tolerar cambios graduales en las condiciones de luz, pero los cambios bruscos pueden afectar su desarrollo.

Clima

  • Esta especie muestra una notable resistencia a las fluctuaciones climáticas, con un rango de temperatura ideal entre 15-38°C, aunque puede tolerar desde -5°C hasta 43°C en condiciones extremas.
  • Sin embargo, en condiciones de frío extremo, la planta puede mostrar síntomas como amarillamiento de las hojas y crecimiento lento, requiriendo protección mediante aislamiento o traslado a interiores. Por el contrario, durante períodos de calor excesivo, puede experimentar quemaduras foliares y marchitamiento, situaciones que se pueden mitigar proporcionando sombra adicional y aumentando la frecuencia de riego para mantener la humedad del suelo.

Riego

  • El régimen de riego debe ser consistente y regular, estableciendo una frecuencia semanal que mantenga el suelo húmedo pero sin encharcamiento. Lo más recomendable es revisar si el sustrato por encima está húmedo, si es así puede aguantar unos días más sin riego, si no es hora de regar.
  • Es fundamental evitar tanto el riego excesivo como la sequedad prolongada, ya que ambos extremos pueden comprometer la salud de la planta. El encharcamiento puede provocar pudrición de raíces, mientras que la falta de agua causará amarillamiento de las hojas y marchitamiento general. Durante los meses más cálidos, puede ser necesario ajustar la frecuencia aumentando ligeramente el riego, siempre asegurándose de que el suelo tenga buen drenaje.

Abono

  • La fertilización debe realizarse mensualmente durante la temporada de crecimiento utilizando fertilizantes equilibrados que proporcionen los nutrientes esenciales para el desarrollo saludable de la planta. Durante el período de floración, es recomendable cambiar a fertilizantes con alto contenido de fósforo para mejorar la calidad y abundancia de las flores características de esta especie.
  • Es crucial seguir las dosis recomendadas por el fabricante, ya que el exceso de fertilizante puede dañar la planta más que beneficiarla.

Sustrato

  • El sustrato ideal debe ser una mezcla bien drenada compuesta por 2 partes de tierra de jardín, 1 parte de arena gruesa y 1 parte de compost, creando un medio que imite las condiciones arenosas y limosas de su hábitat costero natural.
  • El pH debe mantenerse entre 6.0-7.5 para asegurar una absorción óptima de nutrientes y un desarrollo saludable del sistema radicular.
  • La incorporación de materia orgánica como compost o humus de hojas es fundamental para enriquecer el sustrato y proporcionar los nutrientes necesarios para el crecimiento vigoroso.
  • Para mejorar aún más el drenaje, se recomienda añadir perlita o grava en la base del contenedor o área de plantación. Es esencial evitar suelos que retengan excesivamente la humedad, ya que el Crinum asiaticum var. sinicum es particularmente sensible a la pudrición radicular causada por el encharcamiento.

Plagas y Enfermedades

  • Las principales preocupaciones fitosanitarias incluyen el marchitamiento de las puntas de las hojas, que frecuentemente está relacionado con prácticas culturales inadecuadas o factores de estrés ambiental como riego irregular o condiciones climáticas extremas. Este problema se manifiesta como secado y necrosis de las puntas foliares, afectando tanto el aspecto estético como la salud general de la planta.
  • Las manchas marrones constituyen otra enfermedad común que puede causar defoliación si no se trata adecuadamente. Para casos leves, no es necesario tratamiento específico, pero infecciones severas requieren intervención con fungicidas orgánicos como bicarbonato de sodio mezclado con jabón líquido, o fungicidas a base de cobre aplicados según las instrucciones del fabricante. La prevención mediante buena circulación de aire y prácticas culturales apropiadas es siempre preferible al tratamiento correctivo.

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