Victoria regia, o amazónica: cuando el asombro se vuelve planta

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Decir que la victoria amazónica, también conocida como regia, es la mayor planta acuática del mundo puede que no le haga suficiente justicia. Es un dato cierto, pero aún así se siente algo corto para lo que esta planta ofrece.

Una comparación puede ayudar en este caso. El récord de tamaño de esta planta fue registrado en Bolivia, en donde se encontró un espécimen con un diámetro de 3 metros por hoja. Ahora piénselo de esta forma: un puente vehicular común y corriente suele tener 4,5 metros de altura entre el piso y la bóveda, que es la altura máxima para que un vehículo pueda circular debajo de él (lo que se conoce como galibo).

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Entonces, si se pone una hoja de victoria amazónica, casi alcanza la altura de un puente vehicular promedio y si se juntan dos se excede esta estructura por metro y medio. Y estamos hablando de una planta, no hay que perderlo de vista.

Casi que en el sentido más económico de todos, la flor de la victoria amazónica es tan bella como escasa: se abre una noche, se cierra durante el siguiente, se abre de nuevo al siguiente atardecer y hasta ahí llegamos. La flor se da especialmente a lo largo de cuatro meses en el año.

La victoria regia o amazónica, que técnicamente es un nenúfar, es apenas una de las variedades de este tipo de plantas. Hay otras que han logrado ser adaptadas para sobrevivir en lugares que nada tienen que ver con el Amazonas.

Por su belleza y exotismo, este tipo de plantas es altamente demandada como decoración de estanques y lagos tranquilos.

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En el caso de la victoria regia, sus condiciones naturales la convierten en una especie difícil de tener en lugares que no cuenten con estrictos controles de temperatura, luz y calidad del agua. No sobrevive en sitios que estén por debajo de los 22 grados centígrados y se les debe proveer de aguas con profundidades promedio de 7 metros.

En otras palabras, es una especie que debe tenerse en estanques al interior de invernaderos. Sus condiciones de crecimiento limitaron su reproducción, por fuera de su ambiente natural, a casas de la nobleza en Inglaterra, primer país en donde se registró una victoria regia en aguas no amazónicas.

Plantas acuáticas, una breve guía

No necesita tener un estanque o un lago si quiere tener una planta acuática. Si bien es cierto que puede ser esa la primera imagen que se venga a la cabeza cuando hablamos de estas especies, también lo es que existen muchas variedades hechas para adaptarse a recipientes, peceras y floreros que se pueden tener fácilmente al interior del hogar.

Dicho esto, el primer paso es entender de qué estamos hablando. Las plantas acuáticas o hidrófitas son aquellas que para desarrollarse necesitan vivir parcial o completamente sumergidas en agua. De ahí sale su tipificación: emergentes, es decir las que están enraizadas en el sustrato y emergen del agua; las plantas de follaje flotante, cuyas hojas flotan en la superficie del agua pero sus raíces están en la tierra; de follaje sumergido, es decir que tienen tanto las hojas como los tallos bajo el agua; y flotantes, aquellas que no están enraizadas.

Con la definición clara, lo segundo es saber cuáles son las necesidades que usted tiene y con qué objetivo desea plantar.

Puede enterarse más sobre cómo dar los primeros pasos (o brazadas, si se quiere) hacia el mundo de las plantas acuáticas en esta breve guía.

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