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La venus atrapamoscas, también conocida como Dionea muscipula, es una planta carnívora que se caracteriza por sus trampas en forma de boca, las cuales se cierran rápidamente para atrapar insectos. Estas trampas están formadas por dos lóbulos articulados con bordes espinosos y se cierran cuando un insecto toca los pelos sensibles en su interior.
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“Son oriundas de Estados Unidos, especialmente de zonas de pantano, como Carolina del Sur y el norte de Florida. En promedio, tiene entre 4 y 8 bocas en el año. La capacidad que tiene esta planta es la de atraer, capturar y poder digerir esa materia orgánica que atrapa, convirtiéndola en su fertilizante", explica Juan Forero, creador del vivero especializado en plantas carnívoras, Carnivorous Land.
¿Qué come la venus atrapamoscas?
Gracias a su nombre y a su fama como planta carnívora, es común saber que la Venus atrapamoscas se alimenta de insectos y arácnidos que quedan atrapados en su boca, la cual se cierra cuando el insecto estimula los pelos sensoriales dentro de la misma dos veces en un corto período de tiempo.
Laura Lizeth Bonilla Sierra, ingeniera agrónoma de la universidad de Cundinamarca, menciona que, aunque son carnívoras, no necesariamente tienen que estar consumiendo insectos.
“El insecto es un complemento que va a estimular la planta para que crezca un poco más rápido, pero que no es indispensable para que sobreviva. Su fuente principal de alimentación es la luz por su fotosíntesis. Ella tiene un tipo de alimentación que se llama mixotrófica, quiere decir que puede hacer su fotosíntesis como fuente principal de energía y complementarlo con los insectos", explica Bonilla.
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¿Cómo se clasifica una planta carnívora?
Un dato interesante que comparte la ingeniera agrónoma, es que estas plantas se clasifican en dos: las que tienen trampas pasivas y las que tienen trampas activas.
“Las trampas pasivas son aquellas donde el insecto se queda pegado, que tiene un líquido con enzimas y ellas van digiriendo o que necesitan hacer simbiosis con bacterias para poder digerir a los insectos, como por ejemplo, la planta carnívora Darlingtonia. Las de trampa activa, como la venus atrapamoscas, son esas donde el insecto se para en el interior de los lóbulos o boca, este toca dos sensores en menos de 20 segundos haciendo que la trampa se active encerrando al insecto y la planta lo digiere aproximadamente de cuatro a siete días más o menos, todo depende del tamaño del insecto”, menciona Bonilla.
Cuidados de la venus atrapamoscas
- Evitar el riego por arriba: de acuerdo con la experta, no se recomienda regarla por encima, ya que las gotas de agua pueden activar las trampas (bocas) de la planta, generando un gasto innecesario de energía para ella. Lo mejor, es poner la maceta dentro de un tazón con agua para que la absorba por abajo.
- Riego por inmersión: lo ideal es tocar el sustrato y cuando haya perdido humedad, volver a sumergir la planta dentro del tazón.
- No estimular las trampas innecesariamente: “No se deben tocar las trampas con los dedos, ni colocar objetos como palitos o piedras para ver cómo se cierran. Esto engaña a la planta, que cierra sus trampas creyendo que obtendrá alimento, pero en realidad solo desperdicia energía”, dice la ingeniera.
- Respetar el ciclo de vida de las trampas: según Bonilla, cada trampa tiene una vida útil. Después de cerrarse varias veces comienza a ponerse amarilla o negra hasta morir. Esto es normal, ya que mientras una hoja muere, otra vuelve a nacer.
- Si va a alimentarla, tenga en cuenta que puede darle un insecto manualmente, pero debe estar vivo o moribundo. Los insectos muertos por mucho tiempo pierden ciertas propiedades que la planta necesita y no estimularán adecuadamente la trampa.
- Buena iluminación: La planta necesita buena luz. Tolera la luz solar directa, por lo que puede exponerse a ella si las condiciones lo permiten.
- Evitar el exceso de humedad en interiores: “Si la planta está en el interior, no debe permanecer constantemente en agua, ya que la falta de ventilación puede generar exceso de humedad y favorecer la aparición de hongos", explica la experta.
- Darle buen sustrato: de acuerdo con Bonilla, el sustrato ideal para las plantas carnívoras es turba peat most (pH ácido, libre de materia orgánica) + perlita, ya que le brindará aireación. La perlita es un tipo de mineral pequeño, pero ayudará a que no se compacte el sustrato.
- Usar materas adecuadas al trasplantar: “Lo ideal es usar las de plástico, vidrio o cerámica sellada por dentro, porque las de barro, concreto o cerámica sin sellar, pueden liberar minerales al sustrato que alteran su composición y terminan afectando a la planta con el tiempo", concluye la ingeniera.
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